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“La falta de agua, un efecto nocivo para la competitividad de la ciudad”: Alfonso Lastra Fuscaldo
En diálogo con OPINIÓN CARIBE, el Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena, mostrando su preocupación por la situación que vive la ciudad en cuanto a la prestación de servicios públicos esenciales, habla del discurso beligerante de las administraciones departamental y distrital en contra del Gobierno Nacional, del papel que pueden jugar los empresarios y la entidad para la búsqueda de soluciones estructurales a los deficientes sistemas de acueducto y alcantarillado de la ciudad y de la necesidad imperante de una efectiva planeación territorial.
OPINIÓN CARIBE: ¿Qué impacto tienen en la competitividad de la ciudad y la región los problemas de escasez de agua teniendo en cuenta que es un elemento fundamental para el desarrollo de cualquier actividad productiva?
Alfonso Lastra Fuscaldo: El impacto es fuerte en una ciudad como Santa Marta, turística, que posee unas condiciones logísticas y portuarias muy importantes, y que por sus condiciones geográficas y ventajas de tener este elemento vital importante atraería más inversión. El agua es un elemento de competitividad, la falta de este preciado líquido de manera permanente y con calidad genera un efecto nocivo a la hora de pensar en proyectos de atracción de todas las modalidades de inversión puesto que los inversionistas van a los territorios potenciales a identificar oportunidades para poder desarrollar de mejor manera sus actividades en función de la inversión que hacen y ésta es una barrera que impide contar con más oportunidades.
En los índices de competitividad presentados en el mes de octubre, evidenciamos, que en los componentes de acueducto y alcantarillado la ciudad se ubica en un posición muy baja con respecto a otras ciudades, Santa Marta en el índice queda en el puesto 30 en acueducto y en el puesto 28 en materia de alcantarillado, estos índices los revisan los inversionistas y les hace preguntarse por qué la ciudad tiene este inconveniente generando un indudable impacto.
La situación que requiere de una solución pronta, hay una necesidad grande, es un gran reto de ciudad, en el análisis previo a las elecciones locales desde lo que denominamos la Alianza para una Santa Marta próspera y participativa, el tema de agua y alcantarillado es el reto número uno por alcanzar.
OC: ¿Cuál es el papel que deberían jugar los empresarios: grandes, medianos y pequeños en la búsqueda de soluciones estructurales a este tipo de problemas?
ALF: Podemos jugar un papel de aliados de las administraciones, un papel de generación de consenso, de identificación del impacto negativo que genera esta situación para la economía de la región, para la atracción de inversión, para el desarrollo mismo de proyectos de envergadura, desde nuestro rol de empresarios, podemos alinear intereses de la ciudad, podemos ser aliados para gestionar ante el Gobierno Nacional los recursos necesarios.
No se trata de generar divisiones o enfrentamientos sino todo lo contrario, generar concesos liderados por las administraciones locales en función de la gestión de recursos. El Gobierno Nacional puede ser un aliado independientemente de cualquier línea política que lidere, estamos en función en los territorios.
En el Presupuesto General De La Republica presentado y aprobado recientemente no hay recursos para agua potable en el Magdalena a pesar de que se incrementó en un 16% en el recurso destinado al Magdalena para 2022, buscamos y no encontramos nada relacionado con soluciones al acueducto.
Una evidencia de la participación del sector privado es el caso del estudio propuesto desde la administración con la firma Cenit, en el que con un tema de acuerdos con Ecopetrol se logra que se movilicen recursos para hacer este estudio, para identificar la solución planteada en el acueducto de El Curval.
Más allá de exponer escenarios alarmantes y mostrar su preocupación ante una alza de tarifas, el Comité Gremial del Magdalena no está para evidenciar estos escenarios nocivos y preocupantes de la ciudad sino para aportar en función de la buena gestión, la unión y porque no decirlo, para presionar al Gobierno Nacional porque el sector empresarial es determinante para el desarrollo de la región.
OC: Es un hecho notorio y casi incontrovertible la falta de planeación en los procesos expansivos de las ciudades intermedias, Santa Marta es un claro ejemplo ¿De qué forma deberían abordarse desde la gobernanza estos problemas que afectan las dinámicas sociales y económicas?
ALF: Hay un tema de planeación, una situación de antaño, el distrito nunca contó con un plan maestro de acueducto y alcantarillo que es un problema de varios gobiernos atrás, sobre todo porque las ciudades deben proyectarse no a cinco o diez años sino a 100 años, es un problema de las ciudades intermedias, pero ahora que abordamos un plan de ordenamiento territorial perdimos una oportunidad valiosa para definir el plan maestro de acueducto, no lo decidimos, tampoco hay elementos que nos dicen cuál es la solución a la problemática de agua y alcantarillado y ese es un punto crucial, de ahí parte todo, no podemos hablar de gobernanza si no tenemos una línea de planeación definida, no podemos dejar esto a lo que piense el gobernante de turno, tiene que ser producto de una planeación estratégica construida adecuadamente.
Nos enfrentamos a un tema de gobernanza complejo, en su momento la falta de rigor técnico para hacer las proyecciones financieras generó un escenario de condiciones difíciles, que llevaron a la intervención de la Essmar por parte de la Superintendencia de Servicios. Hay un tema de gobernanza, la entidad toma decisiones, pero sectores gremiales, privados y academia quieren sumarse, no quiero entrar a generar debate con un tema de gobierno corporativo, no lo veo viable porque primero hay que generar diálogos sinceros y voluntades en función de sumar sectores para la solución definitiva.
OC: ¿Cree que debería pensarse en una asociación interdepartamental (Cesar-La Guajira- Magdalena) para gestionar el recurso hídrico de forma adecuada? ALF: Teniendo en cuenta que Santa Marta depende de su abastecimiento de la Sierra Nevada, pero está distante de Riohacha y de Valledupar, yo creo que antes de pensar en una solución regional, más allá de pensar en una alianza, hay que ver las buenas experiencias, buenas prácticas, siempre han sido destacadas las soluciones de Valledupar, es un acueducto de renombre a nivel nacional por la calidad, la cobertura, la permanencia y el acceso, pero creo que la solución la tenemos nosotros, tenemos fuentes hídricas, tenemos es que tener claro cuál es la mejor opción para los samarios, necesitamos mucha voluntad y capacidad de liderazgo para salir de este letargo en materia del acceso al agua.
Hay ciertos pasos que hay que cumplir, hay que ser conscientes de que nos abastecemos de agua de un sistema geográfico importante a nivel local, nacional y mundial donde habitan comunidades indígenas, donde se requiere reforestación de las cuencas y mantener el ecosistema, un tema ambiental complejo que genera inquietudes.
Hay que pensar que la solución este pensada no a mediano sino a largo plazo, proyectarse a 100 años, pensar en el futuro es el éxito de las ciudades modernas, creo que es el punto central y claro que sería una gran apuesta pensar en la generación de energía, pero en estos momentos debemos ser prácticos y pensar en la solución del agua.
OC: Las obras que solucionan los problemas de alcantarillado requieren del concurso de todas las entidades del Estado, el discurso manejado por los gobernantes de la ciudad y el departamento parecen ir en contra de esa evidente y necesaria participación, ¿cree que es el momento de cambiar esa agenda beligerante?
ALF: Siempre es así, perdimos cuatro años de gobierno, no creo que podamos seguir el mismo discurso, creo que a la ciudadanía le llegará un momento en que su preocupación sea que el gobernante solucione el problema, lo que se logra haciendo visibles los pactos que se conciertan con los gobiernos para efectos de entender lo que está sucediendo, los procesos de concertación y dialogo requieren de mucha voluntad que se traduce primero en recursos, y después en aportes técnicos para encontrar la solución más allá de los discursos.
Se hacen soluciones complementarias pero el problema estructural de la ciudad no se va a solucionar porque no se ha planificado, los gobernantes deben poner en la mesa el problema, la alcaldesa debe sentarse con todos los candidatos porque la necesidad nuestra desborda las necesidades del distrito. Para solucionar necesitamos un gobernante comprometido, se comprometieron y no cumplieron con este gobierno y con el gobierno anterior, se hablaron de muchos escenarios pero finalmente ninguna es la solución. No puede haber cobertura de acueducto si no va de la mano de la solución del alcantarillado, los problemas estructurales deben abordarse alineados con la sociedad civil, generando aportes de alianzas con la academia y los privados.