Columnistas
Santa Marta, el Magdalena y el Deporte
Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza
Somos una ciudad y un departamento que de proponérselo, bien y mejor podríamos aportarnos y aportar al país éxitos muchos en el deporte sobre la base de una bien cimentada y proyectada continuidad, en lo que vale la pena hacer un análisis prioritario de cuáles serían los deportes donde podíamos ser una potencia mayor y en cuáles tendríamos más oportunidades, en lo que es fundamental, además de la selección y protección de los perfiles de los atletas, traer entrenadores de varias partes del país y del mundo, hacer una significativa inversión en equipos y reequipamiento, construir en algunos casos y recuperar en otros nuestra infraestructura deportiva, así como apostar decididamente a unas especiales estrategias que real y verdaderamente nos potencien deportivamente.
Santa Marta y el Magdalena tienen talento y gran potencial en muchos deportes, pero sin especiales estrategias para que nuestros atletas puedan competir en todos los entornos, desde lo local a lo nacional e internacionalmente, por lo que siempre vamos a quedarnos cortos y sin notoriedad alguna. Entender que a veces no basta solo con preparación, campamentos, asistir a algunos eventos que te dan puntos para clasificarse, sino hacer del deporte un todo integral que en esencia nos potencie en correspondencia con lo que el deporte en su universal definición y dimensión significa.
Importante hacer del deporte un proyecto grande, pensar en ser campeones en las más de las disciplinas y tenemos con qué, hacer que las cosas cambien estableciendo una política deportiva única en el país basada en ciclos, que en el escenario deportivo se miden de distinta manera de conformidad con las necesidades que se requieran, a efecto que los atletas lleguen a las justas deportivas más importantes debidamente preparadas, debiendo hacer tránsito en ellos con ajustados procesos. Se trata de fomentar el deporte, tener en lo posible un modelo propio, crear un sistema óptimo de competencias que rijan el desarrollo de nuestros talentos deportivos y así crecer en los más de los niveles, proyectarnos para que las cosas cambien, fortalecernos con participaciones y demostrar que los resultados a lograrse no serán nunca producto de la casualidad, sino de la que tienen su base en la continuidad.
No es pensar en que tendremos grandes resultados de hoy para mañana, quien lo crea está en un error. Es tener una proyección del mediano al largo plazo. Es cuestión de mejorar permanente y continuamente. Es basar el éxito en la continuidad, priorizar los deportes donde más oportunidad de ser potencia tengamos. No es fácil ser buenos en todo; por lo tanto, vital es ir orientando precisiones y combinar todos los factores que puedan llevarnos a los tan anhelados éxitos deportivos de los que hace mucho adolecemos.