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Análisis

El ‘pelo’ a cambio de felicidad o dinero

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Mujeres y hombres buscan en sus coposas y largas cabelleras más que un look, ahora solo basta con tener un gran corazón para donarlos a las mujeres con cáncer y así contribuir a una peluca para ellas; o en su defecto venderlo al mejor postor, que con ofertas que van desde 200 mil pesos le alivian el alma a las deudas o a la necesidad del momento.

Por Rosa M. Camargo Vásquez

El altruismo de muchas mujeres y algunos hombres que donan su cabello para las personas con tratamientos de quimioterapia, tiende a poner los ‘pelos de punta’. Ya es una práctica muy usual y lo que inició como una idea ‘descabellada’ hoy es estandarte incluso de fundaciones que trabajan en función de esta buena causa.

Cada vez son más las jóvenes que se despiden de sus frondosas cabelleras para cumplir con la función social de ayudar a quienes lo necesitan; es por eso que hoy en día no es tan complicado recibir donaciones de este talante.

Sin embargo, no hay que perder de vista que esta práctica también se ha convertido en un negocio, pues son muchos los que prefieren vender el cabello antes que donarlo y lo denominan negocio ‘al pelo’.

Si tu cabellera es muy larga y estás pensando en cortártela, hay compradores en todo el mundo que podrían pagar una buena cantidad de dinero por el cabello que pueden usar para crear pelucas, extensiones y otros productos. Los compradores buscan cabello que no ha sido teñido ni sometido a algún otro tratamiento. Mientras más largo y saludable sea tu cabello, mayor será su precio.

La industria de la venta y donación de cabello ha venido creciendo y no solo por la noble causa de dárselo a las personas que sufren de enfermedades terminales para que hagan pelucas, sino para ganarse unos pesos a costilla de las cabelleras largas y abundantes vendidas al mejor postor.

Se ha demostrado que, en Santa Marta, quienes desean un poco de dinero extra acuden a vender su pelo, los cuales deben tener un mínimo de 30 y 35 centímetros de extensión para recibir a cambio entre 100 y 300 mil pesos.

AUNQUE SUENE DESCABELLADO

En la actualidad, el cabello natural es más comercializado para extensiones que para pelucas, teniendo en cuenta que estas últimas solo se fabrican por encargo a personas que se han sometido a tratamientos de quimioterapia, han sufrido accidentes o tienen cicatrices en el cuero cabelludo.

Una peluca puede costar entre 70, 150 y hasta 200 mil pesos, dependiendo de los materiales que se usen para su fabricación. Las de forro de tela son más económicas, comparadas con las que tienen una base de piel de silicona, similar al cuero cabelludo.

Las pelucas de cabello natural tienen un promedio de vida de un año frente a las sintéticas, que solo duran seis meses.

De otra parte, las extensiones se han convertido en un negocio muy apetecido. Reinas de belleza, cantantes y actrices acuden a ellas. Un trabajo de cabeza completo cuyo resultado final es un cabello de 60 o 70 centímetros de largo puede costar entre 225 y 500 mil pesos.

Lo mejor de todo este negocio y además de las donaciones es que no le salen canas. Los años en vez de envejecerlo le han dado más impulso. Tras consultar a una propietaria de uno de estos establecimientos, de venta y compra de pelucas y extensiones, asegura que hace 30 años nadie hablaba de pelucas ni de este tipo de comercio en la ciudad. Hoy la cultura ha cambiado y la compra y venta de cabello hace parte de esa larga cadena de alternativas que encuentran los ciudadanos para rebuscarse la vida a ‘mechonazo’ limpio. 

DONACIÓN – PELO POR FELICIDAD

Abrir un espacio para que tanto la comunidad académica como la ciudadanía en general contribuyan en la consecución de materia prima para la elaboración de pelucas de cabello natural, es una de las convocatorias más complicadas que se ha hecho en Santa Marta.

Una de las promotoras de esta iniciativa en la capital del Magdalena es la diseñadora Johanna Mancuso, quien dirige la fundación Corazón Rosa desde hace varios años y quien tiene como prioridad ayudar a pacientes diagnosticados con cáncer, especialmente a mujeres.

Johanna Mancuso en conjunto con una peluquería trabajan para recibir a todos quienes quieran donar el cabello para la elaboración de pelucas y dejarlas a menor precio a quienes las necesitan.

El programa denominado ‘Siempre Bellas’ de la fundación Corazón Rosa, tal vez es el más importante que tiene, porque además de ayudar a las pacientes con un diagnóstico oncológico, también reciben donaciones de cabello, “por cada tres donaciones hacemos una peluca, que no solo es regalar la peluca, sino sonrisas tanto a mujeres como a niñas”, indicó.

La directora de Corazón Rosa, insiste en que cada vez es más necesario tener donaciones de cabello, porque las niñas de ocho y nueve años que ya están en tratamiento no quieren que los niños las vean sin pelo, porque sienten pena y quieren que las vean hermosas.

Explicó que, “los efectos secundarios de la quimioterapia tienen que ver con la caída del cabello, otro efecto es que la autoestima de las mujeres al verse sin cabello, se baja automáticamente, porque se ven sin cejas, la piel se les reseca y otro tipo de síntomas que empiezan a sentir.

‘Siempre Bellas’ les lleva a esas mujeres salud y vida, porque tenemos alianzas con estéticas donde les hacen limpieza facial, hidrataciones, se les pintan las cejas y también drenajes linfáticos. Además de talleres de motivación, belleza y maquillaje. Todo esto para hacerlas sentir siempre bellas”.

LA PLATA TAMBIÉN SE DONA

Si bien al vender el cabello se recibe en contraparte un monto de dinero, cuando se hacen donaciones no aplica este concepto. Pero para realizar las pelucas que disfrutan estas mujeres diagnosticadas con, cáncer es necesario el aporte en pesos.

En Barranquilla, Cartagena y Medellín, hay varias salas de belleza que, al momento de recibir las donaciones de cabello, le piden a quienes hacen el ejercicio donen también entre 40 y 60 mil pesos para los costos de fabricación de la peluca, que será entregada de manera gratuita a las mujeres con cáncer.

Para el caso de Santa Marta, aunque es necesario el dinero para enviar a otra ciudad el cabello donado, para que regresen unas pelucas tejidas con el mismo cabello, no se les exige a los donantes tal monto.

NO QUEDE CON LOS CRESPOS HECHOS

Donar es tan importante como vender. Mareiba Costa Acuña, es una de las profesionales de la belleza que aporta su grano de arena cuando de donar cabello se trata, así mismo, se encarga de recibir a quienes deciden hacer tal gesto.

“No despreciamos ninguna donación, aunque el mínimo de largo sea 30 centímetros, porque si viene una persona con una donación de 15 centímetros sirve para hacer unas capas, un copete o una china. Así que todas las donaciones son importantes”, aseguró Costa.

La profesional de la belleza específica que, para las donaciones de cabello no es necesario que sean ‘pelos vírgenes’, pero que sí estén bien cuidados, sin embargo, ella les hace un tratamiento antes de enviar el cabello para que sea transformado.

El pelo no tratado, conocido como ‘cabello virgen’, tiene un precio más elevado que el teñido o aquel que se sometió a un laceado o un permanente con productos químicos, teniendo en cuenta que estos procesos maltratan el cabello y los compradores lo buscan en perfecto estado.

UN NUEVO PROYECTO

Aunque las donaciones de cabello han sobrepasado lo esperado, los costos de hacer una peluca siguen intactos y se pagan a alrededor de 200 mil pesos. Ante estos sobrecostos, los impulsores de estas jornadas han manifestado tocar todas las puertas, entre esas la de la Universidad del Magdalena que ha abierto una posibilidad para hacer que más mujeres sientan la alegría de volver a tener cabello.

“Estamos elaborando un proyecto y creo que va hacer muy exitoso con la Universidad del Magdalena, donde vamos a tener la oportunidad de preparar a mujeres para que sean ellas mismas, tanto madres como hijas de paciente y mujeres diagnosticadas para que hagan las pelucas aquí mismo en Santa Marta”, puntualizó.

 

CIFRA

3 donaciones de cabello se necesitan para hacer una peluca. 35 centímetros de cabello lo compran entre 100 y 300 mil pesos.