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Fuimos a pasear

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El reciente desempeño de los atletas colombianos en los Juegos Olímpicos de Francia 2024 ha dejado un sabor amargo y una sensación de profunda desilusión en el ámbito deportivo nacional. El resultado fue contundente: Colombia ocupa al día de hoy, el puesto 58 entre 70 participantes, una ubicación que refleja no solo una crisis en el deporte, sino también una problemática mucho más profunda en la administración pública y la gestión de recursos. Esta situación lamentable es una muestra más de la estafa en la que se ha convertido el supuesto «gobierno del cambio» que actualmente mal gobierna a Colombia. En este artículo, exploraremos las razones detrás de este desastre y cómo las decisiones gubernamentales han impactado negativamente al deporte nacional.

El Desempeño Olímpico Es Un Reflejo De La Desfinanciación Del Deporte En Colombia

El rendimiento de los atletas colombianos en los Juegos Olímpicos de Francia 2024 fue desalentador. La falta de medallas y la baja posición en el ranking general evidencian una preparación insuficiente y una falta de apoyo institucional. Sin embargo, este pobre desempeño no es sorprendente cuando se considera el contexto de desfinanciación que enfrenta el deporte en Colombia.

Reducción del Presupuesto para el Deporte

El presupuesto para los deportistas colombianos ha sufrido una reducción drástica. La Ministra del Deporte, Luz Cristina López, confirmó ayer que el presupuesto para el próximo año será de apenas 464 mil millones de pesos, una reducción del 66% comparado con los 1.312 millones de pesos asignados en 2024, cifra aún insuficiente para el desarrollo de nuestros deportistas.

El congresista Mauricio Parodi alertó sobre esta situación, afirmando que la reducción será incluso mayor, alcanzando los 900 mil millones de pesos. Mientras tanto, los gastos de funcionamiento y la burocracia han crecido más del 50% en los últimos dos años, sumando más de 100 billones de pesos. Esta incongruencia en la asignación de recursos refleja una falta de visión y compromiso por parte del gobierno.

La Vergüenza Internacional por la Pérdida de los Juegos Panamericanos

La gestión del gobierno actual no solo ha afectado el rendimiento en los Juegos Olímpicos, sino que también ha llevado a la pérdida de los Juegos Panamericanos 2027. Colombia fue despojada de la sede debido a la falta de cumplimiento en el giro de los recursos comprometidos para la organización del evento. El Ministerio del Deporte, encabezado por Astrid Rodríguez, no giró a tiempo los 8 millones de dólares necesarios para asegurar la sede, a pesar de haber asegurado tener los fondos disponibles.

La pérdida de los Juegos Panamericanos ha dejado a Colombia como el hazmerreír del deporte mundial. La organización Panam Sports decidió retirar la sede a Barranquilla debido a los repetidos incumplimientos, abriendo una nueva convocatoria para buscar otra ciudad anfitriona Este hecho no solo afecta la imagen del país a nivel internacional, sino que también tiene repercusiones económicas y sociales significativas.

 

El presidente Gustavo Petro, en un intento desesperado por mitigar el daño, envió una carta al Comité Ejecutivo de Panam Sports para manifestar el compromiso del gobierno en superar cualquier obstáculo. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y Colombia quedó muy mal parada a los ojos de la comunidad internacional.

La Burocracia y la Mala Gestión Los Verdaderos Enemigos del Progreso en el País

Mientras que el deporte y otras áreas esenciales enfrentan recortes presupuestarios, el gobierno ha aumentado la burocracia de manera desproporcionada. En los últimos dos años, se han creado nuevas embajadas y consulados en todo el mundo, a pesar de un déficit de 20 billones de pesos en el presupuesto nacional Este incremento en la burocracia no solo es innecesario, sino que también drena recursos que podrían ser mejor utilizados en sectores críticos como el deporte, la educación y la salud.

La Falta de Ejecución y Planificación

La baja ejecución del presupuesto es otro factor que agrava la situación. La ejecución del presupuesto 2024 iba en apenas el 10% a mediados del año, lo que indica una incapacidad crónica para gestionar y utilizar eficazmente los recursos disponibles, Además, la falta de planificación y proyecciones fiscales realistas ha llevado a una situación insostenible, donde el gobierno presenta presupuestos basados en ingresos tributarios inflados y no realistas.

La promesa del Cambio: La Gran Estafa.

A pesar de las grandes expectativas que teníamos en varios de nuestros deportistas, quienes habían mostrado un rendimiento excepcional en competencias previas, los resultados en los Juegos Olímpicos de Francia 2024 han sido una amarga decepción. Atletas que prometían medallas para el país, se vieron superados por la falta de apoyo y los deficientes recursos destinados a su preparación. La desilusión es profunda y resuena como un eco del abandono institucional de este gobierno que ha minado nuestras posibilidades de éxito.

El supuesto «gobierno del cambio» ha demostrado ser una gran estafa para el pueblo colombiano. La desfinanciación del deporte, la pérdida de eventos internacionales importantes, y el crecimiento desmesurado de la burocracia son solo algunos ejemplos de la mala gestión y la falta de compromiso con el bienestar del país. Este gobierno ha fallado en su promesa de cambio y ha llevado a Colombia a una situación crítica.

Es crucial que los ciudadanos estén informados y exijan responsabilidad y transparencia a sus líderes. No podemos permitir que dirigentes negligentes sigan afectando nuestro desarrollo y nuestra reputación a nivel internacional. El cambio verdadero solo será posible cuando tengamos un gobierno que priorice el bienestar de su gente y gestione los recursos de manera eficiente y responsable.

No podemos seguir paseando en el camino del desastre; es hora de tomar medidas y exigir un cambio real y tangible.

Los pobres resultados obtenidos por los deportistas colombianos en los Juegos Olímpicos de Francia 2024 son solo la punta de iceberg de una administración marcada por la ineficiencia y la corrupción. El escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), donde se presuntamente se desviaron recursos destinados a la atención de emergencias. Este caso ha sido emblemático de la mala administración de los recursos públicos bajo el actual gobierno. El escándalo significativo involucró a Nicolás Petro, hijo del presidente, quien fue acusado de recibir dineros ilegales para la campaña presidencial de 2022. Estas acusaciones han generado dudas sobre la integridad del gobierno y su compromiso con la lucha contra la corrupción. El paseo infiel por las calles de Panamá nos lleva a reflexionar si este es el gobierno que queremos, los desastrosos resultados deportivos no son un hecho aislado, sino que están intrínsecamente ligados a la mala gestión, idoneidad, corrupción y la inestabilidad política que caracterizan al gobierno de Gustavo Petro. Es urgente un cambio de rumbo que priorice la eficiencia, la transparencia y el verdadero desarrollo del país.