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Internacional

Secta cristiana en Kenia que ayunaba para conocer a Jesús acumula 303 muertos

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Las autoridades de Kenia han descubierto un trágico hallazgo relacionado con una secta cristiana que practicaba el ayuno extremo en un bosque del sur del país. Hasta el momento, se han encontrado un total de 303 cadáveres, según confirmó la comisionada regional de policía de la Costa keniana, Rhoda Onyancha.

El macabro descubrimiento se llevó a cabo durante la tercera fase de las exhumaciones en el bosque de Shakahola, donde se encontraron diecinueve cadáveres adicionales en el día de ayer.

De acuerdo con los informes, un total de 95 personas fueron rescatadas con vida, mientras que 19 de ellas han sido identificadas por sus familiares. Sin embargo, aún se reportan 613 personas como desaparecidas, lo que genera gran preocupación y continúa la búsqueda de posibles sobrevivientes.

Hasta el momento, se han realizado 35 detenciones en relación con lo que se ha llamado la «masacre de Shakahola». Además, el tribunal de Shanzu en la ciudad costera de Mombasa ha acogido a 65 víctimas rescatadas del bosque que comparecieron por supuestamente intentar suicidarse negándose a comer en un centro de rescate. La Fiscalía solicitó la prisión preventiva para estas personas, ya que el centro de rescate no puede retenerlas más tiempo y se requerirá una evaluación médica y psicológica adecuada.

La investigación inicial de la Policía sugiere que los miembros de esta secta eran obligados a continuar con el ayuno, incluso si deseaban abandonarlo. Las autopsias realizadas revelaron que los cuerpos encontrados presentaban signos evidentes de inanición, pero algunos de ellos también mostraban rastros de estrangulación y asfixia, especialmente en los casos de tres menores y un adulto.

Las autoridades sospechan que esta actividad estaba altamente organizada y aseguran que tomarán todas las medidas necesarias para desmantelar esta actividad criminal. El líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie, se encuentra detenido junto con su esposa y otros sospechosos, después de que el tribunal ordenara su extensión de detención.

El presidente de Kenia, William Ruto, ofreció disculpas en nombre del Gobierno por no haber podido evitar estas tragedias. El pastor Mackenzie, quien anteriormente fue detenido en marzo por la muerte de dos niños en circunstancias similares, se encuentra bajo custodia policial y enfrenta acusaciones graves relacionadas con estos trágicos sucesos.

Este trágico evento ha conmocionado al país y ha generado un debate sobre la necesidad de una regulación más estricta de las prácticas religiosas extremas que puedan poner en peligro la vida de las personas. Las autoridades continuarán investigando este caso para esclarecer todos los detalles y garantizar que se haga justicia.