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Edición Especial

Augura, la fuerza del banano

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La Asociación de Bananeros de Colombia agrupa a los productores y comercializadoras internacionales de banano de Antioquia y Magdalena, zonas colombianas productoras de la fruta para los mercados internacionales.

[Leer introducción del especial: “Magdalena, enclave bananero”]

El gremio nació en 1963 como la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Urabá, casi de forma simultánea con las primeras siembras masivas de banano en la región con destino a la exportación, y como respuesta a la necesidad de un grupo de productores de tener un ente que los agrupara.

[Leer nota:“Urabá, nuevo escenario de la UFC”]

El área de las empresas afiliadas es de 34.000 hectáreas, cifra que representa el 72 por ciento del total del área sembrada en el país.

Por su parte, la agroindustria bananera a la que representa genera 30.000 empleos directos y 90.000 indirectos, mientras que más de 120.000 familias dependen económicamente del cultivo del banano.

En las cuentas reportadas por sus afiliados al gremio bananero, de las 48.325 hectáreas que conforman la frontera bananera colombiana para la exportación, 35.000 están sembradas en el Urabá antioqueño y el 92 por ciento de estas está afiliado a Augura.

[Leer nota: “Como funciona una finca bananera”]

Igualmente, de las 12.000 hectáreas cultivadas de banano en el Magdalena y La Guajira, con destino al mercado internacional, cerca de 5.000 hectáreas están agremiadas.

Elkin Valencia, director regional de Augura en el departamento del Magdalena, le relata a OPINIÓN CARIBE la llegada de la asociación a esta región y que les ha permitido a pequeños productores agremiados tener un respaldo. Actualmente, cuentan con cerca de 360 agremiados en el Magdalena.

EVOLUCIÓN

Augura nace en 1963 como la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Urabá, casi de forma simultánea con las primeras siembras masivas de banano en la región con destino a la exportación y como una respuesta a la necesidad sentida por un grupo de colombianos de tener un ente que los agrupara, los dirigiera y, sobre todo, velara por el desarrollo armónico del nuevo reto de producir y exportar banano.

[Leer nota:“El Holding gremial: práctica empresarial fallida, 1958-1977”]

Ya en 1966 evoluciona con el ánimo de enfocar la atención en la agroindustria del banano, en Asociación de Bananeros y Agricultores de Urabá.

Para 1986 se convirtió en Asociación de Bananeros de Urabá y en 1994, al trascender en su papel de interlocutor ante el Gobierno Nacional, se transformó en la Asociación de Bananeros de Colombia.

Pese a los cambios en su razón social, el nombre Augura se ha conservado y posicionado cada vez más.

Las décadas de los años setenta y ochenta fueron épocas contradictorias para el sector bananero, pues por un lado vivía la zozobra de la violencia por los continuos ataques de los grupos armados contra la población civil.

[Leer nota: «Los 80’s y la lucha por mantenerse en el mercado»]

Por el otro, promovía, a través del gremio, iniciativas sociales como el trabajo de las agrupaciones sindicales y la vinculación de la mujer a la actividad bananera, entre otras.

Según relatan los documentos oficiales del ente gremial las ‘Juntas de Agricultores’, creadas mediante decreto constitucional en 1819, constituyeron un notable antecedente histórico de organización democrática que inspiró la creación de un organismo que representara a los agricultores colombianos ante las autoridades y buscara condiciones propicias para el desarrollo agropecuario.

El nacimiento de la Sociedad de Agricultores de Colombia -SAC- en 1871, sucedió en medio de uno de los momentos más interesantes y decisivos de la vida del país: el tránsito de los Estados Unidos de Colombia (federalismo) a la República de Colombia (centralismo).

Los objetivos de la Sociedad estaban desde entonces claramente delineados alrededor de la integración entre productores agropecuarios y la defensa de sus intereses mediante la discusión pública, el intercambio de conocimientos y tecnologías, la divulgación de información, la promoción del avance científico y tecnológico y la formulación de propuestas al Estado.

¿CUÁLES SON LAS FUNCIONES DE LA AGREMIACIÓN?

Elkin Valencia indicó, que los objetos misionales de la agremiación son, defender los intereses de los bananeros a nivel local, nacional e internacional, incluso en diferendos complicados como las medidas arancelarias que en 2000 a 2010 se iban a imponer a los productos en la Unión Europea.
“A nivel local representamos a la agremiación en temas legislativos que nos atañen defendiendo el interés propio bananero como el comercio internacional, manejo de aduanas o temas fitosanitarios o temas financieros”.

Se dieron cuenta los fundadores de que era necesario trabajar por el comercio nacional y que los productores nacionales debían estar unidos para defender los intereses sectoriales, contra multinacionales o medidas que los afectaran.

Entre las principales crisis del sector y más recientes, Valencia recuerda los años 2012, 2013 y 2014 donde la tasa de cambio golpeó fuertemente la economía del sector, algunos productores abandonaron el cultivo y comenzaron la siembra de palma como un proyecto; los pequeños tuvieron que vender.

Con respecto a los Tratados de Libre Comercio dio a conocer que no afectaron mucho los negocios bananeros, puesto que el banano es una actividad muy sólida con mucho tiempo de trayectoria y no se tuvo que salir a negociar nuevos cupos o mercados, con estos tratados se fortalecieron los acuerdos que ya existían con comercializadoras de mucha tradición.

“El país le ha apostado a la agroindustria basada en algunos productos principales: café, flores y banano; el banano es el tercer producto, porque su cultivo es intensivo en mano de obra, por cada hectárea se necesita de 0.6 trabajadores, en diez hectáreas de banano se necesitan 6 trabajadores; mientras que, para la palma, por una hectárea se necesitan seis”.

El banano es un dinamizador de la economía del país a nivel nacional, ambas zonas bananeras podrían generar hasta cuarenta mil empleos.

¿HAY FUTURO EN EL BANANO?

Lo hay, algunos empresarios que sembraban palma han vuelto al negocio bananero, Elkin Valencia comenta que hay nuevas áreas y nuevos productores que se juegan por el banano, al negocio lo ha favorecido la tasa de cambio y con relaciones comerciales muy buenas.

En cuanto a mercados más fuertes revela que la Unión Europea se lleva el 66 por ciento de la fruta, mientras que Estados Unidos tiene el 30 por ciento y el diez por ciento se reparte entre Australia, China o Japón. A Holanda es donde más banano llega como principal punto de destino.

UNIDOS POR EL BANANO

El problema que enfrenta el banano es que a pesar de que existen cerca de 1.000 variedades, también existen cuatro razas del mismo hongo que las afecta. La última de ellas se conoce como raza tropical 4 (FOC R4) y tiene en vilo a la industria bananera en este momento. Y no es para menos, pues el hongo se expande a una gran velocidad y podría llegar a erradicar el 95% de los cultivos de banano en el mundo. Todo un ‘Bananageddon’.

La raza tropical 4, causante del brote más reciente del ‘mal de Panamá’, apareció inicialmente en 1990 cuando atacó las plantaciones de banano Cavendish, que se creían inmunes, en el sudeste asiático (Filipinas, Taiwán, Indonesia, Malasia y China). Posteriormente se trasladó a Oriente Medio (Omán, Jordania, Pakistán y Líbano) y finalmente llegó a África, estableciéndose en Mozambique. Su alcance ha sido tal, que, en 2015, a pesar de una gran campaña por controlar al patógeno, se detectaron plantas infectadas en el norte de Australia.

“La situación es de gran peligrosidad, por tal razón este brote tiene a los bananeros expectantes frente a los cultivos de banano”. La preocupación es tan grande, que todos los países de la región conformaron un bloque que involucra a las entidades sanitarias de cada Estado, para evitar la llegada del hongo a tierras americanas.

El ICA ya inició un plan de choque que trabaja en varios frentes. Existe una estricta regulación para los materiales de siembra que llegan a Colombia, lo cual quiere decir qué semillas y material genético relacionado con el cultivo de banano, la mayoría de ellos en condición In Vitro, solo se aceptarán si provienen de países no afectados por el hongo Raza Tropical. Esta es la primera barrera que se le pone a la enfermedad.

Los gremios como Augura y Asbama promueven campañas para que los turistas extranjeros que ingresen a las zonas de cultivo de banano sigan los protocolos sanitarios pertinentes y así evitar la entrada del patógeno, porque este puede transportarse en la suela de los zapatos.

[Leer nota: “Asbama: Asociarse para avanzar”]

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