Metrópolis
“No creemos en su autorreconocimiento”: veedora Lilibeth Cantillo sobre el Cabildo indígena de Taganga

Una nueva discusión ha tomado lugar en tierras tagangueras: la formación del Cabildo de Taganga y la iniciativa de implementar un resguardo o jurisdicción especial indígena fue el detonante de un desencuentro entre los habitantes, pues una parte importante de la población no lo considera necesario al prever un cambio en la organización política del territorio que afectaría la toma de decisiones colectivas.
En la Asamblea pública comunitaria desarrollada en la tarde de ayer martes, que contó con la asistencia de entidades locales y nacionales, fueron expuestos los inconformismos que existen hoy en torno a toda esta situación que hoy tiene dividida a la población.
Acorde con Lilibeth Cantillo, miembro de la veeduría Taganga Despierta, el pueblo que hoy habita ha sido víctima de “ataques” desde hace varios años “por designaciones de leyes que han implementado la pérdida del territorio”.
“Este grupo, que hoy se denomina cabildo, al menos el señor Ariel Daniels y una parte de ellos, siempre han estado en esta organización, como con lo del parque Dumbira, este parque equivalió el desalojo casi del 50% de la comunidad de Taganga, casas construidas, con más de 30 o 50 años de estar aquí”, explicó, destacando que en la actualidad en el corregimiento impera una ilegalidad cercana al 70% debido a que gran parte de los tagangueros han heredado sus viviendas de generación en generación, sin embargo, quizás “por inocencia o confianza” nunca gestionaron la tenencia de papeles que acrediten su poder sobre la propiedad.
Cantillo procede relatando que hoy en día, cuando están buscando la legalización, se encuentran con leyes que estarían afectándolos directamente, entre esas la de la implementación del Dumbira.
“Crean el cabildo y ellos nunca socializaron con la comunidad las consecuencias o el impacto que podría generarse en Taganga si se daba su funcionamiento, no obstante, no se conformaron con el autorreconocimiento, a pesar de que nosotros no apoyemos eso, no porque reneguemos de ser indígenas porque lo somos al igual que todos los samarios, pero eso terminó hace mucho. Para nosotros es una burla lo que también están haciendo ellos con los indígenas, ahora piden resguardo que es una titulación colectiva del territorio baldío que hay Taganga, como dije anteriormente, cerca del 70% de la comunidad está baldía. ¿Qué harán ellos? Se apoderan de esas tierras, el Estado se las entrega a ellos, no van a poder ser cedidas, no van a poder ser vendidas ni disponer nadie de eso porque ellos van a ser los dueños, por poner un ejemplo, en comodato indefinido”, manifestó.
Lo anterior, sería uno de los principales problemas percibidos por la comunidad ante la posibilidad de cambiar la manera en la que se percibe Taganga, siendo esta una larga discusión en la que todavía no hay consenso a la vista.
“¿Cómo hacemos nosotros, el resto? Que no nos autorreconocemos y que no creemos en ese autorreconocimiento de ellos. Nos van a despojar de nuestros derechos, ellas van a ser autónomos en las decisiones que se tomen en la comunidad, ellos serán los únicos que sabrán qué proyectos se hacen en el sector y qué no, aquí tenemos muchas malas experiencias con ellos porque se han sentado con lo de Daabon a socializar el puerto multipropósitos, ¿qué nos espera a nosotros si llegan a formarse como la única autoridad?”, cuestiona la veedora.
Acorde con Cantillo, las acciones que busca implementar el Cabildo vulnerarían los derechos de los tagangueros y de aquellos que no nacieron en estas tierras pero que por más de tres décadas han tenido en Taganga su lugar de vivienda “que con todo el derecho se han ganado”.
“No queremos retroceder, queremos ir para adelante, queremos convertirnos en municipio, tenemos las condiciones para hacerlo y no consideramos que esa sea la solución para recuperar y defender nuestro territorio”, añade.
De igual manera, reitera que no quiere que nadie decida por ellos, sino que desean mantener la autonomía sobre sus casas, sus derechos y sus tierras, como siempre se ha dado. “Ellos no nos garantizan nada, para mí no son confiables, nunca lo han sido, no podemos decir que ellos van a ser los que van a decidir sobre mis intereses. Soy taganguera nativa, entonces ¿por qué vulnerar el derecho de los que no creemos en ellos y no los consideramos idóneos para manejar nuestro territorio?”, señala.
Entre otras cosas, manifiesta también que desde el cabildo las estrategias han sido ejecutadas “a escondidas”, incluso el haber pedido la solicitud de resguardo ante el Ministerio del Interior “fue a espaldas de la comunidad”.
Por el momento, las diferencias han sido notorias y el proceso parece ser largo. En el encuentro del martes no hubo unificación de las decisiones, por tal motivo, será necesario convocar otros espacios de participación que permitan seguir avanzando en la búsqueda de una respuesta definitiva.
