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Errores que nos cuestan caro

El descuento del 20% en la factura del servicio de acueducto y alcantarillado que fuera presentado por la gerente de entonces Ingrid Aguirre Juvinao como un regalo de la administración para con los samarios, según trascendió, ha causado un detrimento enorme en las arcas de la empresa Essmar E.S.P. y en los bolsillos de los usuarios, quienes han sentido en su economía el incremento progresivo de la tarifa. En la página de contratación estatal Secop se reporta que la empresa de servicios públicos ha pagado 735 millones de pesos en asesorías especializadas para una correcta aplicación del régimen tarifario.
Al iniciar la operación directa de los servicios de acueducto y alcantarillado, el primer acto autónomo de la nueva junta directiva de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar) fue la aprobación de un descuento en las tarifas en el orden del 20%. Lo que se vendió en todos lados como el inicio de una nueva era en el manejo de las empresas públicas, resultó ser una decisión sin ningún sustento técnico que ocasionó un gran deterioro en la salud financiera de la entidad. En aquel entonces, por lo que ha dicho la Superintendencia de Servicios Públicos a este respecto, no se tuvieron en cuenta los principios que orientan el régimen tarifario de la Ley 142 de 1994.
Cuando la cuestionaron en el Concejo Distrital por las alzas en las tarifas y el deterioro en la prestación del servicio, Patricia Caicedo Omar, actual exgerente de la Essmar E.S.P. explicó que no eran alzas, sino actualizaciones que obedecían a una corrección a los errores de cálculo cometido por los pasados gerentes. “Se aprobó y aplicó un estudio de costos y tarifas con errores en la fórmula tarifaria. No se incluyeron los activos afectos a la prestación de los servicios de agua y alcantarillado, se realizó con costos y gastos proyectados y no los reales de la Essmar” manifestó la exfuncionaria.
Según la destituida gerente, el estudio que proyectó las fórmulas y calculó las tarifas, no se hizo acorde a la realidad de la empresa ni lo que ésta necesitaba para operar, invertir y proyectar. “Cuando llegué a Essmar encontré que la Superintendencia de Servicios Públicos venía haciendo un estudio y una auditoría del estado del arte de la empresa. El informe muestra varias debilidades, entre esas la tarifa. La tarifa que veníamos manejando, producto de una mala asesoría, que no hizo los cálculos, sino que hizo una proyección, no daba para sostener una empresa como la nuestra, que tiene articulados varios servicios públicos” sostuvo Caicedo Omar.
En la página de contratos de la Essmar E.S.P figuran tres contratos de asesoría especializada para asuntos tarifarios: uno en 2017, firmado por Magda Carolina Correal, como representante legal de la Consultoría de Servicios Públicos y Medio Ambiente S.A.S – Mag Consultoria S.A.S. e Ingrid Johana Aguirre Juvinao, en calidad de Gerente General de La ESSMAR E.S.P. Tiene por objeto la prestación de servicios profesionales en el Apoyo y Asesoría especializada para la prestación de los servicios Públicos de acueducto, alcantarillado y aseo en el Distrito de Santa Marta, en aspectos técnicos, comerciales, regulatorios y tarifarios atendiendo las exigencias técnicas y económicas establecidas por la Essmar E.S.P., su plazo de ejecución fue de cuatro meses y un valor inicial de 204.800.000 pesos, el 30 de octubre se le hace una adición presupuestal de 102.400.000 y un plazo de ejecución de dos meses más.
Las razones de la modificación en el valor y el tiempo de ejecución, obedecen, como se lee en el documento a que “la contratista solicitó la suspensión del contrato por el término de 16 días, contados a partir del 09 de octubre al 24 del mismo mes, indicando que: i) El operador transitorio de Acueducto y Alcantarillado no ha remitido a las ESSMAR E.S.P., la información correspondiente al cargo fijo por suscriptor y el cargo variable por metro cúbico, así como los metros cúbicos de consumo básico de acueducto y alcantarillado, y consumo complementario y/o suntuario; ii) Así mismo en las revisiones de la consultoría se han encontrado diferencias entre el catastro general de usuarios y los usuarios efectivamente facturados.”
El alcance del contrato en mención, implica entre otras cosas, la revisión y verificación de: (i) los indicadores de prestación actual, (ii) el Plan de mantenimiento formulado por el operador transitorio, (iii) la aplicación de las tarifas de los servicios públicos de acueducto y alcantarillado de conformidad con los valores establecidos en el contrato de operación transitoria. Como no hay disponibles en la sección de contratos de la página web de la Essmar ni informes de interventoría o supervisión, es imposible saber si la información al fin llegó y se cumplió con el objeto. La liquidación normal del contrato parece sugerir que sí.
Otro contrato al respecto, lo firman las mismas partes: Ingrid Aguirre Juvinao y Magda Carolina Correal, el 25 de enero de 2018, con el objetivo de prestar servicios profesionales de asesoría especializada para la prestación de los servicios Públicos de acueducto, alcantarillado y aseo en el Distrito de Santa Marta, en aspectos técnicos, comerciales, regulatorios y tarifarios, con un valor de 249.900.000 y cuatro meses para su ejecución.
Finalmente, el último de los tres contratos que aparecen en la página estatal de publicidad, fue firmado el 13 de enero de la presente anualidad por Carlos Paez Cantillo en calidad de gerente de la Essmar y Belky Rolong Ardila como representante legal de Micro y Macro Consultores SAS. El valor inicial de contrato fue de 178.500.000 pesos y un plazo de ejecución de seis meses.
Su objeto, es la prestación de los servicios profesionales especializados para el seguimiento, acompañamiento, asesoría técnica, financiera, y regulatoria para la revisión y evaluación de los aspectos tarifarios vigente de los servicios domiciliarios de acueducto y alcantarillado de la Essmar E.S.P con el propósito de implementar una tarifa que permita optimizar la generación de ingresos de la empresa, para garantizar los criterios de eficiencia económica y suficiencia financiera en la operación de los servicios públicos domiciliarios de acueducto y alcantarillado.
735.600.000 de pesos es la cifra que se reporta en la página de contratación estatal Secop como pagada por la Essmar en asesorías especializadas para una correcta aplicación del régimen tarifario legalmente estipulado y al cual no se ajustó la disminución del 20% realizada en la gerencia de Ingrid Aguirre.
En uno de los apartes de consideraciones y que justifica la suscripción del contrato con Micro y Macro Consultores SAS, se puede leer que “mediante el acta de junta directiva de la ESSMAR E.S.P. de fecha del 18 de abril de 2019, se aprobó y adoptó la tarifa de los servicios públicos domiciliarios de Acueducto y Alcantarillado, realizando un ajuste a la tarifa en un 29% para acueducto y un 80% para alcantarillado. Para la definición de los costos de referencia se emplearon costos y gastos del anterior operador y que una vez aplicados los costos de referencia y las tarifas de los servicios públicos domiciliarios de la ESSMAR E.S.P., se encontró que estos no cubrían ni reflejaban las necesidades requeridas para la adecuada operación de la empresa.”
Miryam Álvarez, jefe de regulación de la Essmar, es enfática en que aun con las tres alzas que se han presentado, las tarifas son mucho más bajas de lo que era en 2016 cuando operaba el servicio Metroagua. “Si observamos las tarifas de alcantarillado el comportamiento es muy similar, antes se tenían unas tarifas más costosas pero hoy se ha hecho un gran esfuerzo por invertir y sobre todo por darle acceso a todos. En un comparativo del cobro entre Metroagua, Veolia y Essmar de marzo de 2019 la tarifa que se estaba aplicando era la que en su momento tenía metroagua y que fueron calculadas y aprobadas por ellos en 2016” sostuvo ante el Concejo Distrital.

Said Jiménez, propietario y anfitrión del hotel Santa María City, en el Centro Histórico de la ciudad.
¿MITO O REALIDAD?
Said Jiménez es uno de los tantos pequeños, medianos y grandes empresarios del turismo y el comercio que se han visto afectados no solo por la escasez de agua y la falta de fluido en sus grifos sino también en el aumento progresivo de las tarifas. En su pequeño hotel Santa María City, ubicado en el Centro Histórico, el empresario describe la situación actual de Santa Marta por falta de agua como un tema catastrófico y asegura que tiene que hacer hasta lo imposible para conseguir agua sobre todo durante la temporada alta.
“Hemos tenido hasta cinco días consecutivos en los que no hay suministro de agua, lo que ha sido catastrófico para nosotros los hoteleros, por muy grandes que sean las albercas no es suficiente el acopio de agua, yo afortunadamente no he tenido que rechazar a ningún huésped por la falta del preciado líquido pero eso me ha significado días de locos haciendo hasta lo imposible para proveerse del líquido, porque llega la temporada y no hay agua en los grifos, ni a quien comprarle” explica Jiménez, también anfitrión de su hotel.
Para los hoteleros y comerciantes ya se ha convertido en una situación rutinaria la compra de agua para mantener surtidas las albercas como solución al problema de escasez :“nosotros que somos un hotel de servicio abierto en donde muy poco se cocina y usamos el agua para los baños y hacer el aseo, compramos entre 1.000 a 3.000 metros cúbicos de agua para poder abastecer y atender a nuestros clientes en lo que invertimos entre 150 mil a 300 mil pesos cada 15 días” explica resignado Said Jiménez.
Al igual que el gremio de comerciantes, en general los samarios del común se han visto afectados no solo por la ausencia de líquido y las vicisitudes para solventar sus necesidades sino también por el aumento progresivo que se ha ido dando en la factura.
“Invertimos para el agua de las labores y el agua para tomar, lo increíble del asunto es que, con todo y los problemas evidentes de escasez, la factura sigue llegando puntual por $200.000 pesos y sin descuento alguno. Aquí pasamos varios días sin suministro y cuando este llega la presión es tan baja que debemos dejar abiertas las llaves de las albercas toda la noche para que suba en algo el nivel de la alberca subterránea y no tener que invertir tanto en carrotanques” comenta con resignación.
En cuanto a la calidad del agua asegura Said Jiménez que es de uso exclusivo para los baños y el aseo porque ha tenido experiencias en las que el agua que compra en los carrotanques está de mejor aspecto, olor y color que la que sale por las tuberías, razón por la cual se vio obligado a cancelar el servicio de lavado de ropa en el Hotel del que es dueño y administrador y advertir los huéspedes que deben comprar el agua van a consumir.

A pesar de que las facturas llegan puntualmente, la escasez y los carrotanques son el pan de cada día.
LA NECESIDAD DE UNOS EL NEGOCIO DE OTROS
Lorenzo*, de nacionalidad venezolana, desde hace 4 años vende agua tratada para el consumo en presentación de garrafón, paca de 5 litros, para hielo, y personal en el sistema puerta a puerta, uno de los que según él requiere más paciencia y en el que alcanza a vender en el día un estimado de 200 pacas.
“Yo reparto en venta directa a quienes viven en las calles y callejones de los barrios Pescaito, El Parque, Curinca, La Ciudadela, La Universidad y Villa Paraco y vendo un estimado de 150 a 200 pacas al día, además vendo en las tiendas en las que se maneja un volumen mayor que puede llegar hasta las 1.000 pacas al día” comenta el entrevistado.

El sistema de carrotanques implementado por la Essmar E.S.P ha resultado ser demasiado costoso, ineficaz y con falencias sanitarias.
Hay sectores donde se vende más el agua y la experiencia ya le ha permitido calcular cuánto representa en dinero una casa dependiendo del número de integrantes y de capacidad de compra.“Cuando hay calor se vende más agua, y también dependiendo el estrato, pero en promedio una familia grande gasta una paca de agua al día (15 litros) lo que representa a diario $3.000 pesos y al mes un total de 90.000 mil pesos” explica Lorenzo.
Advierte sobre los riesgos de comprar al proveedor equivocado, teniendo en cuenta lo delicado del tratamiento y el transporte del agua potable apta para el consumo humano: “La manipulación del producto es importante, hay clientes que se quejan del sabor del agua y se debe a las condiciones del almacenamiento: si el camión antes de transportar agua ha movilizado otros productos como papa o detergentes el agua toma el sabor”. *Nombre cambiado a solicitud de la fuente
