Connect with us

Columnistas

Ni más fracasos, ni más ensayos

Published

on

Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez

Precisamos como Distrito y departamento, así como obligados estamos, si real y verdaderamente queremos alcanzar altos niveles de crecimiento económico sostenido, y no es que lo estemos inventando, imponernos como tarea acudir a las nuevas tecnologías, recurrir a formas novedosas y novísimas de hacer las cosas, adoptar las más radicales innovaciones, destruir creativamente, así encontremos y tengamos que tropezarnos con muchas fuentes de resistencia, a las cuales, sí o sí, toca superar con creces, entre ellas, las que han detentado por siempre el poder y los gobernantes de turno, que anclados en las mieles gubernamentales, posan también de poderosos por no querer entender ni comprender que están de paso en los cargos públicos.

Avanzaremos, cuando tengamos instituciones económicas inclusivas apoyadas en las bases, cuando reforcemos y racionalicemos pautas y caminos propicios, mejoremos financieramente, eliminemos barreras de todo tipo y nos adentramos con decisión en los superiores horizontes que nos permitirán en manera importante, desarrollo social, humano, crecimiento económico, progreso, bienestar e integral prosperidad. Abrirnos y responder, consultadas las propias, ciertas e importantes como urgentes prioridades, realidades y necesidades, a las demandas y aspiraciones económicas y generales de la sociedad, aunados como soportados en pluralismo, honestidad, buena administración, gestión y gerencia públicas. 

Hemos fracasado como ciudad y departamento, como consecuencia de las malas acciones que adelantan los gobiernos de turno, en cuyos andamiajes se entronizan una élite que se concentra en constituir las mismas con el claro propósito de enriquecerse y perpetuar su poder a costa del resto de la sociedad. Nudo indicado que a mi juicio tiene vías de solución y es la fundamental relación prosperidad / instituciones económicas inclusivas; en el aserto que las instituciones económicas inclusivas, como bien y mejor sostienen doctos en la asignatura, se hagan respetar los derechos, se superen las inequidades, se creen igualdad de oportunidades, se fomente la inversión en habilidades y nuevas tecnologías; que individual y mancomunadamente conducen, más que cualesquiera otras actividades que tienen solo como propósito hacerse a recursos para un grupo reducido, al crecimiento económico. 

El pluralismo, no lo olvidemos y mucho menos apartemos, es en esencia el valido fundamento de las instituciones políticas inclusivas, toda vez que implica que el poder político está ampliamente repartido en la sociedad, y dudo mucho que quienes hoy se encuentran en el poder de nuestras unidades administrativa ciudad capital y departamento, y sus áulicos, compartan, ni siquiera de lejos o en sueños, este tan sustancial punto de vista, de donde se desprende el rotundo como demostrado y manifiesto fracaso que han experimentado como gobernantes en los doce y cuatro años respectivamente, al frente de nuestros destinos.