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La inflación y las altas tarifas de energía: un golpe para el bolsillo de los samarios

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La inflación castiga a las personas con menores ingresos, porque aumenta el costo de vida, reduciendo su capacidad de compra. Gran parte de los productos que dejan de comprar la población son los alimentos, en un país en los que muchos padecen de hambre.

Según el DANE Colombia registró una inflación de 10,21% para julio de 2022. Gran parte de la causa de esta situación es la apertura económica, iniciada por el gobierno de César Gaviria en 1990, cuando se adoptó la idea de que era mejor importar productos porque sería más barato que producirlos en el país. Para esa época se importaba 400 mil toneladas de productos agropecuarios y hoy está importando 14 millones de toneladas, la mayoría de las cuales se podrían producir aquí. (Agencia de Información Laboral , 2020). Todas esas compras las realiza el país con un dólar que sobrepasa los 4.000 pesos; que también afecta la adquisición de los insumos agropecuarios.

Hoy, los habitantes de Santa Marta tienen una de las ciudades más caras de Colombia, con una inflación del 13,7% según el DANE, que la ubica como la segunda ciudad con mayor inflación del país. Sumado a lo anterior, los samarios están siendo afectados por el alza de las tarifas de la energía, pagando la tarifa de electricidad más cara del país, 41,3%, duplicando la media nacional que está en 22,5%(DANE).

Gran parte del alza de las tarifas se debe al mal negocio que realizó el gobierno de Iván Duque, de malvender a Electricaribe a dos empresas como Air-e y Afinia; cuya venta, además de entregar la empresa anterior por una irrisoria suma, iba amarrada a las alzas en las tarifas, como lo denunció en su momento el exsenador Jorge Robledo.

https://www.jorgerobledo.com/lo-que-ocultan-en-electricaribe/

Los habitantes de la ciudad son altamente vulnerables tanto a la inflación como a esta alza de precios, entre otras cosas por el alto grado de trabajo informal que caracteriza a Santa Marta, que es del 62% para el trimestre de febrero – abril, y con un desempleo del 12,3% (DANE). Situación que obliga a muchos habitantes a reducir sus porciones de comida para poder pagar el alto costo de la electricidad. Por otro lado, esta medida afecta gravemente al sector productivo, especialmente a los pequeños y medianos negocios, poniendo en riesgo las fuentes de empleo de la ciudad.

Lo que ocurre en Santa Marta está sucediendo en toda la región caribe, y empieza a sentirse en todo el ámbito nacional, de ahí que sean justos los reclamos de los alcaldes de los departamentos de la costa caribe, de la liga de usuarios de servicios públicos domiciliarios y otras organizaciones cívicas y sociales y personalidades democráticas ante gobierno nacional para que se rectifique el lesivo comportamiento de Air- e y Afinia, pues, de seguir esta anómala situación podría convertirse en una explosión social de incalculables consecuencias.