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Metrópolis

¡Arde Santa Marta!

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Por: Arnol Sarmiento

Redacción: OPINIÓN CARIBE

¡Arde! No solo por el golpe de calor que enfrentan los samarios en los últimos días, lo cual afecta la salud y el bolsillo debido al incremento en el servicio de energía, sino también porque Santa Marta no solo es conocida actualmente por su gran atractivo turístico a nivel nacional e internacional, ni tampoco por sus 500 años de historia. La ciudad se ha convertido en un epicentro de innumerables protestas en diferentes sectores, donde la ciudadanía ha estado reclamando durante los últimos meses una problemática en común que afecta a diversos barrios y que han sufrido durante varios años. Esto ya no deja margen para las promesas de los gobernantes, y la gente ha decidido alzar la voz y tomar medidas drásticas para ser escuchados.

Así fue la noche de ayer, cuando la comunidad del barrio La Paz de la ciudad de Santa Marta, sector Bello Horizonte, salió a la Troncal del Caribe para protestar con quema de llantas, exigiendo que se solucionen los fallos de energía, así como la falta de agua potable. Estos temas se han vuelto críticos y, al no ver una respuesta positiva por parte de los entes de control y la administración Distrital, detuvieron el tráfico vehicular en la entrada más importante de la ciudad de Santa Marta.

Ayer jueves fue un día de caos en Santa Marta. En horas de la tarde, también se registraron bloqueos en la Avenida del Río, sector carrera 19. La comunidad, armada con piedras y palos, detuvo el tráfico vehicular en esta importante vía, exigiendo un buen servicio de energía, donde aseguraban no contar con un servicio eficiente y que se presentan demasiados cortes de luz en este sector.

Estos casos que se presentaron ayer, donde los ciudadanos ajenos a estas protestas también se vieron afectados, e incluso turistas que venían del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, así como los buses intermunicipales. Esto da una muestra de la falta de autoridad y de la presencia de la administración de Virna Jonhson en la solución de las problemáticas diarias que viven las comunidades en distintos sectores de Santa Marta. Así como estos hechos del caótico jueves 22 de junio, OPINIÓN CARIBE hace un recuento a la administración distrital por si no se han enterado del calvario, descontento, cansancio y molestias de los samarios que despertaron y decidieron no dar más tregua a pañitos de agua tibia de Virna Jonhson y claramente de su inoperancia para atender las quejas de los que un día la hicieron alcaldesa de Santa Marta.

El pasado 9 de mayo, la comunidad del barrio Galicia de la ciudad de Santa Marta bloqueó la Avenida del Libertador, específicamente en la entrada del barrio Bastidas, con pancartas, ollas y tapas, para exigir el servicio de agua potable. Según los manifestantes, llevaban meses sin recibir el preciado líquido en sus hogares, pero sí recibían puntualmente el cobro de un servicio que nunca tenían. Estos hechos paralizaron la circulación vehicular por varias horas en esta importante vía.

El 11 de mayo fue una noche de horror en la capital del departamento del Magdalena, donde la movilidad fue nula debido al cansancio de los samarios que exigieron sus derechos a la prestación del buen servicio público. Este día se presentaron bloqueos simultáneos en la Avenida del Libertador y en la calle 30, donde la comunidad tomó las calles encendiendo llantas y otros elementos para exigir agua potable y el restablecimiento del fluido eléctrico, esperando alguna respuesta de las empresas prestadoras de estos servicios, así como de la alcaldesa Virna Jonhson, pero respuestas que nunca llegaron.

En la mañana del viernes 12 de mayo, se presentaron dos bloqueos simultáneos en la ciudad de Santa Marta. Los residentes del barrio Altos de Bahía Concha bloquearon la vía que conecta con el balneario Bahía Concha y el Relleno Sanitario de Palangana, mientras que, en la Vía Alterna, exactamente en la entrada al barrio Juan XXIII, también se presentó un bloqueo.

El 16 de mayo fue una noche en la que el comercio portuario se detuvo. Las comunidades de Juan XXIII, Almendros, Portal de las Avenidas, San Pablo, entre otros barrios, bloquearon esta importante vía cerca de las 7 de la noche, reclamando la falta de agua potable. Afirmaron que llevaban meses sin suministro.

En la mañana del 24 de mayo, los habitantes del barrio Pescaito llevaron a cabo una protesta en la vía Alterna al Puerto. Esta manifestación se realizó debido a la falta de suministro de agua que padecía la comunidad de este sector desde hace más de un mes y de la cual no habían recibido ninguna ayuda por parte de las autoridades competentes.

El 30 de mayo, las protestas continuaron por la mala prestación de los servicios públicos en la ciudad de Santa Marta. En esta ocasión, la falta de luz fue el desencadenante para que los habitantes del barrio La Paz se tomaran la vía Troncal del Caribe en respuesta a la falta de luz que llevaba ya 5 días.

Y no podemos olvidar a los habitantes del barrio 13 de junio de la ciudad de Santa Marta, que se tomaron por tercera vez la calle 22 con carrera 17 en protesta por la falta de agua potable en la zona. En ese momento, el sector llevaba más de 25 días sin acceso al suministro de agua, lo que llevó a la comunidad a manifestarse para hacerse escuchar.

Estos casos, que hemos revelado en OPINIÓN CARIBE a lo largo de varios meses, siendo el mes de mayo el más crítico, este medio de comunicación ha denunciado en varias oportunidades las quejas de los samarios que piden soluciones prontas que no se queden solo en palabras o promesas de campañas, como es habitual por Fuerza Ciudadana, que lleva 12 años de gobierno y no ha hecho nada en cuanto a sus promesas de agua potable y una vida digna.

Pero esto no es todo, ya que este medio de comunicación también ha estado cubriendo los hechos que se han presentado en la Zona Bananera, donde las comunidades de la parte alta de la Sierra Nevada exigían el cumplimiento de unos acuerdos pactados con la gobernación del Magdalena, encabezada por Carlos Caicedo, en relación al mejoramiento en la prestación de salud, educación y las vías, así como la activación de planes de contingencia ante las emergencias ocasionadas por las lluvias durante el año, las cuales dificultan el traslado de sus cosechas.

Estos bloqueos perduraron cerca de una semana en este sector de la Troncal de Oriente, específicamente en la vía que comunica a Fundación con Aracataca, la Zona Bananera con Ciénaga y este último municipio con Santa Marta. Estos bloqueos generaron pérdidas millonarias para los comerciantes y productores de banano, que es la principal economía de esta zona. Además, causaron el desabastecimiento de productos en la canasta familiar en la ciudad de Santa Marta.

Esta misma situación de bloqueos se vive también a diario en la vía que comunica a Santa Marta con Barranquilla. Emprender un viaje por este corredor se ha convertido en un juego de azar, ya que un trayecto que normalmente dura solo una hora y media puede prolongarse durante todo un día. Esto se debe a que las comunidades que viven cerca de esta importante vía suelen protestar regularmente para llamar la atención de los entes gubernamentales y exigir que se resuelvan sus necesidades, las cuales han sido olvidadas por los gobernantes. La pobreza es evidente a simple vista. Desafortunadamente, aquí todos somos afectados como daño colateral debido a las deficiencias en los servicios públicos, la falta de oportunidades laborales y otras necesidades que el gobierno nefasto de Carlos Caicedo nunca ha abordado.

Los bloqueos de vías se han vuelto recurrentes, generando caos y afectando a los residentes, así como a los comerciantes y turistas que visitan la ciudad. Las consecuencias de estas protestas se han traducido en pérdidas económicas millonarias y en el desabastecimiento de productos esenciales. La falta de autoridad y de una respuesta efectiva por parte de la administración local ha generado un clima de descontento generalizado.

La situación en Santa Marta es alarmante. Las constantes protestas reflejan la insatisfacción de la población ante la falta de atención a sus necesidades básicas y el incumplimiento de promesas por parte de las autoridades. Es necesario que se tomen medidas urgentes para abordar las problemáticas existentes y restablecer la confianza de los ciudadanos en sus gobernantes.