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La hora de la juventud
Este 5 de diciembre venidero, se elegirán los Consejos Municipales de Juventud en nuestro país, hecho para el cual están siendo llamados todos los colombianos y colombianas de entre 14 y 28 años, tanto para participar en la elección, como para postularse y ser elegido como miembro de estos consejos destinados a brindar espacios de participación ciudadana en la gestión y diseño de políticas públicas en el país.
Las funciones de los Consejos de Juventudes, serán las de actuar como instancias de interlocución y concertación ante la administración pública en temas juveniles. Concertar la inclusión de las agendas de las juventudes con las respectivas autoridades políticas y administrativas de la localidad y, quizá una de las más importante, será ejercer veeduría y control sobre la gestión pública. Es decir, velar porque aquellos programas y obras adoptados para ayudar a la juventud, efectivamente se cumplan.
El calendario, los formatos de elección y el proceso, así como los requisitos, están ampliamente explicados en las plataformas oficiales, por tanto, no es mi interés explicar demasiado ese punto. Mi idea, la de esta columna, es la de motivar a la participación. Como joven servidor público, he trabajado en temas vinculados a la juventud que en lo particular también me interesan, como el deporte, o apoyando diversas actividades que los más jóvenes hacen en sus comunidades, así que he visto a esa parte de nuestra sociedad que es pura, que es desprendida, que piensa siempre en modo solidario, que sueña con una sociedad más justa y mejor, donde realizar sus proyectos de futuro. Lamentablemente en Colombia, esos mismos jóvenes hoy perciben que su país no les da las oportunidades que merecen para echar para adelante, para tener trabajos dignos, para plantearse un futuro mejor y hoy, muchos de nuestros jóvenes piensan en irse, sienten que este país los está echando cada día. Por eso debemos llevar una palabra de aliento, de acompañamiento y de impulso de estas iniciativas que les va a permitir, ellos mismos, armar sus equipos y ser protagonistas de la transformación de su realidad.
Quienes estamos en política, debemos reconocer esa realidad, el sufrimiento y la angustia de esos colombianos más jóvenes. Es cierto que ha habido avances, en materia educativa, social, de ayudas. Pero hay temas pendientes, como el acceso al primer empleo o su participación en la toma de decisiones de los gobiernos. Así que pues, esta es una oportunidad clave para empezar a darle espacio a esas fuerzas creativas y entusiastas que envuelven a la juventud.
Por eso digo, que esta es la hora de la juventud, de las ideas frescas, de la gente cuyo único compromiso es con el bienestar social. El único consejo que les puedo dar a los más jóvenes que puedan leerme, es que participen, participen y trabajen en equipo, sin conflictos irracionales, sin pelea, sin otro ánimo que no sea el de cambiar las cosas malas y preservar lo bueno. Participen y trabajen en equipo, que este es un gran paso para nuestra democracia, participen que esta es su hora, la hora de la juventud.