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POD: nueva dimensión del Magdalena
La planeación territorial se constituye en la base para lograr en el corto, mediano y largo plazos, un marco soporte y organizativo conducente a tener un mayor conocimiento del entorno, donde la concertación con cada uno de los actores frente a sus problemáticas debe conducir a visualizar alternativas de solución para mejorar su propio desarrollo.
Daniela Pirela Wisman
Paola Ramírez Caballero
Dánisa Varela Mendoza
El Plan de Ordenamiento Departamental, (POD), es un instrumento a través del cual un departamento establece directrices y orientaciones para el ordenamiento de la totalidad o porciones específicas del territorio, especialmente en áreas de conurbación (conjunto de poblaciones próximas entre ellas, cuyo progresivo crecimiento las ha puesto en contacto), con el fin de determinar los escenarios de uso y ocupación del espacio, de acuerdo con el potencial óptimo del ambiente y en funciones de los objetivos de desarrollo sostenible, potencialidades y limitantes espaciales, económicos y culturales.
Zully David Hoyos, economista y magíster en Planificación, Desarrollo Regional, Economía del Desarrollo y Desarrollo Internacional, explica, que el Plan de Ordenamiento Departamental es un instrumento de suma importancia para el desarrollo nacional. Partiendo de la premisa, de que, si están bien orientados los municipios que componen los departamentos del país, por ende, puede aprovecharse de mejor manera el suelo e identificar los puntos activos de competitividad de estos. “Los Planes de Ordenamiento Territorial del país, son un instrumento importante para el desarrollo nacional como una política de Estado. Esta tenía que haberse desarrollado como la ley de ordenamiento territorial principal, y, que de este instrumento se impartiera la carta política que dirigiera las funciones y competencias de las entidades territoriales, en particular, las referidas a la gestión de la región.
De igual manera, desde el punto de vista del ordenamiento integral, no se han trabajado otros instrumentos, pero venían adelantándose otros importantes, sobre todo en los aspectos ambientales relacionados con las figuras de planes de manejo de áreas ambientales protegidas, a través de parques naturales, y también los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas, Pomcas”.
Además de sus conocimientos acerca de planificación y distribución de territorios, Zuly David Hoyos, también es la directora técnica del Plan de Ordenamiento Departamental que se lleva a cabo en el Magdalena, por tanto, señala, que algunos instrumentos de ordenamiento territorial de menor escala subregional de características ambientales sí estaban amparados por la legislación, pero no había una mirada hacia una aproximación más integral. Aun así, manifestó, que con la puesta en marcha de la Ley 1454 del 2011, tampoco lo lograron, pero sí se identificó una gran oportunidad para que los departamentos a través de esta legislación entraran en un proceso de armonización de todos estos instrumentos, incluyendo los POD, que, en teoría, se convierten en una bisagra entre las disposiciones nacionales hacia el territorio y la articulación de los municipios con los demás, los cuales abarcan toda la mirada departamental.
Actualmente el departamento no cuenta con un instrumento de planificación territorial de largo plazo, situación que genera serias debilidades en materia de planificación, que se agudiza producto de que solo dos municipios (de los 30 que conforman el departamento) fueron priorizados por el DNP en su apuesta de POT modernos (Ariguaní y Santa Marta); de los 28 municipios restantes sólo uno (Pueblo viejo) se encuentra vigente y dos (Ciénaga y San Sebastián) avanzan en la revisión de sus Planes. Lo anterior se suma al hecho de que cerca del 90% de los POT de los diferentes municipio cumplieron su ciclo reglamentario como instrumento de planificación formulados a principios del año 2000.
LA IMPORTANCIA DEL POD
Los Planes de Ordenamientos Departamentales son una nueva figura concebida hace algunas legislaturas, sin embargo, hasta el 2017 cobró importancia, porque se convirtió en una obligación para los departamentos del país. Los años anteriores, la obligación era por parte de los municipios a través de sus POT y sus esquemas de ordenamiento territorial.
Eduardo Arteta Coronell, secretario de Planeación Departamental, señaló, que en el 2016 comenzó el trámite para planificar el proceso de ordenación del departamento del Magdalena. Fue así como en la Asamblea Departamental se aprobó la firma de un convenio con la Universidad del Magdalena con el fin de brindar apoyo técnico para la elaboración del documento.
El convenio tiene un valor de 500 millones de pesos, de los cuales, el Departamento hace un aporte aproximado de $303 y la Universidad cofinancia el resto de los recursos.
“Empezamos la etapa de diagnóstico, para esto, nos reunimos con los líderes, funcionarios y empresarios de las subregiones del departamento. Ahora viene la segunda etapa que implica nuevas visitas para que la Universidad nos tenga el diagnóstico definitivo. Cuando finalice el convenio, el Gobierno departamental pasa a la etapa prospectiva, reunirnos con todos los actores y de esa manera planear el futuro del Magdalena”, explicó el Secretario de Planeación de la Gobernación del Magdalena.
VISIÓN SUPRAMUNICIPAL
El profesional especializado de la Oficina Asesora de Planeación, Claudio Devani, explicó, que es la primera vez que se realiza este ejercicio de una ‘visión supramunicipal’ de ordenamiento departamental que hacía falta en el país.
“Hemos abordado este ejercicio en dos grandes partes: la de alistamiento institucional y diagnóstico territorial, la cual se lleva a cabo en estos momentos y debe culminar en el primer semestre del año en curso, con el informe de la ocupación del territorio del Magdalena, su espacio geográfico, el uso de sus recursos naturales, aspectos sociales, entre otros. Esto nos debe dar pie a nosotros a tener clara las fortalezas, deficiencias y amenazas para un mejor uso y aprovechamiento del territorio y sus recursos”, afirmó Claudio Devani.
La segunda fase comprende la formulación estratégica y análisis prospectivo que se llevará a cabo en el segundo semestre del año.
ETAPA DE ALISTAMIENTO
Para abordar un análisis profundo del Magdalena se deben recorrer cada uno de sus rincones, por esa razón, el equipo Técnico del Plan de Ordenamiento Departamental ha programado talleres en las subregiones en las que participarán los magdalenenses, actores principales en la elaboración de este instrumento de planificación que le dará una visión y perspectiva sobre el modelo de ocupación territorial del departamento.
Tanto la comunidad como los alcaldes son pieza fundamental en la elaboración del POD; la participación hasta la fecha en las mesas programadas ha sido del 93 % de los municipios a excepción de Sitio Nuevo y Chibolo, los cuales no han asistido.
“Vemos el interés y la motivación de hacer parte de este ejercicio de alistamiento para identificar a los actores que van desde el pescador hasta el ganadero. Hay representatividad de los actores del territorio en cada una de las subregiones”, señala Racines Ravelo, director Operativo del POD.
COMPETITIVIDAD TERRITORIAL
El objetivo de la formulación de un POD supone una caracterización del departamento que, bajo una prospectiva de corto, mediano y largo plazos, defina bajo este instrumento normativo las líneas estratégicas de trabajo en conjunto con los municipios y la articulación con los mismos procesos de ordenamiento territorial supramunicipal, gestionando proyectos de impacto regional que beneficie a varios municipios de la jurisdicción. A su vez, se debe desvirtuar la noción de que, si bien los alcaldes sí tienen gobernabilidad en los municipios, los gobernadores no la tienen en el departamento, provocando que no exista responsabilidad política ni gobernabilidad o gobernanza en el territorio.
Luís Eduardo Vives, profesional en Gestión y Desarrollo Urbano, especialista en Gestión Pública, y Diputado del Magdalena, afirma, que un POD, debe ser un proyecto construido pensando en la competitividad del territorio, “esta es una oportunidad para organizar un documento con el fin de planificar el territorio departamental, y no como se venía haciendo únicamente desde los municipios, y no había algo que articulara todo lo que abarca el crecimiento del departamento, como lo que es, como el Magdalena, y no municipios por separado, 30 municipios, cada uno de forma individual con su plan”.
El diputado Vives agregó, que “esta es la oportunidad para conocer cuáles son aquellos proyectos que necesita el departamento del Magdalena. Sabemos que hay un déficit en el tema de vías, y de pronto es la oportunidad para revisar cómo vamos a conectar a toda la zona sur del departamento, con el centro. Cómo culminar la conexión que está desde Fundación – Pivijay – Salamina con los municipios del río; y que de igual forma, podamos conectar a Cerro de San Antonio, Concordia, Zapayán, Pedraza, y lograr pasar hasta Chibolo; y de ahí conectar al centro del departamento, con la Subregión del Río”.
Además, el especialista en desarrollo urbano manifiesta, que “eso es lo que debemos revisar, mirando al departamento desde arriba, y no mirar municipio por municipio, y se debe dejar estipulado cuáles son los proyectos prioritarios, para tener un departamento conectado y no pensar en conectar únicamente un municipio con otro por el hecho de que hay reducción de tiempo, si no mirar en grande y pensar cuáles son los proyectos que resolverían el problema del déficit vial. Hoy, existen municipios que no tienen una carretera pavimentada. Desde mi punto de vista, lo principal es lograr un departamento conectado para luego identificar las zonas productivas del departamento que también estén conectadas”.
LAS SUBREGIONES
En el 2013, la Secretaria Técnica de la Comisión de Ordenamiento Territorial, COT, en desarrollo de sus funciones, ejecutó algunas acciones que contemplaron un plan de acción que específicamente, elaboró unos lineamientos para orientar la formulación de las directrices de ordenamiento territorial departamental, función establecida por la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Loot en el artículo 29.
De acuerdo con las afirmaciones de la directora técnica Zully David, a través de la Ley 1454, en el artículo 29, los departamentos comenzaron a promover procesos de desarrollo territorial municipal. En el caso del Magdalena, tiene hoy una organización conformada por 5 subregiones que lo integran: subregión Santa Marta, Sur, del Centro, del Norte, y del Río. Dentro del Plan de Ordenamiento Departamental, surgirán iniciativas de generación de nuevos subsistemas territoriales, pero es importante tener en cuenta que desde los POD se permite la articulación de los municipios, ya sea por votaciones, intereses de proyectos o identidades culturales, para trabajarlos desde el punto de vista del ordenamiento territorial mucho más organizados y articulados.
“Esta es una gran oportunidad para generar un proceso de integración mucho más eficiente, respecto al ordenamiento y gestión del territorio. De igual manera, se promoverán actuaciones integrales y articuladas con el nivel Nacional, y el área metropolitana.
No tenemos declarada un área metropolitana, pero si hay unos procesos de conexión importante con Ciénaga, Puebloviejo, Zona Bananera, Aracataca y Fundación, además de unos flujos de personas, productos e interés de macroproyectos que tienen impacto en estas zonas. Pero desde el punto de vista de concepción de la ley, esta figura de articulación metropolitana como papel de los departamentos es importante, están integrados por municipios y requieren ser armonizados, explicó la magíster en Planificación, Desarrollo Regional, Economía del Desarrollo y Desarrollo Internacional.
Básicamente, la Comisión de Ordenamiento Territorial, describe y da los lineamientos de un marco metodológico general para abordar el proceso de ordenamiento departamental relacionando el contexto normativo establecido en los artículos 298 y 300 de la Constitución Política, la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial – Loot y la Ley 388 de 1997. La intención de esta es compartir contenidos comunes de ordenamiento que puedan ser articulados con los POT municipales, con el ordenamiento territorial metropolitano y con la Política General de Ordenamiento Territorial que se formule.
RADIOGRAFÍA DEL MAGDALENA
El análisis que hasta el momento ha realizado el equipo operativo del POD por subregiones del Magdalena ha identificado que entre los mismos municipios del Sur no hay conectividad, es decir, que una persona de San Zenón para trasladarse a El Banco debe viajar hasta Bolívar para cruzar el río Magdalena y llegar hasta el ‘Imperio de la Cumbia’.
Otra dificultad es la ausencia de trabajo en equipo entre los municipios. “No se sabe lo que hacen entre los municipios, no se hablan entre ellos, es triste, porque supone que el Magdalena tiene una configuración territorial por subregiones, pero vemos una desarticulación que no aporta nada al proceso de ordenamiento territorial”, planteó el Director Operativo del POD.
La Subregión del Río tiene la misma dificultad para comunicarse entre un municipio y otro. Transitar en verano como en invierno es todo un reto; el acceso a los territorios es bastante proceloso, por ejemplo, para que una persona de Pivijay se traslade a Concordia o Cerro de San Antonio debe salir a las 4:00 de la mañana.
“No se comunican los municipios desde el punto de visto físico, pero cuando se habla con los alcaldes, tampoco se hace la gestión del territorio. Los Secretarios de Planeación no se hablan entre ellos para pensar en la asociatividad, en sacar proyectos comunes”, precisa el docente de planta del Programa de Economía de Unimagdalena, Racines Ravelo.
Esa falta de comunicación entre los municipios que conforman una determinada subregión, hace que algunos perjudiquen el bienestar de otros, por ejemplo, con la disposición de residuos no existe un punto central, lo que afecta la calidad del medio ambiente.
“Si pensaran en conjunto harían un punto de recolección entre dos o tres municipios que faciliten la gestión ambiental, por ejemplo, construcción de mataderos regionales donde hoy no hay control, ni cumplen la reglamentación que está dispuesta por Ley”, manifiesta el docente de planta de la Unimagdalena, Racines Ravelo.
En la Subregión del Río, la población ocupa las cuencas hídricas lo que provoca emergencias invernales. “Dicen que el río se metió, pero es la población cuando a través de la historia está reclamando su zona. Vemos municipios sin gestión del territorio, sin vías, porque lamentablemente tienen desactualizados su instrumento de ordenamiento”, afirma el Director Operativo del POD.
DESACTUALIZADOS
El Magdalena presenta un nivel de desactualización de sus esquemas de ordenamiento alto. El 90 % de los municipios de este territorio carecen del instrumento o está desactualizado. De igual forma, este es un departamento con índices de pobreza altos, de acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística; los alcaldes municipales manifiestan que la falta de ejecución de los planes radica en los pocos recursos que poseen, y que, por consiguiente, tienen otras prioridades.
Es primordial que se logre vincular activamente a los municipios del departamento, teniendo en cuenta que están en proceso de actualización o revisión de sus instrumentos de organización territorial, razón por la cual es necesario tener elementos articuladores que trasciendan los límites político-administrativos y las competencias municipales.
El departamento tiene un rol de intermediación definido, soportado por los principios y competencias de la Loot, constituyendo así un sistema nacional de planes y directrices que va a velar por ser el ente articulador entre los niveles nacional y local. Bajo este precepto, se argumenta que las directrices y los POD que se establezcan, corresponderán a los componentes transversales y articuladores de los POT municipales y los Planes Estratégicos de Ordenamiento Territorial Metropolitanos, a su vez, deben articularse a los lineamientos de política y asuntos de ordenamiento de interés nacional.
La obsolescencia de los instrumentos de ordenamiento territorial obliga a la elaboración de un nuevo documento que cumpla con los requerimientos técnicos exigidos y que exponga la realidad del territorio de los municipios del Magdalena.
La Ley 388 y su decreto reglamentario establecieron que los Planes de Ordenamiento Territorial, independientemente del tamaño de la población, debían abarcar tres períodos constitucionales de Gobierno completos.
Claudio Omar Devani Prado, profesional especializado de la Oficina Asesora de Planeación, explicó, que los POT que se elaboraron después de la Ley 388 en 1998 y que fueron aprobados antes del 2000, ya se encuentran vencidos.
La falta de actualización obliga a una revisión completa del documento guía para la organización del territorio bien sea a través de Esquemas de Ordenamiento, Plan Básico o POT, de acuerdo con la población del ente territorial.
“Los documentos que se elaboraron anteriormente no fueron un dechado de virtudes técnicas, por tanto, debería ser esta una oportunidad para elaborarlos de la mejor manera posible. Hay hechos urbanísticos y usos del suelo que no estaban cuando se hizo el POT y hoy pueden causar problemas. Quizás no se está actuando de manera adecuada, porque no existe una herramienta de ordenamiento de territorio actualizada, sobre todo en lo que a gestión del riesgo se refiere, por ello, se hace necesario para definir cuáles son las zonas en las que se pueden construir viviendas”.
En estos momentos, los municipios del departamento del Magdalena se pueden perjudicar a sí mismos al no contar con este instrumento de planificación, porque el Gobierno Nacional se abstendría de ejecutar proyectos por desconocer las condiciones del suelo u otros aspectos.
Como consecuencia de la desactualización de los instrumentos de ordenamiento territorial, los municipios crecen sin ningún control ocupando suelos productivos e inundables que afectan la calidad de vida de los habitantes.
El Comité de Ordenamiento Territorial debe poner en firme las herramientas para hacer cumplir los reglamentos que rigen los instrumentos de planificación. “En las pocas herramientas que tiene el departamento para hacer cumplir los planes hay vacíos que deben ser resueltos con nuevos términos que debe cumplir el municipio con la implementación de este instrumento territorial”, indicó el docente Racines Ravelo.
UN SALUDO A LA BANDERA
Los instrumentos de ordenamiento territorial se encuentran vencidos en los municipios, las vigencias, de corto, mediano y largo plazos, han expirado. “Estos instrumentos son un saludo a la bandera, no tienen el documento, no tienen estudios, no hay seguimiento, no existe cartografía”, señala el Director Operativo de POD.
Además, agregó, que “las consecuencias de no tener un plan de ordenamiento territorial es un castigo al ente territorial, porque los resultados los viven las comunidades al crecer sin control, ocupando suelos indebidos, ubicación de equipamiento que obedecen a las necesidades de la población. Si eso no lo hacemos desde el punto de vista del gasto público, somos deficientes, hay un impacto negativo porque no hay capacidad para llevar los servicios públicos a las poblaciones. Son los municipios los que deben reflexionar sobre los instrumentos de oportunidades de planificación para mejorar el futuro”.
Otra reflexión del diagnóstico que se adelanta en la etapa de alistamiento del POD, es la poca capacidad institucional en materia de ordenamiento. “Si se va a las Secretarías de Planeación de los municipios no hay un arquitecto, no saben de ordenamiento, no hay recursos para este tema. Findeter no tiene capacidad técnica ni financiera para darle ese acompañamiento a los entes territoriales”, expuso el docente de planta, Ravelo Méndez.
ARTICULACIÓN TERRITORIAL
Jorge Robledo Castillo, arquitecto, profesor y Senador colombiano, manifiesta, que el problema del departamento del Magdalena radica desde su conformación. “El Magdalena tiene un problema de geografía, el cual radica en que este es un departamento demasiado largo, y su capital no está en el centro.
Santa Marta está situada en el extremo norte, mientras que en el extremo sur las condiciones de abandono, pobreza y subdesarrollo son mucho más grandes. Cualquier plan de organización del Departamento debería hacer un esfuerzo por reducir las desigualdades entre el norte, el centro y el sur. Pensar en reducir la deformación que hay con las zonas productivas como Santa Marta a la cabeza, Ciénaga y la Zona Bananera.
Insisto, lo principal es reducir las desigualdades entre sus zonas, incluso es una pérdida de recursos, si las vías y los manejos ambientales no están planeados en esto”.
La importancia y complementariedad del POD, de acuerdo con las pautas del Departamento Nacional de Planeación, permite: concertar acuerdos para el desarrollo territorial del departamento, definir una visión de alcance regional basado en las particularidades de cada territorio; armonizar instrumentos, actores y procesos de planificación; interrelacionar a los actores y acciones coordinadas con el nivel nacional, metropolitano y local; promover procesos de desarrollo territorial supramunicipal y articulados entre municipios y, definir programas y proyectos de impacto regional.
La articulación de las competencias municipales y departamentales son fundamentales en los procesos de planeación territorial, en la medida en que la Constitución Política y la Ley les asignaron a los Concejos Municipales la competencia de la reglamentación del uso del suelo y a los departamentos establecer directrices y orientaciones para el ordenamiento.
Si bien se adelantan acciones por diferentes entidades del Gobierno, es necesario avanzar en el cumplimiento de dichas disposiciones y competencias previamente estipuladas en documentos metodológicos e informativos, con el fin de determinar el protagonismo de las políticas sectoriales, propendiendo por reducir las diferencias del desarrollo regional y los problemas alusivos a la integración espacial y económica de los asentamientos territoriales.
COMPONENTES
El componente general de los Planes de Ordenamiento Territorial fija el modelo del territorio, ya sea intraurbano, rural o urbano-rural, en términos de localización y distribución especial de las actividades propias de los territorios. De acuerdo con el carácter integral de los desafíos y las necesidades actuales de avanzar en la articulación e interrelación de los procesos de planificación para el ordenamiento y el desarrollo. Es importante reconocer la escala departamental, como nivel intermedio, a través de las directrices y los Planes de Ordenamiento Territorial Departamental.
Estos tienen la función de articular al territorio desde lo supramunicipal, subregional y hasta los contextos regionales y el nivel nacional, alrededor de posibles escenarios de uso y ocupación del espacio, de la organización de los asentamientos, la localización de la infraestructura física y social supramunicipal y departamental. Las directrices y los posibles planes, a su vez, se inscriben en estructuras de regionales y macrorregiones establecidas en el modelo de ordenamiento territorial departamental y los lineamientos que se definirán en la Política General de Ordenamiento Territorial Pgot, formando así, con el nivel nacional, un sistema territorial multiescalar interdependiente de ordenamiento territorial.
Dentro del desarrollo del Plan de Ordenamiento Territorial del departamento del Magdalena se debe tener en cuenta la productividad y competitividad de las actividades económicas del territorio. De igual forma, mejorar las condiciones de vida de la población, a través del ordenamiento territorial, en el entendido de que las condiciones de manejo, uso y conservación del ambiente tienen que ver con la calidad de vida de la población.
Seguido de esto, el diseño de una estrategia de desarrollo integrado del territorio en el que se compatibilizan los objetivos económicos, ambientales y sociales, buscando un desarrollo económicamente competitivo, social y culturalmente justo, sostenible y regionalmente equilibrado. Y también, por medio de este instrumento se logra el desarrollo sostenible a partir de la conservación, protección y recuperación tanto de los recursos naturales como del patrimonio histórico-cultural, este componente se denomina ambientalista.
El diputado Luís Vives manifiesta, que se debe revisar cómo se pueden proteger los territorios ambientales, “pero al mismo tiempo, se debe mirar cómo podemos hacerlos productivos, por ejemplo, haciendo ecoturismo. Allí viven poblaciones que necesitan vivir de algo, y se debe buscar como en consenso se les da un giro ecoturístico a distintas zonas protegidas del departamento, pero de la mano de la protección y preservación. Este Departamento está bañado por varios ríos y por tal razón hay ciénagas; en medio de la interdisciplinaridad y partiendo de las distintas opiniones de los gremios y conocedores del Magdalena se deben buscar las formas de protegerlos”.
VOCACIÓN Y PROBLEMAS
El Departamento al presentar problemas de conectividad tiene un crecimiento lento, razón por la cual, Patricia Caicedo Omar, administradora Pública Territorial, especialista en Análisis y Gestión Ambiental y magíster en Ordenamiento Regional y Territorio, señala, que si bien es positiva la implementación del Plan de Ordenamiento Departamental, la vocación del Magdalena no debe ser encaminada solo a los temas de hacer vías, porque debido a las condiciones ambientales y del suelo de este territorio, se puede llegar a la deforestación y desaparición de ecosistemas existentes en esta zona del país.
“Es claro que se están tocando todos los temas relacionados con conectividad como una necesidad prioritaria del departamento, pero considero que no se pueden dejar de lado los objetivos sostenibles. El Plan de Ordenamiento Departamental, debe ser un instrumento de ordenamiento donde se le dé la importancia debida a la sustentabilidad de nuestro territorio, donde se tenga en cuenta la riqueza de sus complejos cenagosos, y de sus distintos ecosistemas, algunos más delicados que otros.
Si se pone a la conectividad vial por encima de la sustentabilidad del departamento, vamos a tener en el mediano plazo, una afectación directa en todos los ecosistemas estratégicos para la región. El Plan de Ordenamiento del Magdalena también debe enfocarse en un departamento turístico, pero sostenible, basado en todos los complejos cenagosos y en los ecosistemas que se extienden a lo largo del territorio, teniendo en cuenta que nosotros somos una cultura rural. Por encima de todo debe trabajarse no solo la sostenibilidad, sino su sustentabilidad, conservar las tierras productivas, porque hay una cantidad de ecosistemas diversos y distintos que no se pueden sacrificar de ninguna manera”.
Los Planes de Ordenamiento Departamental como parte esencial para la sostenibilidad y sustentabilidad tienen como desafío articular visiones, lineamientos, planes estratégicos, ambientales, de competitividad, viales, de infraestructura, de atención y prevención de riesgos y desastres naturales, entre otros, por lo cual se constituirá en uno de los principales determinantes para una nueva generación de territorios modernos con prospectiva y calidad como lo sustenta el DNP.
IMPORTANCIA AMBIENTAL
Sandra Vilardy, especialista en Biología, Ecología y Medio Ambiente, plantea la importancia de la integración de los ecosistemas y el desarrollo moderno del Magdalena. “El Plan de Ordenamiento Departamental debe reconocer la gran diversidad de ecosistemas que tiene el territorio del Magdalena social, cultural y económicamente. Estos ecosistemas son el soporte de las dinámicas del departamento.
Se debe reconocer el grado de deterioro en el que se encuentran actualmente los ecosistemas del departamento, y a partir de estos, se pueden explicar asuntos como la pobreza, el acceso vial y otro tipo de situaciones y factores. Por tal razón, es importante que en el Plan de Ordenamiento del Magdalena se reconozca la diversidad de ecosistemas, su estado y como ellos determinan la posibilidad de que se desarrollen otros elementos claves para su progreso, tales como la infraestructura física y las ubicaciones de los proyectos y propuestas económicas en el departamento.
Hay que propender por subsanar los vacíos jurídicos de la normatividad de ordenamiento territorial, la especulación sobre el uso del suelo, la informalidad y los derechos de propiedad, dando prioridad a la relación y reducción de brechas urbano-rural, a la infraestructura y los servicios públicos y a resolver los conflictos asociados al uso del territorio. En este contexto, lo que está en juego es la construcción de una verdadera política territorial interdisciplinaria”.
SIN CAPACIDAD FINANCIERA, NI TÉCNICA
Los municipios del Magdalena no tienen capacidad técnica, ni financiera. Aunque desde hace doce años tienen los instrumentos de planificación territorial vencidos algunos no tienen la esperanza de actualizarlos.
Los municipios con vigencias vencidas a largo plazo son: Santa Marta, Algarrobo, Aracataca, Ariguaní, Cerro de San Antonio, Chibolo, Ciénaga, Concordia, El Banco, El Piñón, El Retén, Fundación, Guamal, Nueva Granada, Pijiño del Carmen, Pivijay, Plato, Remolino, Sabanas de San Ángel, Salamina, San Zenón, Santa Ana, Sitionuevo, Tenerife, Zapayán y Zona Bananera; mientras que los municipios con vigencias vencidas a mediano plazo son: Puebloviejo Pedraza, Santa Bárbara de Pinto y San Sebastián de Buenavista.
Actualmente se encuentran en proceso de actualización o ajuste los instrumentos de ordenamiento territorial de los municipios de Santa Marta, Ciénaga, Plato, Fundación, San Sebastián y El Banco.
“Hay muchos municipios que quieren, pero no tienen los recursos, porque deben invertir en otras necesidades que apremian. No hay hospitales, no hay escuelas, tienen necesidades que priorizan, por eso dejan de lado los instrumentos de planeación, saben que es importante que los necesitan, pero tiene la limitante del recurso”, precisa Racines Ravelo, docente de planta del Programa de Economía de Unimagdalena.
Debe existir acompañamiento de la COT Regional desde la Gobernación del Magdalena, la Universidad del Magdalena, donde se articulen con los municipios en una hoja de ruta con el objeto de materializar el ordenamiento en el mediano y largo plazos.
ACOMPAÑAMIENTO
Claudio Devani afirmó, que la Oficina Asesora de Planeación trabaja paralelo en la elaboración del Plan de Ordenamiento Departamental, POD, junto con las alcaldías municipales, los secretarios de planeación, Umatas y otras dependencias, quienes aportan la información de su territorio.
“Los insumos que nosotros desarrollamos para el POD los tenemos que revertir a los municipios. Cuando esté terminado el Plan de Ordenamiento Departamental, adoptado mediante ordenanza, con su cartografía y todos sus documentos técnicos, la Comisión de Ordenamiento Territorial recomienda que eso sea motivo para que los municipios reajusten sus POT”.
En la primera fase de talleres de validación para el diagnóstico territorial participativo solo dejaron de asistir tres de los 30 municipios del Magdalena.
Al mismo tiempo se desarrolla un diagnóstico técnico, en el cual participa la Universidad del Magdalena con un grupo de profesionales para elaborar análisis que complementen lo que surja de los talleres participativos.
LLAMADO A LOS ALCALDES
El secretario de Planeación, Eduardo Arteta, hizo un llamado a los alcaldes municipales para que de manera urgente hagan contacto con el Departamento Nacional de Planeación y solicitar la asesoría técnica para la actualización de sus POT.
Así mismo, pedir apoyo de la academia y de entidades técnicas que manejan temas como la actualización de catastros; como también mantener la sinergia con el gobierno departamental con el fin de sacar adelante los Planes de Ordenamiento Territoriales y el Plan de Ordenamiento Departamental.
CAMBIO ARBITRARIOS
Magdalena es uno de los departamentos que la Fiscalía indaga por supuestas anomalías en el cambio del uso del suelo para expedir licencias de construcción y favorecimiento individual de tierras.
Al respecto, la Dirección Especializada contra la Corrupción de la Fiscalía adelanta investigaciones que involucran a 93 municipios de 10 departamentos en los que se encuentran Cundinamarca, Antioquia, Cauca, Huila, Tolima, Santander, Meta, Magdalena, Quindío y Valle del Cauca.
«Sí bien puede presentarse que se cambie el suelo para beneficios propios, no puedo afirmar que esté ocurriendo en el Departamento. Por ejemplo, se puede beneficiar a los cultivadores, pero es algo que no debe darse, puede traer consecuencias graves para la tierra, además de contaminar el agua. Debemos esperar a que el documento esté listo para debatir, y esto será luego de terminados los procesos previos.
Sé sobre las mesas de trabajo de articulación con los municipios que se han realizado, al igual que los debates en la Asamblea Departamental, pero hasta el momento no se ha presentado a la sociedad para hacer parte de la discusión e identificar si se dieron los lineamientos para favorecer al Departamento o si solo se favorecen a algunos grupos de interés económico», precisó la experta en administración urbana, Patricia Caicedo.
BARRERAS EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
Daddy Gutiérrez de Herazo, jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres del departamento del Magdalena, manifestó, que la principal desventaja que tiene la gestión del riesgo es la falta de actualización de los instrumentos de ordenamiento territorial de los municipios.
“Sin esa herramienta es muy difícil tener un plan de gestión del riesgo bien aterrizado, pero tratamos por las vivencias, por todo lo que hemos recopilado a través de los años y los eventos que han ocurrido, diseñar un instrumento que nos sirva de orientación para los próximos gobiernos departamentales”.
La información contenida en el Plan de Gestión del Riesgo Departamental fue aportada por los coordinadores de los municipios, además de las estadísticas reportadas en el Sistema Nacional y recopilación de datos de los Planes de Ordenamiento Territoriales vencidos.
Los Planes de Gestión del Riesgo de Desastres son fundamentales para prevenir tragedias que pueden costarle la vida a cientos de personas. Es por ello, que la inclusión de la gestión del riesgo se ha convertido en prioridad para el Gobierno Nacional, quien por medio de leyes exige a los entes territoriales elaborar las estrategias necesarias para identificar y reaccionar de forma correcta ante alguna emergencia.
Una forma de mitigar los impactos de los fenómenos naturales es conocer los escenarios de riesgo y fortalecer el trabajo preventivo.
El Gobierno departamental espera en estos momentos el visto bueno de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, del documento que establecerá la ruta para eventualidades que pongan en riesgo a los habitantes del departamento del Magdalena.
AMENAZAS IDENTIFICADAS
Con base en las informaciones recopiladas en los diferentes municipios, la Oficina de Gestión del Riesgo del Magdalena tiene identificadas las amenazas en cada subregión del departamento.
Tsunamis, sismos, movimientos en masa, erosión costera, diapirismo de lodo, incendios forestales, huracanes e inundaciones, son algunos de los fenómenos naturales que amenazan a esta región del país.
De acuerdo con el estudio adelantado por profesionales de la Universidad del Magdalena, funcionarios del gobierno departamental y del nivel central, se pudo establecer que en temporadas de huracanes sufren afectaciones la mayoría de los municipios del Magdalena, la franja costera y los ribereños.
En cuanto a la sequía se presentan inconvenientes en el perímetro urbano de Santa Marta, la subregión Río, Centro y Sur.
Por su parte, los municipios de Sitionuevo, Puebloviejo, Ciénaga, Salamina, el corregimiento de Guáimaro, Santa Ana y Santa Marta, son escenarios de riesgo por los impactos de la erosión costera y fluvial.
Los tsunamis fueron incluidos en el listado de amenazas del Magdalena a raíz de un incidente que se registró recientemente y que afectó a los municipios de Ciénaga, Sitio Nuevo y Puebloviejo.
Por otra parte, la Oficina Departamental de Gestión del Riesgo aseguró, que la mayoría de los municipios del Magdalena se ven afectados por las inundaciones lentas y crecientes súbitas a raíz de las temporadas de lluvias.
GASTOS EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
Luego de revisar los antecedentes de eventos de riesgo registrados en esta zona del país, el Departamento estableció los gastos asociados a la atención de emergencias.
En el año 2016, tras el paso del huracán Matthew, se invirtieron recursos superiores a los 6.800 millones de pesos, destinados a la atención de emergencias.
En cuanto a la erosión costera, se han invertido hasta el momento alrededor de dos millones de pesos en actividades preventivas que permitan reducir los niveles de riesgo a los habitantes de las zonas afectadas.
Hay que mencionar, que el Gobierno canaliza unos recursos a través del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, los cuales estarán sujetos a las apropiaciones que para el efecto se asignen en el Presupuesto General de la Nación y estén contenidos en el Marco de Gastos de Mediano Plazo.
La Junta Directiva establecerá la distribución de estos recursos en las diferentes subcuentas de acuerdo con las prioridades que se determinen en cada uno de los procesos de la gestión del riesgo.
El Gobierno Nacional a través del Ministerio de Hacienda y Crédito Público garantizará que en todo momento el Fondo Nacional cuente con recursos suficientes que aseguren el apoyo a las entidades nacionales y territoriales en sus esfuerzos de conocimiento del riesgo, prevención, mitigación, respuesta y recuperación, entiéndase: rehabilitación y reconstrucción y con reservas suficientes de disponibilidad inmediata para hacer frente a situaciones de desastres.
NIVEL CENTRAL
El Gobierno Nacional brinda un acompañamiento a los entes territoriales a través de la Comisión Nacional Asesora para la Investigación en Gestión del Riesgo de Desastres creada mediante la Resolución 795 del 29 de julio de 2014.
Este grupo tiene como propósito orientar la construcción de lineamientos y promover procesos investigativos en aras de aumentar el conocimiento del riesgo; así mismo, en cumplimiento de la Ley 1523 de 2012, los integrantes de esta Comisión ayudan a consolidar la información relacionada con proyectos de investigación en Gestión del Riesgo de las entidades e instituciones que conforman el Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y que por su naturaleza contribuyen con el tema.
De igual manera participaron en la elaboración del Plan Departamental de Gestión del Riesgo, dos estudiantes de la Universidad del Magdalena. Los talleres que se desarrollaron en los diferentes municipios también fueron muy útiles, porque los mismos funcionarios suministraron información veraz de los problemas que hay en cada subregión.
Las entidades operativas que conforman el Sistema de Gestión del Riesgo también hicieron su aporte con información que permitió la elaboración del documento.
COLOMBIA, UN PAÍS DE AGUA
Todo el país presenta diferentes factores de riesgo, especialmente en el tema de inundaciones. En el caso de la región Caribe, unos departamentos sufren más afectaciones que otros, como es el caso del Atlántico, que debido a su ubicación geográfica sufre menores impactos que el Magdalena.
“Aunque sufre menos el Atlántico, también notarán que es muy vulnerable a las inundaciones. Cuando se rompe el Canal del Dique inunda todos esos territorios; un vendaval causó daños en los municipios, lo mismo sucede en el departamento del Magdalena, veo un poco más de riesgo porque los ríos están colmatados; se han invadido mucho las rondas de los ríos”, explicó la jefe de Gestión del Riesgo departamental.
La funcionaria Daddy Gutiérrez recordó, que en 1960 le instalaron una al río Fundación, y esto provoca que el arrastre en desechos que tiene el afluente sea de 3 metros 30 centímetros, además de formar espejos de agua, que producen desbordamientos de manera constante.
CONCEPTO ERRADO DE LA GESTIÓN DEL RIESGO
El Gobierno Nacional define el Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia como el instrumento del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres creado por la Ley 1523, que define los objetivos, programas, acciones, responsables y presupuestos, mediante los cuales se ejecutan los procesos de conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y manejo de desastres en el marco de la planificación del desarrollo nacional.
Daddy Gutiérrez de Herazo señaló, además, que uno de los principales inconvenientes es que hay un concepto errado sobre la gestión del riesgo. “La gente lo ha entendido como un tema exclusivo de atención. Muchos ignoran que también tenemos el conocimiento y la reducción del riesgo. Si conocemos el riesgo sabemos dónde tenemos que intervenir y con ello minimizar la alta vulnerabilidad”.
La ley les exige a los municipios tener un fondo municipal de gestión del riesgo. “El municipio es el que debe hacer el mayor esfuerzo; sabemos que tienen poca capacidad económica y por eso entra el departamento y el Gobierno Nacional a apoyarlos”.
ACCIONES PREVENTIVAS
Con el apoyo de la Unidad Nacional, actualmente se ejecutan en el Departamento una serie de obras para mitigar los riesgos.
El río Fundación está intervenido en Fundación, El Retén y Aracataca. Gracias a los trabajos que se desarrollan en el afluente, los impactos de la segunda temporada de lluvias no fueron tan graves con en años anteriores.
Así mismo, la Alcaldía del municipio de El Banco, con apoyo de la Gobernación del Magdalena, ha ejecutado obras en los puntos que históricamente han sufrido inundaciones.
“Ellos hicieron un estudio con Cormagdalena y construyeron unos jarillones que demostraron durante noviembre y diciembre que esa era la solución al problema de inundaciones.
En estos momentos El Banco presenta más inconvenientes en el casco urbano que en los corregimientos que eran inundables y esto gracias al trabajo de mitigación”, afirmó Daddy Gutiérrez.
A CUMPLIR LAS NORMAS
A comienzos de 2016, la Procuraduría General de la Nación en ejercicio del control preventivo y de gestión exhortó a los gobernadores y alcaldes para que den cumplimiento a los deberes ambientales en materia de protección y uso sostenible de los recursos naturales renovables.
El órgano de control destacó la necesidad de incorporar la variable ambiental y de gestión del riesgo en los planes de ordenamiento territorial de los municipios. Así mismo, se hizo énfasis en la importancia de articular el Plan de Desarrollo Municipal y el Plan de Ordenamiento Territorial para garantizar un adecuado aprovechamiento y manejo del suelo y de los recursos naturales.
Daddy Gutiérrez de Herazo aseguró, que la Procuraduría le está haciendo seguimiento a las herramientas ordenadas por el Gobierno Nacional para reducir los riesgos en el departamento del Magdalena.
“No gastemos tanto en atención, sino que vamos a prevenir, a prepararnos, a eso es lo que deben apuntarle los municipios y sus alcaldes e incluso, la misma comunidad, que son los primeros respondientes ante una situación de emergencia”.
Las tragedias se producen porque la naturaleza reclama sus espacios y aunque ha habido antecedentes en el país de hechos lamentables, la falta de planificación urbana es la constante en la mayoría de las regiones.
La incapacidad de ofrecer una respuesta inmediata y oportuna en caso de registrarse una emergencia es por la falta de conocimiento de los riesgos en el territorio.
Alrededor de 13 mil viviendas están ubicadas en los cerros de la capital del Magdalena, de acuerdo con estudios elaborados por el Instituto Geográfico ‘Agustín Codazzi’.
El director de gestión del Riesgo del distrito de Santa Marta, Jaime Avendaño, le manifestó a OPINIÓN CARIBE a finales de 2017, que cerca de 22 mil personas habitaban en zonas de alto riesgo.
El funcionario distrital aseguró, que estas familias están asentadas en zonas de invasión, como las rondas hídricas, por encima de la Cota 40, zonas de reserva ecológica, entre otras. “Solamente en la zona de los 30 metros hay alrededor de 4.553 viviendas”.
Esta población es de las primeras afectadas ante la ocurrencia de fenómenos naturales o variabilidad climática, como es el caso de las temporadas de lluvias.
“En épocas de lluvias, la vulnerabilidad aumenta y el riesgo de deslizamientos es mayor; no obstante, este es un dato probabilístico y ante esto es mejor implementar acciones para que las personas escapen de estos escenarios en los que pueda pasar algo”, sostuvo Jaime Avendaño.
COMPONENTE AMBIENTAL
En el diagnóstico de la etapa de alistamiento fueron identificados como problemática ambiental en la Subregión Centro los cambios climáticos, porque si llueve, se mueren los cultivos y se ahogan las reses, lo mismo sucede cuando hay sequía extrema.
También fue identificada la tala indiscriminada de árboles, además de la práctica de actividades improductivas en suelos fértiles para el cultivo. “El uso del suelo lo indica un instrumento de ordenamiento territorial, cuando se tiene claro que como municipio, no hay desorden, pero solo se están fijando en los planes de desarrollo y no en los instrumentos, los cuales tienen restricciones”, señaló el Director Operativo del POD.
Un plan de desarrollo debe ir de la mano de los instrumentos de ordenamiento territorial para que el municipio crezca armónicamente y con pautas para mejorar el ordenamiento territorial.
INVASIÓN EN RONDAS HÍDRICAS
El problema de invasión de las rondas hídricas no solo se evidencia en la capital del Magdalena, las subregiones norte y centro del Departamento también se encuentran en riesgo por la conducta inapropiada de cientos de personas.
El magíster en economía, Jaime Morón, aseguró, que entre el 25 y 30 % de los municipios no tiene colgados en su Web la última versión de los instrumentos.
El municipio de Ciénaga tiene adelantado el proceso de elaboración de su instrumento de ordenamiento, mientras que San Sebastián terminó la revisión.
Fundación, Plato y Aracataca iniciaron la actualización de sus planes de ordenamiento; y Ariguaní fue priorizado por el Departamento Nacional de Planeación en el marco del POT moderno de primera generación. En esta iniciativa fueron invitados todos los municipios del Magdalena, sin embargo, Ariguaní fue el único que participó.
Una de las razones por las cuales los municipios no actualizan sus instrumentos de planificación es por la falta de capacidad institucional y financiera.
“Se requieren esfuerzos de concertación que demanda acompañamiento técnico, una cartografía actualizada y el manejo de información socioeconómica. El Departamento inició el proceso ajustado a la metodología planteada y a la Ley”, explicó el magíster.
Las características ambientales deben estar incluidas en el instrumento de planificación. Las rondas hídricas hay que respetarlas; los parques naturales como la Sierra Nevada de Santa Marta por su diversidad climática, deben ser cobijados en el documento.
La improductividad agrícola ha afectado a los municipios del Magdalena, los cuales tienen niveles altos de pobreza. Debido a esto, no cuentan con planes para utilizar energía renovable, que sean amigables con el ambiente.
AMENAZAS NATURALES
El departamento del Magdalena es vulnerable en cuanto a las amenazas por fenómenos naturales. Los eventos meteorológicos impactan en gran medida a los afluentes que descienden de la Sierra Nevada, provocando las crecientes súbitas.
Los organismos de socorro identifican a Santa Marta, Ciénaga, Zona Bananera, El Retén, Fundación, Aracataca, Algarrobo y El Difícil, como zonas de alto riesgo por crecientes súbitas, teniendo en cuenta que esta la segunda causa más grande de afectación, después de la inundación lenta del río Magdalena.
USO DEL SUELO
La gestión del riesgo de desastres y la reglamentación del uso del suelo, son dos de los componentes fundamentales a la hora de elaborar los Planes de Ordenamientos Territoriales.
El diputado del Magdalena, Edward Torres, sostuvo, que “a la vista de todos se encuentran municipios como Fundación, Aracataca, entre otros, donde la mayoría de sus habitantes construye sus viviendas en las orillas de los ríos, sin ningún tipo de control por parte de los entes territoriales”.
Los POT son instrumentos a largo plazo y no hay una instancia de control efectiva que permita verificar el cumplimiento de las normas establecidas en cada territorio.
“Las oficinas de Planeación y la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, serían las posibles responsables de la no aplicación de los Planes de Ordenamiento”, afirmó.
DENUNCIA EN EL BANCO
Así mismo, El diputado Edward Torres aseguró, que aunque la elaboración de los Planes de Ordenamientos Territoriales es importante, lo que debe preocupar es si los alcaldes municipales cumplen las normas establecidas dentro del documento de planificación de sus espacios.
“Más que preocuparnos en hacer bulla porque no se han actualizado, deberíamos escandalizarnos porque no se aplicaron los que estuvieron vigentes durante 10 o 12 años. Alcaldes que en su formación y en su práctica nunca tuvieron un verdadero conocimiento del ordenamiento territorial y he ahí las consecuencias”.
Según el Diputado, “la mayoría de los POT de nuestros municipios se elaboraron para adornar los anaqueles de las Alcaldías y no fueron implementados en su totalidad”.
Las construcciones irregulares ubicadas a la orilla de la Ciénaga, en el municipio de El Banco, son ejemplos que señala el diputado Torres de las normas que no se tienen en cuenta en los POT.
“No entendemos por qué ahora mismo, en municipios como El Banco, están construyendo viviendas a orillas de la Ciénaga de Palomeque frente a la planta de tratamiento de aguas residuales. Este es un pequeño ejemplo, de los 50 que hay en cada municipio del Magdalena, que los Planes de Ordenamientos Territoriales no han servido”.
Agrega, que “fui coautor del Plan de Ordenamiento Territorial del municipio de El Banco y hoy, vemos cómo las zonas de protección ambiental que nosotros definimos, fueron utilizadas para la construcción de viviendas y cómo se adueñaron los particulares de las rondas hídricas”.
En otras ciudades del país se han presentado hechos de corrupción con la valorización de tierras a costa de los Planes de Ordenamientos Territoriales.
“No conozco algún caso en el Magdalena. Considero que en otras partes pulula el interés económico, aquí predomina es el desorden y el desconocimiento. Tenemos gobernantes que no conocen nada de ordenamiento territorial. ¿Qué se puede esperar si el médico no sabe qué es un bisturí? ¿Cómo le exigimos que realice una excelente operación?”.
FALTA DE CONTROL
A entes como la Procuraduría Delegada para asuntos Ambientales y Agrarios, la Contraloría General de la República y hasta a los Concejos Municipales les ha faltado ejercer mayor control a los municipios que aún no han hecho los ajustes correspondientes a sus Planes de Ordenamientos Territoriales.
“Todavía sigue vigente el anterior, mientras no se haya elaborado uno nuevo; pero se trabaja sobre un POT que fue implementado hace 12 o 15 años para unas condiciones que hoy seguramente han cambiado o que exigen un nuevo ejercicio de planificación”, sostuvo el asesor de la Secretaría de Planeación, Claudio Devani Prado.
Al estimarse actualmente que la planificación puede ser un método útil para promover el desarrollo económico y social, casi todos los departamentos deben usarla para acelerar su crecimiento. Sin embargo, se han encontrado importantes obstáculos en su aplicación, sobre todo en la etapa de ejecución de los planes, en que intervienen no sólo elementos técnicos, sino también factores como la voluntad nacional de planificar, la existencia de recursos económicos y humanos y la capacidad administrativa departamental.
Los análisis realizados muestran que la organización administrativa encargada de la ejecución de los planes suele ser de los escollos más frecuentes para la planificación. La viabilidad de los planes depende no sólo de la coordinación de sus objetivos y medios, y de consideraciones técnicas, económicas y financieras, sino también de las posibilidades administrativas de ejecutarlos.
De ahí la necesidad de indicar claramente las instituciones, procedimientos y la capacidad directiva que habrán de utilizarse. En el proceso de planeamiento, es preciso concebir una gestión administrativa dinámica y flexible, capaz de adaptarse a situaciones cambiantes, para la ejecución de los planes. Para ello se precisan adecuados de acción y de comunicación, y un sistema eficiente para examinar las deficiencias administrativas que dificultan la puesta en marcha del plan conforme a lo previsto o su adecuación a nuevas circunstancias.
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