Departamento
En el Magdalena no hay riesgo por paro armado del ELN: experto en violencia
El pasado 20 de febrero, el Ejército de Liberación Nacional – ELN, anunció a través de un comunicado el comienzo de un paro armado con amenazas de paralizar “el transporte y el comercio” en Colombia, haciendo especial énfasis en que los ciudadanos sólo podrían trasladarse por motivos humanitarios, los cuales contemplaban “actividades funerarias o emergencia hospitalarias”.
El grupo armado afirmó que el inicio del paro se daría hoy 23 de febrero a partir de las 6:00 de la mañana y se extendería hasta el sábado 26.
“Mantenerse en sus viviendas o lugares de trabajo y evitar desplazamientos por razones de seguridad. Las autoridades no podrán responder por las afectaciones que le puedan suceder a los vehículos que desacaten la orden”, se lee en el documento emitido por esta organización criminal.
Hoy miércoles el país despertó con noticias de explosión en el puente de Pailitas, Cesar, que comunica a la región Caribe con el interior del país, otro ataque en la vía Bogotá – Bucaramanga y en la vía Panamericana que conecta a Cali con Popayán y en Cúcuta, Norte de Santander, todos estos hechos atribuibles al ELN.
La situación empieza a generar pánico entre los magdalenenses, quien también temen por el accionar de este grupo armado principalmente en las zonas rurales del departamento. Sin embargo, el experto en violencia y defensor de Derechos Humanos, Lerber Dimas Vásquez, explicó que, en el territorio, se descartan tales riesgos.
“En el departamento del Magdalena: No hay riesgos de acciones violentas por parte de esta organización (…) El ELN, concentrará sus acciones en las zonas donde tiene mayor control. El departamento no lo es y aunque, sea usado de paso, según la AT 012-21 emitida por la Defensoría del Pueblo, no tiene el poder para sostener una acción violenta a baja, media o gran escala. No tiene como replegarse”, manifestó el también antropólogo.
Así mismo, asegura que los grafitis reportados en la Depresión Momposina con información alusiva a la mencionada organización al margan de la ley, se constituyen como “un mecanismo de hostigamiento”, sin descartar la autoría de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia – AGC, “que están dominando esta zona» y podrían estar usándolo «para confundir, como pasó en la cárcel de San Ángel”, en donde, asegura, “nunca llegó la guerrilla”.
“Si se llegara a presentar una acción violenta, debe ser revisada con cuidado, porque lo que si tenemos es una avanzada de retoma del Paramilitarismo que lleva dentro de sus filas exguerrilleros (ELN y Farc). Hay zonas susceptibles de que pase”, añadió.
En su concepto, las autoridades deberán concentrar su capacidad de respuesta en lugares específicos como la Troncal de Oriente, hasta El Copey, en el Cesar, y la vía a la Depresión Momposina, aclarando que el riesgo mayoritario proviene no paramilitares y no del ELN.