Columnistas
Una modificación estatutaria a la medida y en los tiempos de Pablo Vera

Alardeando de su popularidad, el rector-candidato dijo en una entrevista que varios estamentos de la Universidad del Magdalena le solicitaron continuar al frente de la institución para que siga poniendo en marcha su ‘duradero y lento’ proyecto de transformación, evidenciando la falta de garantías para los demás candidatos, quienes figuran en el tarjetón más que rivales, como validadores de un proceso democrático sin democracia.
Por: José D. Pacheco Martínez
Hace unos días, el rector – candidato, Pablo Vera Salazar, arrancó la entrevista en OPINIÓN CARIBE haciendo una explicación de las razones que lo ‘motivaron’ a proponer su nombre para un tercer periodo, aun en contra de un amplio sector de la Universidad del Magdalena que se resiste a esa posibilidad y, que él y sus defensores a ultranza han denominado en forma casi despectiva: “la minoría”.
Pablo Vera inicia su intervención detallando los efectos que tiene la modificación estatutaria que lo habilita para una segunda reelección. Dijo que presenta su nombre porque las leyes de la universidad se lo permiten y tiene razón; luego, aclaró que [aunque todo apunta a eso] el parágrafo introducido en los nuevos estatutos no está redactado y aprobado en el tiempo y a la medida de sus aspiraciones, porque da la posibilidad que varios de sus antecesores participen en la contienda.
A renglón seguido, dio a conocer otra de las razones de su participación en el debate y la más importante a mi modo de ver, porque prácticamente le garantiza no solo la ventaja en la consulta, sino también, los votos necesarios en el Consejo Superior para ratificarse en el cargo. “Hoy ese escenario se abre frente a la solicitud de diversos estamentos de la institución que sienten que la universidad aún puede avanzar y consolidarse mucho más. […] Las grandes trasformaciones toman tiempo”, confesó.
Teniendo esta afirmación del rector-candidato Pablo Vera como colofón, es claro que no hay garantías para los otros aspirantes, quienes, ante los ojos de un lector bien informado, aparecen más que rivales, como validadores de un proceso democrático sin democracia, porque el resultado estaba anunciado desde el momento mismo en que se introdujo la posibilidad de una segunda reelección para Pablo Vera, aunque él diga que también se pensó, por ejemplo, en Carlos Caicedo al momento de aprobarla.
También podría pensarse que la ‘solicitud’ de la que se precia Vera, viene acompañada de interferencias, pues, algunos estamentos de la Universidad del Magdalena han emitido boletines de prensa donde hacen afirmaciones categóricas deslegitimando las claras y oportunas reclamaciones que hacen quienes, por obra de Dios, entre tanta unanimidad, se atreven a denunciar lo que es un claro abuso de poder.
Un tipo con tantas ‘horas de vuelo y experiencia’ en estas lides como Pablo Vera, cree uno como observador, no necesita que lo favorezcan ni tampoco le defiendan o ensalcen como lo han venido haciendo los estamentos que le solicitaron seguir y el sector empresarial, dejando ver la cara más fea o la única que tienen los actores políticos de la parroquia, quienes han demostrado más de una vez, que el fin sí puede llegar a justificar los medios.
‘El debate’ ha estado mediado desde el primer momento por acusaciones de lado y lado, sin que hasta el momento se haya puesto en conocimiento de la opinión pública un solo elemento de prueba que pueda conferirle veracidad a lo que dicen a título personal en entrevistas o redes sociales y, a través de los infaltables actores subterráneos que se dedican a difundir videos y mensajes con claras intenciones difamatorias.
En el pasado, yo mismo, cuando Pablo Vera fue objeto de ataques que me parecían desproporcionados y dirigidos hacia un servidor público en ascenso, escribí una columna de opinión solicitando frenar las acciones casi vandálicas en su contra, orientadas a destruir el proyecto que lideraba, sin embargo, hoy que él o quienes están detrás suyo, por uno u otra razón, utilizan la misma estrategia contra Jean Linero; quien es de los tres restantes candidatos, el que seguramente obtenga la segunda mejor votación; también tiene que decirse.
(Lea columna aquí: https://seguimiento.co/opinan-los-expertos/detengamos-el-tren-del-odio-y-la-violencia-que-quiere-borrar-del-mapa-politico )
Amén de ese debate bélico y ad hominen, que es la única estrategia posible para el grueso de los asesores políticos de la parroquia, las propuestas dadas a conocer son solamente el cumplimiento de las metas propias de toda institución universitaria pública o privada: mejorar la calidad académica, potencializar la plata docente, ampliar los cupos, lograr la gratuidad, tener más programas de pre y posgrado, propiciar la movilidad internacional, apalancar el proceso de desarrollo y productivo de la región de influencia, en fin.
En este punto, donde se da por hecho que Pablo Vera ganará la consulta y será ratificado en su cargo por el Consejo Superior, juegan un papel determinante las decisiones que en derecho se tomen en torno a las modificaciones estatutarias, pues, han sido demandas ante el juez competente. Una de las posibilidades que se desprende de las acciones impetradas, es la suspensión de las elecciones, otra, es la nulidad la elección si la Sentencia negativa a los intereses del candidato-rector es posterior a la decisión que extiende su ‘proyecto de transformación’ cuatro años más.
Este escenario de darse abre la puerta a una interinidad que, sin dudas, será aprovechada por el Gobierno Nacional para poner en marcha su Constituyente Universitaria, en el entendido de que hoy en día la Universidad del Magdalena es más afín a los grupos políticos tradicionales que al espectro ideológico del presidente Petro. Los videos del ministro Daniel Rojas Medellín, activista de pura raza, con un megáfono en la mano y rodeado de alumnos inconformes es un indicio fuerte. ¿Será esta la razón de la aparición en el escenario de Stalyn Ballesteros?
Otro elemento importante y que merece atención urgente del Ministerio de Educación, tiene que ver con la solicitud de una auditoría externa y realmente imparcial al proceso de votación electrónica, a fin de espantar las dudas que se ciernen sobre los resultados y ratificar la honorabilidad de uno o todos los participantes en la contienda y sus impulsores, quienes invierten en staff de prensa con todos los juguetes y hasta una persona que se encargue de la agenda. ¿A cuenta de qué?, se pregunta uno.
Difícilmente pueden revertirse los discursos y lo que se ha dicho en este debate por parte de dos de los candidatos, tendrá que ser investigado por las entidades competentes, el resultado es incierto como todo en los temas judiciales, disciplinarios y fiscales, lo único que aparece cierto en el horizonte de la Universidad del Magdalena, es una intervención por parte del Gobierno Nacional, propiciada, sin lugar a dudas, por la solicitud de varios estamentos de la institución, ejecutada a su vez por un sindicato y, ratificada finalmente por el Consejo Superior, a fin de extender cuatro años más la rectoría de Pablo vera.
