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Columnistas

Nos levantamos en rebeldía para impedir que un caicedismo antidemocrático liquide a las fuerzas progresistas del Magdalena

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Por Jennifer Del Toro Granados

Lideresa de Colombia Humana

Los dirigentes políticos y los líderes y lideresas sociales y ambientales, y los defensores de derechos humanos del Pacto Histórico que nos resistimos a silenciar nuestras voces críticas o que no aceptamos ser sometidos a vasallaje, mediante contratos o burocracia, somos perseguidos de forma inclemente y alevosa por el máximo dirigente de Fuerza Ciudadana, Señor Carlos Caicedo.

En el Magdalena enfrentamos dos grandes desafíos en las elecciones de 2023, que deberemos vencer si queremos cumplir con el propósito del presidente Petro de dar la batalla para profundizar la democracia, las libertades y el goce efectivos de los derechos de las ciudadanías libres, de los campesinos, de la economía popular y de los empresarios formales:

El primero, es impedir el retorno al poder territorial de las antiguas fuerzas políticas corruptas que se aliaron con el paramilitarismo; y el segundo desafío consiste en derrotar en las urnas a los candidatos que imponga Carlos Caicedo, para dejar atrás una “Década Perdida”, preñada de corrupción, antidemocracia y chambonería administrativa, que tampoco respondió a las necesidades históricas de samarios y magdalenenses.

Deseamos confirmar que estamos inspirados en los ideales del presidente Petro y del Pacto Histórico de hambre cero, de la paz total y la justicia ambiental. En la necesidad urgente de unir a los empresarios del turismo, a los agroindustriales, a los campesinos y a las ciudadanías libres, postulados que han sido ajenos al caicedismo en esta década pérdida, que ha profundizado las necesidades, y los sufrimientos históricos de la población de Santa Marta y el Magdalena.

El país debe saber que cualesquiera que sean las razones que parecen motivar o impedir que el Gobernador Carlos Caicedo ofrezca un respaldo decidido a la PAZ TOTAL en Santa Marta, no son las que me inspiran o las que impulsan a la sociedad civil. Nosotros, en cambio, reiteramos nuestro pleno respaldo al Presidente Petro para profundizar la democracia y las libertades, a partir de su firme actuación en nuestro territorio. Nuestras gentes martirizadas por la violencia durante décadas merecen reconciliarse y construir riquezas y hermandad, a partir de que los actores cuenten toda la verdad, y se aplique justicia, reparación y el compromiso de no repetición.

Ante la gravedad de la hora, exhortamos a los compañeros de la Junta Nacional del MOVIMIENTO POLÍTICO COLOMBIA HUMANA a implementar garantías oportunas, transparentes y consensuadas, que resulten pertinentes a la realidad política del Departamento.

Elevo mi voz para dirigirme a las compañeras y compañeros congresistas, dirigentes políticos y líderes de opinión del Pacto Histórico en todo el país; y para decirles que quienes desde el Pacto Histórico en el Magdalena levantamos nuestras voces en rebeldía contra lo que representa Carlos Caicedo, estamos animados por poderosas razones éticas y políticas:

Hace 12 años, los magdalenenses salieron a votar masivamente por Caicedo, para erradicar las que él calificó como «los clanes mafiosos y corruptos del Magdalena». Desde entonces, ha elegido otros dos alcaldes y logró luego elegirse como Gobernador.

Una década es tiempo suficiente para evaluar un modelo de gestión. Hoy, tanto Carlos Caicedo, Rafael Martínez y Virna Johnson están inmerso en numerosas Imputaciones y juicios penales; en investigaciones por multimillonarios detrimentos patrimoniales, derivados de decenas de denuncias por corrupción de obras siniestradas e inconclusas que claman al cielo en todo el territorio.

Somos respetuosas del derecho constitucional a la presunción de inocencia, no obstante, la Corte Suprema, la Fiscalía y los jueces están en la obligación legal de poner fin a la incertidumbre que embarga a las gentes de bien por los escándalos de docenas de testimonios de paramilitares, de evidencia física y de documentos que parecen dormir el sueño de los justos en múltiples procesos penales, fiscales y disciplinarios.

Los indicadores de mortalidad materno infantil, de calidad de la educación, de acceso a la salud, de desempleo y de inseguridad son de los peores del país, y han persistido consistentemente durante esta «década perdida».

Soy una mujer joven y resiliente, mi historia de vida es también la historia de vida de miles de mujeres y de jóvenes en Santa Marta, algunas que sucumben ante las trampas de la pobreza, y la mayoría que lucha para materializar sus esperanzas, y sus proyectos de vida, y las de sus familias.

En esta década pérdida, este modelo de gobierno y su movimiento político del caicedismo, se ha convertido en una maquina inmisericorde de reproducción de mujeres y jóvenes víctimas y revictimizadas.

La Agenda de seguridad y orden público en Santa Marta es un fracaso, y una de las implicaciones siniestras es que somos la cuarta ciudad con mayor tasa de homicidios en el país.

Fuerza Ciudadana es un nuevo feudo regional de corrupción y clientelismo, que se ha hecho intocable gracias a la tenebrosa estrategia de perseguir a quienes apelamos a una ética pública que profundice la democracia sobre la base de la superación de la corrupción y la pobreza. O gracias a construir una multimillonaria máquina de propaganda que reproduce nacionalmente, por cinismo asalariado o por ignorancia, la manipulación de la dramática realidad regional.

Esta estrategia de desestabilización del movimiento social a través de la cooptación o la persecución de liderazgos independientes ha sido coordinada por miembros del gabinete Distrital investigados por sus relaciones con la criminalidad. Es el caso de la Coronel retirada de la policía Sandra Vallejos Delgado, ex secretaria de seguridad del Distrito de Santa Marta acusada de vender 234 armas custodiadas en el armerillo de la MESAN a bandas criminales que operan en los corredores multicriminales de la Sierra Nevada. O como la directora operativa de la secretaría de seguridad y convivencia, esposa de Mauricio Serrano, señalado de ser un temible narcotraficante al servicio de bandas criminales

Durante los últimos años han perseguido, asesinado, estigmatizado y desplazado a miembros de mi equipo de trabajo territorial. En 2020, Alejandro Llinás, en 2021, Christina Cantillo, en 2022, Charles Valero. En conclusión, Fuerza Ciudadana no brinda garantías para el ejercicio democrático en nuestro Departamento.

Creemos en el gobierno nacional. He presentado una petición respetuosa al Presidente Gustavo Petro, al Ministerio del Interior, a la Fiscalía y al Ministerio Público para que se convoque un Consejo de Seguridad que verifique la conexidad de los atentados y amenazas continuadas a liderazgos sociales independientes de Fuerza Ciudadana.

En las últimas semanas, los congresistas Gustavo Bolívar y Alirio Uribe Muñoz, han alertado al país sobre la urgencia que el Pacto Histórico defina reglas de juego transparentes y consensuadas para escoger sus candidatas y candidatos a las alcaldías, gobernaciones y concejos.

Sin embargo, tenemos el antecedente negativo de las pasadas elecciones al congreso, cuando el caicedismo ejerció todo tipo de presiones y abuso de poder para intentar someter a la dirigencia del Pacto Histórico a que renunciara a su independencia y a sus legítimas aspiraciones y, en su lugar, respaldarán las listas excluyentes de Caicedo. Al final, las listas del Pacto Histórico y de Fuerza Ciudadana compitieron por separado.