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Luz del Mundo, Curinca y algunas inundaciones

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El problema de las inundaciones es tan antiguo, que las personas del sector, en su mayoría, han visto crecer a sus hijos juntos con las corrientes de agua.

Álvaro Mejía Sánchez

Las lluvias siempre son recibidas con agrado en ciudades que cuentan con elevadas temperaturas. Sin embargo, para los habitantes de La Lucha y de barrios como Las Acacias, Luz del Mundo, Acodis, La Concepción, El Parque, Curinca, Las Canarias, San Ana, El Trébol, Laureles, Villa Lucy, esta situación no es para nada gratificante, porque desde que se fundaron, las inundaciones han sido constantes y afectan la vida de quienes habitan en estos lugares, aunque, como dice Nelda Caraballo, habitante del sector de La Lucha, “nosotros somos unos guerreros, estamos preparados para esto”.

LOS DOLIENTES

“La quebrada sigue su curso, lo que pasa es que Ruta del Sol ya sabía qué cantidad de agua bajaba por esa vía, ellos debían construirla acorde con la cantidad de agua que caía”, señala Edinson Caraballo.

Alba Araújo

El tiempo ha pasado y en la memoria de los habitantes de este sector, los recuerdos se han desvanecido. Alba Araújo Obredor asegura, que “ya se había presentado hace algunos años atrás, en esa ocasión se me dañó todo: la nevera, los colchones, ya se había aplacado, pero ahora volvió otra vez”. Al preguntarle si recuerda en qué momento se produjo la primera inundación su memoria le falla, ya que no encuentra una fecha exacta. De lo que sí está segura, es que han transcurrido muchos años.

En relación con la última inundación que se produjo hace pocas semanas, doña Alba dice que no culpa a nadie: “yo como no camino, ni salgo, no veo nada, pero muchos dicen que sí, muchos de aquel lado (la vía principal), vinieron a decir que es por lo que hicieron (el intercambiador Sierra Nevada), pero ya van dos veces que se nos ha metido el agua. La primera vez que me mudé aquí, se me metió el agua porque se creció la quebrada. Pero ahora sí se está metiendo bastante, porque imagínate, sale del cajellón. Cuando baja parece una cascada, en esta oportunidad fue horrible”.

PARTES INVOLUCRADAS

Para el señor Edinson Caraballo, líder comunal del sector de La Lucha, estas inundaciones se han magnificado desde la finalización de la obra: “la quebrada sigue su curso, lo que pasa es que Ruta del Sol ya sabía qué cantidad de agua bajaba por esa vía, ellos debían construirla acorde con la cantidad que caía. Doce metros de agua que vienen con una altura de 40 centímetros por esa calle canal que existía antes, la quisieron meter en un metro con cincuenta centímetros, eso es ilógico, eso es como si tú cogieras un tanque de 12 latas y lo quisieras meter en una pimpina. Por tanto, se va a llenar la pimpina y el resto se va a derramar. Lo que está pasando en estos momentos, todo lo que se rebosa y no entra al canal se nos está viniendo por aquí y nos inunda todo esto”.

Fabio Manjarrez, gerente de Proyecto del Magdalena.

Fotos Archivo El Informador

En relación con esta opinión, Fabio Manjarrés, gerente de Proyectos de la Gobernación del Magdalena, no contradice la opinión del señor Caraballo: “sí, claro que los inunda el agua que se devuelve de la vía. Están en lo cierto. Nosotros se lo hemos dicho y lo hemos establecido hasta la saciedad con la sociedad de ingenieros, pero, nosotros hicimos todas las obras que arrojó el modelo hidráulico.

El agua viene de la quebrada Tamacá, la que aguas arriba tiene un problema, ¿cuál es el problema mayúsculo?, que hay una situación de ciudad compleja con respecto a las rondas hídricas, sus cuencas y a la proliferación de los barrios sin alcantarillado, ni mecanismos de agua de recolección pluvial.

Esa problemática no es el resultado de la construcción de la vía, es un tema que debe resolver el Distrito. En la parte media que es el lugar donde está Curinca, es decir, en la parte baja, nosotros hicimos un box culvert, que arrojó el modelo hidráulico de nuestros expertos y de la interventoría, el cual trabaja de manera excelente.

El gran problema de eso es de La Lucha hacia abajo, que no tiene el mismo diámetro que tenemos nosotros, ya eso es jurisdicción del Distrito. Nosotros no tenemos la competencia para realizar obras hidráulicas”.

Jaime Avendaño, funcionario de la Oficina de Atención y Desastre.

Por su parte, Jaime Avendaño, director de la Oficina de Atención de Desastres del Distrito, no desconoce esta situación. Sin embargo, deja en claro que la Ley 1523 de 2012, en su artículo 38, hace referencia en que, “ningún proyecto de construcción puede generar riesgos mayores a los ya preexistentes, ese es un principio para tener en cuenta”,  además, “para la cantidad de lluvia que caía, nunca se había presentado una inundación de estas proporciones. Habría que recordar entonces, cómo era antes esa zona sin el intercambiador, si te das cuenta por los registros fílmicos o las grabaciones que muestra la empresa, el agua tapa completamente la glorieta o round point. Una persona que traza un diseño, lo hace teniendo en cuenta que ninguna infraestructura sea afectada por cualquier circunstancia”.

El Distrito también reconoce que estos barrios fueron fundados en zonas que históricamente han sido lugares de inundación, a pesar de ello, no están consignados por el Dadsa como zona de humedal: “dentro de nuestras resoluciones no está considerada como un humedal”, asegura Manuel Fuentes, vocero de la entidad.

Freddy Barranco

Freddy Barranco es otro habitante del sector que tiene su versión para explicar la más reciente inundación que se presentó en la entrada al sector de La Lucha: “en el sitio en que hicieron el pavimento para la vía principal hacia Curinca, pasaba un arroyo, este pavimento debieron hacerlo más profundo para que el agua pudiera correr con más fuerza; lo que hicieron fue alzarlo más, por tanto, el agua que viene con fuerza se les mete a las casas por los costados. Ese es el verdadero problema, porque el desagüe está bien, lo malo es la parrilla que se tapa con cualquier bolsita, porque las salidas son muy angosticas”.

Freddy considera que no es una cuestión por falta de cultura ciudadana, “el problema no son las basuras, si ustedes miran los huequitos, estos se tapan con nada. Debieron hacerlos normales, quitarle los tubitos que están ahí, porque no están cumpliendo ninguna función. En Santa Marta no hay un arroyo como el que está aquí. Ni en Pescaíto. Lo que pasa es que no analizaron que esto era una quebrada”.

En medio de los tecnicismos, quienes no dejan sufrir las consecuencias de la construcción del intercambiador son los habitantes de estos barrios, los cuales no soportan más esta situación tan compleja. Algunos, después de tantos años y muchas canas, esperan que alguien les ayude a encontrar soluciones pertinentes para esta problemática con la que conviven desde hace tantos años.

Otro de los casos es el de la señora Catalina Granados, una de las habitantes más antiguas de La Lucha. Ella recuerda cómo eran las anteriores inundaciones que se presentaban en el sector.

“Antes sabíamos que ya venía la inundación y corríamos a mover los enseres. Ya sabíamos que venía la quebrada, eso fue hace mucho tiempo, hasta que comenzaron el intercambiador. La quebrada corría bien, pero el problema de nosotros ha sido esto, la construcción de la Ruta del Sol, ¡La culpa es de la Ruta del Sol!, porque aquí podía llover  y nosotros salíamos, pero el ultimo día que llovió, el agua nos llegó hasta el tercer escalón, tuvimos que poner unos sacos de arena, ya nosotros estamos cansados de esos inconvenientes.

Yo tengo 61 años, como es que ahora, el agua lluvia nos va a llegar a nosotros aquí, está bien que la quebrada no está canalizada toda, pero el agua lluvia no. Nosotros estamos inconformes con eso que hizo la Ruta del Sol, porque le ha causado serios problemas a la comunidadsfsdfdsdestas casas, ahora, sufren inundaciones cuando llueve”.

LAS INCONFORMIDADES 

Omar Guarnizo

“Desde que hicieron este trabajo, el agua se ha ido metiendo para allá, porque se inundaba para acá, (La Lucha)”, manifiesta Omar Guarnizo.

Es aquí cuando aparece un elemento distinto en esta ecuación,  la Concesionaria Ruta del Sol, culpada por algunos habitantes de esta zona de no tener en cuenta las necesidades de la comunidad. Sobre la cual dicen los perjudicados, que en muchas oportunidades se le advirtió sobre la situación que se iba a presentar al momento de iniciarse la temporada invernal.

Edinsón Caraballo

“Para nosotros la obra que ha hecho Ruta del Sol se ha convertido en un problema, porque nos está provocando inundaciones. En este momento no es la quebrada la que nos las genera, sino las lluvias. En el último aguacero se pudo comprobar lo que nosotros estábamos peleando con ellos, que ese box culvert no tiene suficiente capacidad para recibir todo el volumen de agua que viene de los barrios de Curinca hacia arriba, y pasó lo que nosotros ya habíamos previsto, que esa agua no iba a caber ahí. Como puede mirar, mucha gente todavía no ha quitado las talanqueras por seguridad, porque creen que va a seguir lloviendo”, precisa el líder comunitario Edinson Caraballo.

En relación con este reclamo de los habitantes de los barrios afectados, Ruta del Sol explica, que basados en la medición que se hizo del último aguacero presentado, el intercambiador de La Lucha, media hora después, estaba completamente drenado, a diferencia del resto de la ciudad.

Para el Consorcio, lo que sucede es que hay un cuello de botella que causa las inundaciones, señala Gustavo Hernández, ingeniero Hidráulico, de la Concesión Rut de Sol que “es importante aclarar, que todas estas conexiones, rejillas y canales que están construidos, se conectan a la quebrada Tamacá antes de la 30, y como todos sabemos, después de la 30, cuando empieza La Lucha, pasa de tener diez metros, que fue lo que se le dio al box culvert que se construyó ahí, a tener 4 metros y medio en un sector.

Entonces, ese cuello de botella lo que hace es que en el pico del aguacero de gran intensidad como el anterior, las aguas se eleven con respecto de la quebrada y la capacidad de descarga de las estructuras disminuya. En ese sentido, una vez el agua baja de nivel, drena automáticamente”.

Los voceros de Ruta del Sol defienden la obra, al considerar que las estructuras ya están construidas y operan de buena manera y que estas cumplen con las especificaciones técnicas para obras de esta magnitud. Para ellos, lo que hay que hacer es meterle la mano a la quebrada Tamacá a la altura de La Lucha hasta su descarga en el río Manzanares, que se le dé un ancho de diez metros como trae ahí el box culvert. “Nosotros no podemos hacer ningún tipo de estructura que evite la inundación, porque el receptor final que es la quebrada Tamacá, está estrangulado, por lo que eso constriñe el caudal y el agua se represa.

Lo importante es que el problema se atienda con cierta imparcialidad, y que nos demos cuenta que el inconveniente de Curinca es de toda la vida y que si estas afectaciones ocurridas se hubieran dado algunos años atrás, hubiese sido peor”, puntualiza el ingeniero Hernández.

Algo diferente piensan los damnificados, quienes no ven la mejoras en el drenaje de las aguas lluvias del que hablan los voceros de Ruta del Sol, o eso piensa Petra Sierra, quien vive al lado del corredor nuevo de la entrada al barrio La Lucha, “con la reciente inundación, todas las casas de aquellos lados se inundaron de agua, todo eso fue un desastre total. Antes no se les metía el agua a las casas, ahora que Ruta del Sol hizo esto acá, si se les mete, aunque yo digo que el trabajo está bien hecho. Lo que pasa es que deben solucionarles el problema a las personas que están de aquel lado (las casas del fondo), porque cuando no habían hecho este trabajo, aquí no se metía el agua a las casas. La carretera la hicieron muy alta, ellos debieron hacerle el nivel más bajo, ya que el agua corría normalmente, eso también ha perjudicado al desagüe”.

Con respecto a otro de los barrios afectados por las inundaciones, Luz del Mundo, uno de los habitantes fundadores, Omar Guarnizo, asegura, que ahí nunca se había metido el agua. “Yo soy de los primeros habitantes, con más de 28 años, y desde que hicieron este trabajo, el agua se ha ido metiendo para allá, porque se inundaba para acá, para la parte del frente de la vía. Antes se le tenía miedo a la quebrada, cuando se desbordaba, llevábamos del bulto; ahora es mucho más complejo si se sale de control, porque si se atraviesa un palo en la canalización que hicieron, eso se tapará enseguida”.

AÑO TRAS AÑO LA HISTORIA SE REPITE

Las primeras inundaciones ocurridas durante lo que va del año, solo son un recordatorio de lo que ha sucedido a través del tiempo. Situación con la que para su infortunio han tenido que aprender a vivir. Esto, los ha llevado a adquirir ciertos hábitos de supervivencia para que el agua no los coja desprevenidos. Han aprendido a vivir con la talanquera a la mano y casi todas las casas han elevado el nivel de sus andenes, entre treinta centímetros y un metro, para que la lluvia no entre como un invitado indeseado en el interior de sus hogares, en los cuales se tienen que quedar atrapados mientras llueve, sin que puedan hacer nada al respecto.

NACIMIENTO IRREGULAR DE LOS BARRIOS

En esta situación hay que destacar, el hecho de que los barrios afectados, en su mayoría, son barrios de invasión. En el caso del barrio Luz del Mundo, sus habitantes más antiguos cuentan que fue fundado aproximadamente hace veintiocho años. Sin embargo, ninguno de ellos recuerda una fecha exacta.

En el caso de La Lucha, el barrio fue fundado en el año de 1978. Los demás barrios fueron fundados con posterioridad.

Para Edinson Caraballo, líder comunal de este sector, son cerca de 25 barrios los que en realidad se ven afectados por los recientes problemas con el intercambiador Sierra Nevada. Los demás, ubicados en la parte alta, de alguna manera han agrandado el problema, porque las constructoras que hicieron esas Urbanizaciones no tiraron el nivel hacia arriba, sino que lo tiraron para el lado de Curinca, por eso, discuten con la Alcaldía, porque en el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, no se incluyeron estos inconvenientes.

ASPECTOS TÉCNICOS DEL SISTEMA HIDRÁULICO

En el caso de las especificaciones del canal principal de la obra, el ingeniero Andrés Hatum, director de la facultad de Ingeniería Civil de la Universidad del Magdalena, explica, que es muy difícil dar un concepto hidráulico, ya que es necesario conocer muchos factores, como por ejemplo,  tener acceso a las memorias de cálculo, además, hacer un estudio hidrológico con datos de entrada confiables, es decir, se debe tener mucho acceso a la información para hacer un  diagnóstico sobre esto.

En relación con las inundaciones, el ingeniero Hatum asegura, que hay una problemática general en Santa Marta, la invasión de los márgenes de los ríos, lo  que causa, que  el área del río disminuya y cuando se producen torrentes aguaceros se produzcan inundaciones.

Momento de la construcción del box culvert,
diseñado para facilitar la salida de agua de
los diferentes barrios.

“Cerca de La Lucha se presenta el problema con la quebrada Tamacá, hay muchas casas que se inundan por lo que he explicado, que han construido muchas viviendas en la ronda de los ríos. Puntualmente sobre La Lucha, que está muy cerca a la quebrada Tamacá, que alimenta al río Manzanares, de ahí parten estos inconvenientes”.

En el caso de la zona afectada, existe un box culvert, el cual recibe las aguas que van por la quebrada Tamacá después del puente de la antigua entrada a Curinca, y la entrega del otro lado de La Lucha, en la carrera 30. Este box culvert cuenta con dos cajones en la sección transversal, cada uno mide cinco metros de ancho y dos metros y medio de diámetro. Según los voceros de la Concesión encargada de la obra, este box culvert cumple con las especificaciones requeridas para obras de esta magnitud. El costo de este fue de 4.500 millones de pesos.

¿QUÉ ES UN BOX CULVERT?

Tanto la comunidad como a los miembros de la Concesionaria Ruta del Sol mencionan un elemento que parece desempeñar un papel fundamental en todo este proceso de drenaje del agua de la zona afectada, el box culvert.

Un box culvert es un sistema de desagüe de gran tamaño elaborado en concreto reforzado. Estos componen un sistema modular en el que cada parte se conecta con el otro para formar un túnel, cada elemento se empalma con el otro de tal manera que selle de forma hermética para evitar cualquier filtración de agua.

LA COMUNIDAD AFECTADA, A LA ESPERA DE SOLUCIONES

Mientras que las diferentes entidades y autoridades se ponen de acuerdo para definir quien tiene la responsabilidad tanto de las anteriores como las más recientes inundaciones, los habitantes de la zona afectada ya tienen definido cuál es el paso a seguir. “Nosotros en estos momentos estamos pensando tomarnos las vías de hecho, estamos pensando en tomarnos la carretera, estamos cuadrando con todos los barrios vecinos para hacer una toma pacífica de la carretera para ver qué respuesta nos tienen”, aseguró un líder del lugar que pidió no ser identificado.

Los habitantes de Luz del Mundo ponen talanqueras para evitar que el agua inunde sus casas.

Pese a que lo vivido con las pocas lluvias que han caído hasta el momento ha sido difícil para los habitantes de estos barrios, su mayor temor es que las aguas que bajan de la quebrada Tamacá y el agua lluvia se encuentren en ese punto, lo que según dicen, haría que la capacidad del box culvert fuera desbordada, provocando inundaciones mayores, y mayores riesgos para la integridad de quienes habitan estos sectores.

Lo que queda claro es que los habitantes de los barrios afectados no quieren que esta historia se siga repitiendo. Ya son tantos años de vivir en esa incertidumbre, que a lo único que aspiran es vivir una temporada de lluvias en la que sus calles no se conviertan en la ruta de escape del agua que circula por el lugar, o lo que es peor, que por no encontrar una salida, el agua empiece a destruirles las paredes como pasó hace muchos años atrás.

También les piden a las autoridades tanto distritales como departamentales, que los tengan en cuenta cuando se presenten las lluvias, que no hablen de cifras y datos sobre damnificados sin ir a hacer un censo en el terreno. Muchos de los habitantes de estos barrios no entienden de conceptos técnicos ni de cifras, lo único que esperan es una solución que les ayude a mejorar su condición de vida y la de sus familiares.

Muchos habitantes de los barrios de La Lucha, como doña Alba, Catalina, Edinson, Petra, y demás, han envejecido esperando una solución definitiva a esta problemática. Ahora solo desean que la muerte no les sorprenda antes de ser resuelto este problema tan complejo por el que tanto han luchado.

Para el próximo mes se ha pronosticado intensas lluvias sobre la ciudad, lo que significa que, si las medidas que se implementen son insuficientes, los residentes de estos barrios van a sufrir las inundaciones que pueden destruir sus viviendas y sus enseres.

Mientras, ellos esperan que el remedio no resulte peor que la enfermedad, y terminen mucho más afectados que ahora.

Es importante destacar, que las personas de este sector de la ciudad no están en contra de las obras que se han desarrollado, lo que esperan es que se implementen las medidas necesarias para que no se produzcan inundaciones cerca de sus casas, ya sea por causa del desbordamiento de la quebrada Tamacá o por causa de los aguaceros.

Mientras esperan respuestas, seguirán durmiendo con las tablas listas para tapar las entradas de sus casas para así evitar que las aguas desbordadas corran sin pedir permiso hacia el interior de sus casas, además de una buena gestión para el manejo de las inundaciones, imprescindible para trabajar a nivel de cuencas hídricas consensuando políticas de planeamiento urbano, manejo y disposición de residuos sólidos, educación ciudadana e infraestructura.

 

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