Metrópolis
Aumenta preocupación por bases desgastadas del sendero peatonal del Ziruma

En agosto de 2017, el entonces alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, inauguró la primera fase del sendero peatonal del Ziruma, una infraestructura de 1.6 kilómetros de longitud y siete estaciones, que contó con una inversión de $7.907 millones.
Este proyecto, construido al margen de la carretera que conecta al Distrito con El Rodadero, rápidamente se convirtió en un espacio concurrido para que ciudadanos llevaran a cabo actividades deportivas. Sin embargo, hoy, cuando su entrada en funcionamiento está cerca de cumplir cinco años, se empiezan a notar algunas anomalías en esta obra que generan cierta incertidumbre por las posibilidades de deslizamiento y el riesgo que esto representaría para quienes habitan los sectores ubicados en la zona baja del sendero, como Pastrana y San Pablo.
Las cámaras de OPINON CARIBE capturaron la ubicación exacta en la cual dos de las zapatas aisladas del camino parecen estar quedando sin soporte. Al respecto, fueron consultados dos ingenieros civiles, quienes dieron a conocer su concepto sobre lo que viene ocurriendo con esta obra.
Luego de ver las imágenes, el ingeniero civil y abogado, Humberto Díaz fue claro en afirmar que “sí hay posibilidad de un volcamiento lateral”, debido a que “prácticamente, ha quedado en el aire”.
“La posible consecuencia de la falla pudo haber sido un mal estudio de cimentación porque no se profundizó el anclaje ni la profundidad que había que darle. Pudo haber sido un mal diseño o una mala construcción. No veo un deslizamiento por lluvias, o sea, que haya sido consecuencia de una erosión”, informó Díaz Costa.
Así mismo, indicó que en un caso como este, el procedimiento a seguir implica hacer un llamado a la Alcaldía Distrital solicitándole implementar los correctivos que requiera el caso y remitir la información a tanto a la Contraloría, como a la Procuraduría y la Fiscalía, las cuales deberán entrar a investigar las posibles causas de esta situación.
“Esta es una obra muy costosa y no tiene sentido que no tenga duración, así la póliza de estabilidad de obra ya haya cumplido el tiempo. Se debe exigirle a la Contraloría también un pronunciamiento porque hay un detrimento patrimonial del Estado, en este caso el Distrito. De igual manera hacerle al contratista porque, de pronto, puede entrar a sanear las falencias y profundizar más la estructura”, añadió.
Aunque, aclaró que, en caso de deslizamiento, el sendero puede mantener estabilidad en el resto de tramos, pues solamente corre riesgo la parte de las inflexiones dado a que, por la soldadura, cada columna permanece fija.
“No es común que se presenten estas situaciones a sólo cinco años de su construcción, cuando existen estas fallas se acude a la póliza de estabilidad porque el contratista debe garantizar la estabilidad de la obra. La Alcaldía le hace exigible al seguro el pago de todos los daños por una mala construcción”, reiteró.
Por otro lado, la ingeniera civil Diana Quintero, estuvo de acuerdo en que se debe reforzar la estructura y que la falla podría corresponder a factores “más guiados al método constructivo”.
“El suelo de acá se caracteriza por ser rocoso, ideal para este tipo de construcción, eso lo arroja un estudio geotécnico, a simple vista se observa el terrero erosionado, pero no creo que sea el causante de esto”, aseguró, agregando que el error pudo haber estado en la mala cimentación del proyecto y no por las características del suelo.
Esta situación empieza a generar alarma entre la ciudadanía, sin embargo, hasta la fecha, la Administración Distrital no se ha pronunciado al respecto.
