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Colombia marchó por un nuevo país

La clase media colombiana despertó, los jóvenes se empoderaron y posicionaron en los procesos políticos. Todos marcharon pensando en el futuro del territorio y sus habitantes, en la educación, el medio ambiente, salud, la paz, entre otras necesidades, en especial, de acabar con la impunidad y la corrupción. A pesar del temor, se mantiene la lucha por conquistar derechos. Por estas razones, el paro nacional es uno de los Personajes OC 2019.
Wendy López Picón
Desde el pasado jueves 21 de noviembre, las calles del país se han llenado de cacerolazos y manifestaciones, a raíz del paro nacional que convocaron sindicatos, jubilados, profesores de colegios públicos, estudiantes de universidades públicas y privadas, los cuales evidenciaron que hay una nueva Colombia.
Miles de personas a lo largo y ancho del país desde el mes de noviembre se han dado cita en las calles para expresar su descontento no solo hacia la administración del presidente Iván Duque Márquez, sino contra todo el sistema que incluye las ramas legislativa y judicial. El ciudadano de a pie, llevado por su inconformidad, le ha enviado al Jefe de Estado un mensaje abrumador, un mensaje que puede considerarse colectivo por las características de la marcha, pero que al tiempo es individual, fue el sentir de cada uno de los manifestantes el que se vio reflejado en las vías del país. Sin embargo, parece que los mensajes no fueron claros y contundentes para el máximo líder de Colombia. Las declaraciones dadas por él han sido triviales y sin el ánimo de implementar medidas o corregir el rumbo de este país.
La fragilidad e impopularidad de su Gobierno mostrada por las encuestas se hizo patente en las marchas y el extendido cacerolazo. Duque tiene ahora al frente a una ciudadanía empoderada con la que es difícil negociar, porque no tiene un líder claro, no manifiesta un reclamo único, son diversas las inconformidades que el pueblo colombiano manifiesta para que haya cambios en unas directrices arbitrarias y unilaterales.
Cabe resaltar, que los ciudadanos que han salido a las calles en diferentes lugares del país procuraron que su protesta se desarrollara en paz, pero, pese a la insistencia en ello, se presentaron grandes disturbios en Bogotá y Cali por parte de desadaptados quienes aprovecharon el momento para infundir miedo en una sociedad que rechazó tajantemente estos actos delictivos.
RAZONES PARA MARCHAR
De acuerdo con la Confederación General del Trabajo, entre las razones para marchar, “se contemplan la exigencia de la revisión del salario mínimo decretado para este año; la presentación y defensa en el Congreso del proyecto de ley que reduzca del 12 % al 4 % de los aportes de los pensionados a salud; reducción y congelación de los precios de los combustibles; la eliminación de los artículos considerados lesivos para los trabajadores contemplados en la reforma tributaria; congelación de precios de los productos de la canasta familiar y cumplimiento de los acuerdos firmados por el Gobierno con las organizaciones campesinas y con los camioneros”.
CONVERSACIÓN NACIONAL FALLIDA
El presidente Iván Duque ha estado enviando mensajes fallidos a los protestantes, pues estos no parecen convencer a la ciudadanía de que puede haber un cambio o mejoramiento en la situación que atraviesa el país. Sus mensajes equívocos iniciaron desde el 21 de noviembre luego de la marcha, en donde a través de una alocución por los diversos canales del país, rechazó los actos vandálicos, pero no habló sobre lo que los colombianos querían escuchar, las soluciones a todos los problemas que presenta la desangrada y empobrecida nación.
“Como presidente de todos los colombianos quiero hablarles sobre los sucesos de este día, hoy, a pesar de los actos de violencia atribuibles a vándalos que no representan el espíritu de los marchantes colombianos, demostramos que este país puede ejercer las libertades individuales sin vulnerar las libertades de los demás. Los hechos sucedidos con posterioridad a la marcha son vandalismo puro y no obedecen a una expresión de la voluntad popular, ni serán legitimados por el derecho a la protesta, no permitiremos saqueos, ni atentados contra la propiedad privada y vamos a aplicarles todo el peso de la ley”.
Luego de este fallido intento convoco a un ‘Conversación Nacional’ en la Casa de Nariño donde citó a los alcaldes electos de las capitales del país para dialogar sobre lo acontecido, pero, en la primera reunión los ciudadanos continuaron protestando, asegurando que en la conversación no los habían incluido.
Los desaciertos han seguido, esta vez desde Cartagena, donde se desarrolla la IV Cumbre de Diálogo Social, el presidente Iván Duque mandó un mensaje a los colombianos que se han volcado a las calles para expresar su descontento con el Gobierno Nacional. “Nadie le pide a Colombia que cesen las diferencias políticas, ni las divergencias ideológicas, pero lo que sí se le pide a Colombia es que, en medio de las diferencias, exista la posibilidad de construir”, dijo el mandatario en su discurso que terminó por convertirse en su primer pronunciamiento tras la masiva jornada de protesta del domingo 8 de diciembre, en la que miles de colombianos coparon las calles de Bogotá, Cali, Medellín y un centenar de municipios del país.
Asimismo, Duque defendió su ejercicio de Gobierno, lo calificó como abierto al diálogo, destacó su Plan Nacional de Desarrollo y planteó que en su mandato busca resolver los principales problemas del país, como la cobertura de energía eléctrica, de educación, de salud. Defendió, a su vez, su gestión en materia de implementación del Acuerdo de Paz, desde su premisa de la legalidad. “Muchas de estas brechas se han profundizado, porque hemos dejado que los problemas evolucionen en detrimento de las propias capacidades del Estado”, puntualizó.
Pero el descontento continúa, la brecha cada vez es más profunda entre el gobierno y la clase media. Las protestas pacíficas continuarán debido a que los ciudadanos no han encontrado respuestas ni soluciones por parte de la administración de Duque. El capitán o timonel de este barco no se ve ni a leguas. Por tanto, se convoca a cacerolazos en las ciudades para seguir enviando el mensaje de inconformismo al Gobierno Nacional, a ver si al fin con las demostraciones masivas el Presidente que lleva en el cargo 15 meses, adquiere experiencia y saca al país de la incertidumbre y la zozobra.
LA OTRA CARA DEL PARO
Una de las caras negativas del día del paro y de las manifestaciones siguientes fue el reporte de las autoridades, en donde 769 personas, entre civiles y policías, resultaron heridas. Según la Policía Nacional, de los 769 heridos, 379 son miembros de la Fuerza Pública y 390 ciudadanos del común. Asimismo, la Institución confirmó que se abrieron 20 procesos disciplinarios por presuntos casos de abuso de autoridad e irregularidades en procedimientos. La Justicia Penal Militar también abrió 14 investigaciones.
Uno de los hechos lamentables que más marcó las protestas fue la muerte del joven Dilan Cruz, quien resultó herido el pasado sábado 23 de noviembre por un proyectil disparado por un agente del Esmad. El estudiante de 18 años, se convirtió en el símbolo del malestar ciudadano contra la violencia durante los últimos días en la capital.
Asimismo, durante la última semana, en el marco del paro nacional, encapuchados aprovecharon para infiltrarse y causar daños a bienes públicos y privados, uno de los más afectados fue el sistema de transporte Transmilenio, en Bogotá. De acuerdo con el reporte de la empresa, de las 138 estaciones que tiene Transmilenio fueron destruidas y/o vandalizadas 105, es decir, el 76 %, ya sea porque rompieron sus vidrios, las llenaron de grafitis o dañaron sus equipos de comunicación.
Durante el desarrollo de próximas movilizaciones, promotores del paro y del Gobierno nacional pidieron a quienes salgan a las calles, ejercer su derecho a la protesta, pero de manera pacífica y ordenada.
CONCIERTO A FAVOR DEL PARO NACIONAL
En Bogotá el pasado 8 de diciembre se realizó el concierto ‘Un canto por Colombia’, como manifestación a favor del paro nacional. Luego del éxito que tuvo el concierto, activistas de la Asamblea de Estudiantes de la Universidad de Antioquia promovieron un evento similar en Medellín para el próximo domingo 22 de diciembre. Hasta el momento han confirmado más de 30 bandas locales y se espera que en el transcurso de esta semana se tenga definida toda la parrilla de programación de dicho evento.
SANTA MARTA SALIÓ A MARCHAR
Por su parte, en la historia reciente de Santa Marta no se había visto una movilización masiva como la vivida el pasado 21 de noviembre, en la que los jóvenes fueron los grandes protagonistas, así como las agremiaciones, sindicatos, estudiantes, docentes, representantes del sector salud, ambientalistas, Lgbti, movimientos ciudadanos como la Garra Samaria Norte, entre otros actores, quienes se unieron a la manifestación que tuvo varios puntos de encuentro en la ciudad y cuya mayor concentración fue en la Troncal del Caribe. Todo esto indica que se ha dado una revolución, hay un proceso en marcha que la institucionalidad no ha entendido y si tiene conocimiento de ello, no lo ha sabido descifrar.


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