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El punto ciego- Psicología del autoengaño por Daniel Goleman

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Por: Edgar Romero Vásquez

El cerebro humano es capaz de filtrar selectivamente la información que recibe, y de esa manera disminuye la conciencia de la memoria y las percepciones negativas. Este mecanismo crea un punto ciego que bloquea la atención y disminuye el impacto de las decepciones. Pero aunque el autoengaño es en la mayoría de las ocasiones beneficioso para la estabilidad psíquica y emocional pues su función es preservarla, a veces puede ser peligroso y perjudicial, tanto individual como socialmente.

En la capacidad de auto engañarse del ser humano, la dificultad estriba en que no disponemos de palabras exactas para describirlo. el hecho que no los experimentemos es algo de lo que, en el mejor de los casos, sólo tenemos una vaga conciencia. Esos puntos ciegos de la experiencia son el tema fundamental del libro de Goleman.

El principal propósito será descubrir cómo evitamos darnos cuenta  de las cosas  o  dicho de otro modo, cómo fragmentamos nuestra conciencia, perdemos parte de nuestra atención  y creamos una laguna.

Existe una METÁFORA (O SIMIL) FISIOLÓGICA que representa nuestras dificultades para ver las cosas tal como son. En la parte posterior del ojo hay una zona en la que confluyen las distintas neuronas que configuran el nervio óptico que transmite los impulsos nerviosos hasta el cerebro- que carece de las terminaciones nerviosas que tapizan el resto de la retina. Esta zona, en consecuencia, constituye un «punto ciego», un punto que no registra las variaciones luminosas procedentes del cristalino, y crea en consecuencia una laguna en la información transmitida al cerebro. Habitualmente, la visión perdida por un ojo se compensa por superposición de la visión procedente del otro. Por ello, no solemos advertir la existencia de esos puntos ciegos. Pero apenas cerramos un ojo, el punto ciego se hace fácilmente presente (distancia entre cruz y punto 14 cm)

 

 

 

Para darse cuenta de este hecho, tape su ojo izquierdo con la mano izquierda y observe la cruz. A continuación, acerque y aleje el texto muy lentamente. En algún punto -ubicado entre los veinte y los cuarenta centímetros de distancia- el círculo (punto) terminará desapareciendo. Este ejemplo ilustra un hecho psicológico muy similar

Hans Selye -pionero de la investigación sobre el estrés- bautizó con el nombre de «respuesta al estrés que tiene un significado muy concreto. En opinión de Selye, la respuesta al estrés es una reacción universal del cuerpo ante cualquier clase de amenaza y peligro (quemaduras, bacterias, osos y malas noticias) .

Es muy posible que éste fuera el sistema de alarma cerebral que se disparaba -en los estadios más remotos de nuestra evolución- cuando un tigre de dientes de sable aparecía en el campo visual de nuestros antepasados, aunque hoy en día pueda ser desencadenada por la simple llamada telefónica de un inspector de Hacienda. .

Pero así tenga un origen físico o mental , el dolor es registrado en el cerebro a través de un sistema que puede modularlo. El cerebro, pues, está diseñado de tal modo que el alivio del dolor depende de su misma percepción.

NEW YORK TIMES MAGAZINE INSIGHTS-INTO-SELF-DECEPTION:

Hay que reconocer que es común que las personas se mientan a sí mismas. Freud lo explicó con defensas psicológicas, entre los principales descubrimientos que han contribuido a la comprensión moderna de la arquitectura de la mente, como han demostrado psicólogos de la Universidad de Cambridge en Inglaterra, una persona registra inconscientemente el significado de las palabras que se le presentan de tal manera que no tiene conciencia de haberlas visto en absoluto, y es posible que nunca lleguen a la conciencia en absoluto. Psicólogos de la Universidad de Wisconsin han obtenido evidencia, que sugiere que existe un mecanismo específico en la función cerebral asociado con la defensa psicológica de la represión. Es la defensa del yo que mueve representaciones a un nivel inconsciente. La transferencia de información de una mitad del cerebro a la otra, han descubierto, es el punto en que la experiencia emocional perturbadora puede ser bloqueada de la conciencia.

El autoengaño en sí mismo está llegando a ser visto bajo una luz más positiva por los psicólogos. Investigadores de la Universidad de California en Berkeley han descubierto que, en ciertas situaciones médicas, a los pacientes que niegan la gravedad del riesgo médico les va mejor que a los que se detienen en él. Esto no es que el autoengaño sea siempre para bien.. Las raíces del autoengaño parecen estar en la capacidad de la mente para aliviar la ansiedad distorsionando la conciencia. La negación calma. Freud vio que la mente, prontamente, puede negar hechos que preferiría evitar y luego no sabe lo hecho.

El hemisferio derecho es para las emociones, miedo y ansiedad. Por lo tanto, en teoría, cuando los represores experimentan ansiedad, su centro emocional en el cerebro derecho envía esa información al centro izquierdo sobre circuitos defectuosos.

PODEMOS RESUMIR: EL EXTENSO USO HUMANO DE MENTIRA Y ENGAÑO NO LOS LEGITIMA, TODO DEPENDE DEL CASO,  EFECTOS, RIESGOS Y CONSECUENCIAS.

En resumen, el autoengaño, hasta cierto punto, tiene un lugar decididamente positivo en la psique humana. Sin embargo, Lázaro señala que el contexto hace toda la diferencia. «No se debe asumir que la negación es necesariamente buena», observa. Hay pacientes prequirúrgicos no afectados, “Tomemos, por el contrario, el caso de un diabético; tiene que controlar sus niveles de azúcar constantemente. Si niega su problema, está en un gran problema».

Hay una lección que se puede extraer de la nueva investigación, es la necesidad urgente de antídotos convincentes para el autoengaño. Cuanto más entendemos cuán natural es el autoengaño en la vida mental, más podemos admitir la atracción casi gravitacional hacia poner fuera de la mente hechos desagradables. Y, sin embargo, como en el caso del diabético citado por Richard Lazarus, a menudo existe el peligro de ceder a la negación, ya sea que esa negación sea individual o colectiva.

La psicoterapia busca sanar exponiendo, no suprimiendo, verdades ocultas, y la postura del terapeuta a voluntad de sacudir el barco, de sacar a la luz aquellos hechos que se han ocultado al servicio de mantener las cosas cómodas.

ANOTACIONES DE TRADUCCION: Richard S. Lazarus psicólogo del Departamento de Psicología de la Universidad de California, Berkeley, fue pionero en el estudio de la emoción y el estrés. Daniel Goleman escribe sobre psicología para The New York Times. Este artículo es una adaptación de su libro, «Mentiras vitales, verdades simples: la psicología del autoengaño», publicado por Simon y Schuster. Copyright c 1985. VER IMAGEN PUNTOCIEGO