Durante el primer período de lluvias, la UNGRD señaló que el Magdalena reportó 16 emergencias

La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), a través de un comunicado, ha señalado un preocupante número de eventos de emergencia y desastres en todo el territorio colombiano durante la actual temporada de lluvias. Según el último informe emitido por los organismos de socorro, se han documentado más de 700 eventos desde el inicio de la temporada.

En el departamento del Magdalena, específicamente, se han reportado un total de 16 eventos, destacándose fuertes inundaciones y deslizamientos que han afectado áreas de Santa Marta, Zona Bananera, Plato, Ariguaní y El Banco. Estos incidentes han generado considerable preocupación en las autoridades.

Simultáneamente, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ha emitido una serie de medidas preventivas debido al incremento de las lluvias y la posible ocurrencia de fenómenos meteorológicos adversos como tormentas eléctricas y deslizamientos. Estas medidas tienen como objetivo principal proteger la seguridad y el bienestar de la población frente a estos eventos naturales.

Es crucial informar rápidamente a las autoridades locales sobre grietas o inclinaciones en infraestructuras, conocer y tener preparadas las rutas de evacuación y puntos de encuentro en caso de emergencia, asegurar adecuadamente techos y objetos susceptibles de ser arrastrados por vientos intensos, revisar el estado de estructuras elevadas que puedan colapsar y disponer adecuadamente los residuos para evitar taponamientos en alcantarillados, y adoptar precauciones adicionales si vive en áreas propensas a inundaciones.

Es crucial que la población esté atenta a las recomendaciones emitidas por el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo y el IDEAM, así como a las alertas y pronósticos actualizados, para mitigar el impacto de estos eventos naturales y garantizar la seguridad comunitaria.

Este reporte subraya la importancia de la preparación y respuesta temprana ante situaciones de emergencia, así como la coordinación entre entidades gubernamentales y la comunidad para enfrentar de manera efectiva los desafíos derivados de las condiciones climáticas adversas.