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Columnistas

Algo de tranquilidad, por favor

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por: Cecilia López Montaño

 

Tenemos que bajarle la temperatura a lo que estamos viviendo actualmente en el país o más aun, todos los colombianos. ¿Será mucho pedirles a los medios, a las campañas y a todos nosotros que antes del domingo que nos espera, podamos tener algo de tranquilidad? Jamás en el tiempo que hemos vivido estas generaciones habíamos enfrentado unas vísperas de elecciones presidenciales como estas. La palabra más usada es odio, bien para promoverlo o bien para criticarlo. Parece increíble que realmente nos estemos odiando cuando este era un país amable, lleno de frases de cortesía que a veces era reemplazada por alegría, por buen humor.  Eso se acabó.

Hoy todos estamos al borde de una crisis de nervios lo que nos lleva a evitar todas aquellas reuniones donde sabemos que encontraremos personas con posturas distintas a las nuestras sobre los candidatos. Es decir, muchos tienen pavor de confesar sus preferencias porque temen o mejor saben que recibirán el rechazo hasta de familiares. Inclusive se evita este tipo de confrontaciones poque la mayoría ya las ha experimentado. Es decir, la agresividad de todos contra todos no sorprende día a día.

Es cierto que no todos tenemos las mismas responsabilidades ante la sociedad y por eso debemos reconocer si estamos o no contribuyendo a este clima de tensión en que nos encontramos actualmente. Es hora de que quienes tenemos el privilegio de que nos escuchen así sean unos pocos, hagamos un llamado a la calma, a la necesidad de vivir estos momentos sin ofender a nadie, sin tomar posiciones agresivas, respetándonos entre nosotros. Y sobre todo sin llenar de noticias falsas este contaminado ambiente.

Este es un llamado especialmente a algunos medios de comunicación que se han vuelto botafuegos, agresivos, y a miembros de las campañas que les están haciendo mucho daño a sus candidatos. Como así que se inventan sin pruebas compra de votos y encuentran que esa es la vía para desacreditar a quienes consideran ni siquiera como el contrincante de su candidato sino como su enemigo personal. Irresponsable actitud que además algunos medios alaban perdiendo totalmente el sentido de las proporciones.

Cuando se conozca el resultado final de esta campaña y se tengan que calmar los ánimos, aquellos que han incendiado el país pagarán su culpa porque Colombia no resiste seguir viviendo lo que nos ha tocado en estos últimos meses. Independientemente de quien asuma la presidencia, Colombia entrará en un período muy difícil porque este gobierno de Duque deja unos resultados muy preocupantes en temas cruciales. La economía, fuera de su tasa positiva de crecimiento, se enfrenta s déficits muy altos en distintos frentes, a una deuda externa en niveles no esperados y a una inflación que no solo puede atribuirse a la situación internacional.

Para no hablar de la crisis social del país y el incremento del hambre en amplios sectores del país. Todo esto en medio de una guerra que lejos de resolverse continúa ante la indiferencia del país dejando lideres sociales asesinados y ciudadanos acorralados por la inseguridad en las ciudades. Por ello, no tendremos tiempos fáciles así que por lo menos recíbanoslos con calma.