Análisis
¡Sí!, acepto. La magia de hacer inolvidable el momento
El sector privado es quien se queda con las ganancias dejadas por las bodas organizadas en la Ciudad más antigua de América. La más sencilla tiene un valor de 30 millones de pesos, fuera de hospedaje, transporte local, alimentación y actividades turísticas.
Casarse en una ciudad romántica, con mares de ensueño y hermosos atardeceres, siempre ha sido el anhelo de las parejas de enamorados. Santa Marta cumple con estos requisitos. Además, tiene escenarios adecuados como iglesias, capillas, casas coloniales, hoteles, baluartes, gastronomía y los mejores Wedding Planners para celebrar el matrimonio perfecto.
“Santa Marta es escogida como destino de bodas por sus paisajes y bellos atardeceres. Las personas a las que les vendo bodas en el exterior creen que esas fotos son photoshop, porque tiene mar, lugares campestres, donde se organizan bodas al aire libre. Quién no quiere casarse en un destino que tiene de todo”, afirma Mary Fernández, Wedding Planners de Bodas en Santa Marta.
Este destino turístico ha celebrado bodas de todo tipo y de toda clase; matrimonios con alto, mediano y bajo presupuestos. Los más costosos se caracterizan por ser bodas de importantes personalidades extranjeras, nacionales y locales. También, existen las de mediano y bajo presupuestos. Los precios de una boda en la Bahía más hermosa de América oscilan entre los 15 y 130 millones de pesos, sin embargo, el valor depende del tipo de ceremonia que desean los novios, el número de invitados y el estilo de la recepción.
Las parejas que han escogido a Santa Marta como destino para contraer nupcias, lo han hecho en lugares de ensueños, rodeados de colores naturales que acompañan el sonido de las aves y del mar como lo ofrece el Parque Tayrona y la Sierra Nevada. “Santa Marta, es una ciudad que tiene de todo, para todos los gustos y presupuestos. Si hay alguien que quiera casarse frente al mar tenemos esa opción por la magia que la envuelve geográficamente”, comenta Isa Katime, Wedding Planners.
Quienes prefieren lo tradicional unen sus vidas en la Catedral Basílica, en la iglesia de Gaira, en las capillas de Los Alcatraces, de Minca, San Juan de Dios, Taganga, entre otras. También han elegido la Quinta de San Pedro Alejandrino, hoteles boutique, y haciendas, que en sus arquitecturas guardan muchas historias.
“Tenemos un acervo histórico como la Quinta de San Pedro, hoteles boutique, paisajes y locaciones para todos los gustos, características que han hecho que Santa Marta se posicione como destino de boda. Este tipo de eventos permite que aparezcamos en el mapa como referente de organizadores de casamientos. Anteriormente todo era para Cartagena, hoy nos estamos fortaleciendo, eso le genera ingresos a la ciudad”, subrayó la organizadora de bodas, Isa Katime.
Pero no solo los atractivos naturales y arquitectónicos de Santa Marta atraen a los novios de otras ciudades o países del mundo, también son seducidos por los costos, son más económicos, comparados con los de La Riviera Maya en México o Punta Cana en República Dominicana, que cuenta con paisajes similares a los que ofrece la Bahía más linda de América.
Según datos de Procolombia, cada boda representa un paquete, un matrimonio de 60 personas no baja de 30 millones de pesos, y uno entre 80 y 100 invitados tiene un valor de unos 100 millones de pesos, la inversión promedio es de 4 millones de pesos aproximadamente para cada invitado, valor que sube o baja dependiendo del tiempo de la celebración y de las actividades que se realicen, el alojamiento, la alimentación y el transporte local. Las bodas de extranjeros tienen en promedio una duración de tres días y cuentan con la participación de 100 personas, igualmente interesados en conocer los atractivos de la ciudad, disfrutar de la gastronomía y hacer compras.
Cada vez que se organiza una boda en los escenarios del Distrito, no solo le genera reconocimiento internacional y nacional a Santa Marta, sino empleos directos e indirectos. Por ejemplo, la empresa Bodas en Santa Marta, de forma directa les da empleo a 42 personas e indirectamente a más de 300 samarios, todo depende de la magnitud del evento, sin contar las ganancias que les dejan estas bodas de destino a los hoteles, restaurantes, taxistas, spas, peluquerías, almacenes, guías turísticos y demás.
“Un extranjero que viene a casarse a la ciudad pide desde las negritas que venden cocada, hasta el muchacho del raspao, mango verde y crispeta. Le produce ganancias a los hoteles, porque se quedan de cinco a seis días; cada persona se gasta 632 mil pesos diarios y mínimo son más de 40 o un máximo de 263 invitados. Una boda genera muchos ingresos a Santa Marta”, asegura Mary Fernández.
Las bodas de destino le dejan a Santa Marta altos dividendos que son aprovechados por los sectores privados sin hacer mayores esfuerzos, ya que es notable el desinterés mostrado por los gobiernos de turno, los cuales no se han ‘pellizcado’ para promocionar y fortalecer esta industria que podría aprovecharse para generar fuentes de empleo directa y promocionar en las vitrinas internacionales y nacionales a la Bahía más hermosa de América como destino de bodas.
Si a Santa Marta vienen a casarse los extranjeros es porque existe mayor facilidad a través de la Internet para conocer los atractivos turísticos y arquitectónicos de la ciudad más antigua de América Latina y por el trabajo que han realizado los organizadores de bodas que existen en la ciudad. “Llevo cinco años impulsando a la ciudad como destino de bodas, con mi bolsillo”, afirma Mary Fernández, quien resalta que las fotografías y los videos son sus manos derecha e izquierda, porque gracias a ellos se destaca la belleza de Santa Marta en ferias internacionales, en el Canal 57 de Miami, entre otros escenarios donde se venden todos los destinos, la cultura, la gastronomía, la belleza arquitectónica y paisajística del Distrito.
Países como Ecuador y México viven de la industria de las bodas de destino, porque Santa Marta teniendo por naturaleza lugares únicos en el mundo, no lo hace, no existe el interés por promocionarla a niveles nacionales e internacionales. Por ejemplo, Procolombia vende a Cartagena como destino de boda, pero no a Santa Marta. “Es hora de que las autoridades se despierten y miremos que Santa Marta es destino de bodas, porque es un negocio rentable sí se hace bien, estamos al nivel de La Heroica, se debe confiar un poco más en lo que Dios nos regaló”, dice la planeadora de bodas, Mary Fernández.
EL FORTALECIMIENTO DE LA INDUSTRIA
Santa Marta se está fortaleciendo para ser epicentro de matrimonios y la demanda de Wedding Planners se ha incrementado en la ciudad. En este sentido, un grupo de Planificadoras de Bodas se han unido para impulsar a la Bahía más linda de América como destino de bodas, porque, aunque sean competencias prefirieren aliarse para contribuir al crecimiento turístico de la ciudad y fortalecer la industria de los eventos de bodas. “A la industria, le hace falta más apoyo del gobierno para mostrar a la ciudad en vitrinas nacionales e internacionales, como ciudad, se tienen recursos que pueden ser aprovechados para ofrecer a los nacionales y extranjeros lo que siempre han deseado. El apoyo del sector turístico es un factor decisivo para mostrar lo que se hace y aumentar el número de parejas que desee casarse en Santa Marta”, señaló Isa Katime, Wedding Planners.
En Santa Marta existen empresas con gran trayectoria y experiencia organizando bodas de niveles internacionales, nacionales y locales, este trabajo ha fortalecido la industria. Todos los fines de semana hay un matrimonio en la Ciudad más antigua de América. Quienes prefieren casarse en algún rincón de Santa Marta, son los novios procedentes de ciudades como Bucaramanga, Cúcuta, Cali, Bogotá, Medellín, Manizales y Cartagena. Y del exterior de países como: Australia, Vietnam, Nueva York, Jamaica, Chile, Argentina, Alemania, Venezuela, España, Suiza y Perú.
El 78% de los novios que escogen a Santa Marta quieren casarse en la playa, las más deseadas para organizar ceremonias son: Costa Azul, Parque Tayrona, Los Ángeles, Mendihuaca y Bello Horizonte. Las bodas son personalizadas de acuerdo con el sueño que tenga la pareja. La mayoría de extranjeros prefiere la historia que encierra el Centro Histórico y elige la Catedral de la Basílica para contraer nupcias.
El 40% de las novias se hospeda en el hotel Boutique Don Pepe y otro porcentaje en la Casa del Farol y del Árbol. Prefieren estos lugares por su hermosa arquitectura, sin embargo, otras organizadoras de bodas optan por recomendar lugares lejanos al Centro Histórico por el deterioro en que se encuentran algunas arquitecturas, la falta de limpieza y la inseguridad. Actualmente, las Wedding Planners de Santa Marta impulsan a la capilla San Juan de Dios como destino de ceremonias religiosas, además de recuperar su baluarte, es decir, un patio que se encuentra en el interior de esta iglesia, el cual estaba muy deteriorado.
LOS VIDEOS Y LAS FOTOS, PIEZAS CLAVE
El trabajo liderado por Charles Rodríguez y Maripaz Barón a través de la empresa Matrimonios Films Santa Marta, ha sido pieza clave para mostrar la magia que envuelve a la ciudad, tanto para el interior como para el exterior del país. Desde hace seis años trabajan para capturar los mejores momentos y así crear piezas audiovisuales personalizadas únicas que muestran la felicidad de los novios.
“La mayoría de bodas hechas en la ciudad era de personas que vivían aquí, pero cuando aparece el boom de las redes sociales como Facebook, como hacíamos videos de bodas de alta calidad y las colgábamos en esta red, eso llamó la atención de los extranjeros que no creían que existieran estos atractivos en la ciudad para celebrar sus matrimonios, por tanto, gente de otros países empezaron a casarse en Santa Marta”, cuenta Charles Rodríguez de Matrimonios Films Santa Marta.
El trabajo audiovisual liderado por Matrimonios Films Santa Marta contribuyó a que Santa Marta diera el primer paso para convertirse en destino de bodas y con esto surgieran nuevas oportunidades de negocios, nuevos diseñadores de interiores, planificadores de eventos, especialistas en banquetes y logísticas. Esta industria empezó a fortalecerse y crecer día a día.
“Nuestro producto se identifica por el estilo propio que impregnamos cuando interpretamos las emociones que vive una pareja, es la forma en la que vemos cómo viven ese día los novios. No importa el tipo de boda, ni el lugar, lo importante es que cada pareja lleva una ilusión, vienen enamorados a casarse, para nosotros es fundamental que esa pareja se vaya con los mejores recuerdos. Esto se ve reflejado en nuestro trabajo”, expone el cineasta Charles Rodríguez.
Los novios vienen a casarse a Santa Marta porque buscan playa y hermosos atardeceres. Charles Rodríguez considera que la ciudad necesita que se construyan más lugares para bodas frente al mar, porque es el principal atractivo para que se generen más fuentes de empleo y mayor interés de personas que deseen unir sus vidas a través del sacramento del matrimonio.
Hoy, existe un mínimo de reconocimiento internacional, pero se necesita más apoyo para vender a Santa Marta como destino de bodas, para que más novios conviertan su sueño en realidad y puedan casarse en medio de un atardecer majestuoso bañado por las olas del mar y con el sonido de las aves.
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