Columnistas
La ciudad y el departamento, una causa común
Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez
Un nuevo amanecer: eso queremos, eso anhelamos, eso reclamamos. Enfrentamos toda una serie de desafíos significativos como la creciente violencia que nos afecta, la corrupción rampante en todas las esferas gubernamentales, la falta de profesionalismo y resultados efectivos por parte del gobierno, la sociedad se encuentra ante una encrucijada, ser parte del esfuerzo ciudadano para combatir los graves problemas que nos afectan o dejarse caer simplemente en los brazos del desinterés que aniquila.
Samarios y magdalenenses requerimos nuevas esperanzas, establecernos objetivos fundamentales, como es contener los abusos del poder, rescatar los equilibrios políticos y administrativos que garanticen democracia, libertad y justicia para todos. Combatir y superar las profundas inequidades, desigualdades y rezagos que nos arropan, enmendar la desintegración social y el encono, el odio y la polarización, estimular el trabajo colectivo, la solidaridad y la cooperación con esmero y dedicación de la mayor parte de la sociedad, para consolidar una ciudad y un departamento en unidad y prosperidad.
Obliguémonos a innovar, Desafiemos lo malo y peor que nos cobija. Realicemos procesos cívicos relevantes. Llamemos a la participación democrática activa. Hagamos un frente amplio por Santa Marta y el Magdalena. Establezcamos observatorios sociopolíticos, económicos y ambientales. Propendamos por la unidad y el trabajo en equipo como características que deban prevalecer entre nosotros. Vayamos tras la conciliación y los acuerdo con serenidad, prudencia, flexibilidad y disposición plena para consensuar lo imprescindible en ruta a alcanzar el éxito como un propósito cierto que vaya más allá de intereses personales, partidistas o grupales. Tener como prioridad Santa Marta y el Magdalena.
Trabajemos con el compromiso inquebrantable por la causa común que los une y dará sentido a sus nuestras vidas: Santa Marta y el Magdalena, donde brillen diálogo, tolerancia, trabajo conjunto y sesudas deliberaciones, indispensables para superar obstáculos; en lo que igualmente es vital, trazar el camino rumbo a los puertos mejore de desarrollo y crecimiento, en dirección a perfilarnos como un frente ciudadano que busca y procura el bienestar y prosperidad comunitaria, que nos lleva a marcar un precedente histórico en nuestra vida cívica y política.
Es consolidar un cambio de liderazgo, trabajar juntos para doblegar los grandes desafíos que enfrentamos. Abrir nuevas puertas para la cooperación, la solidaridad, la cohesión social y el diálogo plural constructivo en la ciudad y el departamento. Encendamos como ciudadanos, como demócratas participando activamente, faros de optimismo desde el que broten luces de esperanza en un océano de retos, en dirección a lograr una sociedad más justa, próspera y segura, que represente la visión de una Santa Marta y un Magdalena donde todos seamos valorados, respetados, donde todos podamos ejercer libre y plenamente liderazgos. Se trata de trabajar pensando siempre en hacer para todos un llamado a la acción, un grito de esperanza que resuene en cada rincón de nuestros terruños, para luego dar fe de lo que es posible si nos unimos por un mejor porvenir.