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Análisis

Drogadicción: un desafío a resolver en Santa Marta

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En los estudios nacionales realizados en el 2013 y 2015 por el Observatorio de Drogas de Colombia, adscrito al Ministerio de Justicia no presentaron resultados específicos de consumo de algún tipo de estupefacientes en la ciudad de Santa Marta. Este resultado solo arrojó cifras de las ciudades más críticas como lo son Bogotá, Cali y Medellín.

En dicho estudio el departamento se encuentra en el puesto número 24 de 27 analizados, mostrando un panorama alentador, pero consciente de seguir trabajando por el fortalecimiento de las políticas antidrogas.

Estos resultados fueron expuestos en el marco del Comité de Drogas y el Consejo Seccional de Estupefacientes del Magdalena, realizado en el pasado 5 de julio en la Gobernación, evento que contó con la presencia de Felipe Benavides, asesor territorial de la dirección política contra las drogas y actividades relacionadas, así como de las diferentes autoridades tanto distritales como departamentales.

CENTROS DE CONSUMO CONTROLADO

A pesar de que las estadísticas no mostraron al Magdalena como una región con índices de consumo de drogas alarmante, si lo ha sido para las autoridades nacionales ¿La razón? El enfoque de poner ‘mano dura’ ante el porte y consumo no ha sido suficiente, por ende, es necesario empezar a establecer otros tipos de políticas públicas que puedan contrarrestar su consumo.

Por ello, el pasado mes de mayo se le dio el sí en primer debate de la Comisión Séptima del Senado de la República al proyecto de ley para tratar el consumo de drogas como un problema de salud pública, el cual fue presentando por el congresista del Centro Democrático, Samuel Hoyos, quien tiene como objetivo reducir el índice de criminalidad en constante aumento en el territorio nacional, además, proveer la rehabilitación al consumidor.

La iniciativa busca, entre otros aspectos, la creación de centros de consumo donde el habitante de la calle asista, y pueda no solo consumir moderadamente el alucinógeno, sino también encontrar procesos de rehabilitación a la adicción.

Según lo manifestado por el ponente del proyecto, este disminuiría no solo el consumo de drogas, sino también la criminalidad, porque estas personas no tendrían que delinquir para conseguir sus dosis personales.

El hecho de que el consumidor permanezca en un centro de este tipo, permite, además, tener un control sobre su consumo, tener la posibilidad de acceder a consultas médicas, instrumentos nuevos (en el caso de jeringas para quienes se aplican la heroína), comedores, baños y zonas de hospedaje. Lo anterior como parte de una política de rehabilitación que debe ser financiada por el Estado.

Un ejemplo es la ciudad canadiense de Vancouver que cuenta con un lugar denominado InSite, construido a comienzos de los años 90 por motivo del alto número de muertes causadas por sobredosis. Este centro de consumo de drogas controlado cuenta con el apoyo del gobierno de Canadá.

Para el 2016 InSite recibió a más de 600 personas adictas que diariamente iban para inyectarse ya sea cocaína o heroína, pero de manera segura.

El programa consiste en proveer un lugar seguro e higiénico para los consumidores, donde ellos puedan traer sus dosis, que, a pesar de ser compradas en el mercado ilegal, al llegar al centro de consumo se convierten en legales.

Aparte de las 413 muertes causadas por sobredosis en un solo año a principio de los 90, otra de las razones para construir este centro fue el alto índice de contagio de VIH, ya que las jeringas utilizadas en muchas ocasiones eran reutilizables, promoviendo así el crecimiento de infectados.

Al lugar llegan ante todo personas de lugares aledaños, que no solo van a inyectarse su droga, sino que asimismo muchos de ellos piden ser escuchados o atendidos médicamente. El espíritu de InSite es ser un lugar donde no solo se va a consumir, sino también a regenerarse y encontrar ayuda para otros aspectos de sus vidas.

La iniciativa que nació como una excepción de las políticas antidrogas de Canadá, en sus inicios solo como prueba, ha dado los mejores resultados en cuanto a salvar el número de muertes por sobredosis. El modelo se ha implementado en países como España y se ha llegado a formular para Colombia como política que permita disminuir la muerte de más de 15 personas por estas mismas consecuencias.

El observatorio de drogas ha recomendado empezar a ver el consumo de estupefacientes como un problema de salud pública con un enfoque en los derechos humanos.

La proposición que fue aprobada con ocho votos a favor en la Comisión Séptima, espera aún por tres debates más, que se esperan no sean los más serenos por la fuerte oposición que ha despertado en algunos sectores tales como la Alianza Verde, donde una de sus representantes, Ángela María Robledo mostró su rechazó a la iniciativa al sustentar que dejarle al Estado la autoridad para llevar un seguimiento a los consumidores atentaría contra el derecho fundamental del libre desarrollo de la personalidad.

Frente a esta propuesta que ya circula por el capitolio nacional, OPINIÓN CARIBE decidió consultar a la secretaria de Salud Distrital, Blanca Rosa Fernández Guerrero, quien expresó que hasta el momento no se ha pensado en implementar ese modelo en el distrito de Santa Marta.

“Eso (el proyecto) requiere estudios de caracterización, por eso vamos a empezar por esa parte”, acotó Fernández. Para la Secretaria es mucho más importante prevenirlo que aceptarlo, por esta razón el plan establecido desde su dirección es conocer la cantidad de consumidores que hay en la ciudad para luego si poder establecer las políticas necesarias de prevención. “Esperamos no llegar a esa instancia de aceptar el consumo”, aseverando, además, que toda estrategia de drogas debe ir de la mano con la educación.

PLAN DE DROGAS DEL DISTRITO

Blanca Rosa Fernández afirmó, que se han reforzado las estrategias referentes a la prevención de consumo de drogas sobretodo en jóvenes y adolescentes. Para esto “hemos visitado las EPS encargadas de tratar estos pacientes, para garantizar que cumplan con la prestación del servicio de acuerdo con la normatividad vigente”. De las 16 entidades existentes en Santa Marta, la mayoría tuvieron hallazgos que llevaron a la Secretaria a sellarlas provisionalmente, donde se le prohibió aceptar más pacientes hasta que cumplieran con la norma.

Las principales fallas que se encontraron en estos establecimientos tenían que ver con saneamiento, alimentos e infraestructura. Sin embargo, sistemáticamente estas clínicas han corregido sus falencias, han pedido de nuevo las visitas y se les ha permitido continuar con la prestación del servicio.

Con el programa “Familias fuertes, amor y límites” implementado por el distrito desde el año 2016, se apadrinaron 48 familias y tiene como objetivo “reforzar los lasos familiares y permitir que esas familias que tienen riesgo de ser vulnerables l consumo de drogas por el sector donde viven, lo que hemos hecho es enseñarles a las familias como debe ser el manejo de sus hijos y que puedan mantener esa fortaleza ante ellos para no dejarse convencer”.

La primera etapa del programa fue exaltada por el Ministerio de Justicia y la Organización de las Naciones Unidad, ONU, al realizarse un encuentro con dichas familias con la presencia de María Mercedes Dueñas Tobón, jefe de la Oficina de Reducción de las Naciones Unidas contra la droga.

Razón por la cual desde la Alcaldía Distrital se ha destinado para su segunda fase los recursos suficientes para realizar ahora ese mismo trabajo, pero con un monto de 60 hogares samarios.

Ante el éxito de la iniciativa, el Ministerio de Justicia y del Derecho ha extendido una invitación al distrito de Santa Marta a participar en evento «Herramientas y Estrategias Territoriales para una Gestión Integral sobre Drogas», que se desarrollará en la ciudad de Quito, Ecuador, los días 11, 12 y 13 de julio del presente año.

Dicho taller es organizado por el Programa Salud y Vida en las Américas, SAVIA, La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, CICAD, de la Organización de los Estados Americanos, OEA.

El propósito de la participación del Distrito en tan magno evento es la socialización de la experiencia obtenida en la implementación del Plan de Drogas Distrital el cual se ha adelantado con las herramientas y lineamientos desarrollados en el nivel nacional, constituyéndose en primera ciudad en el Caribe y la segunda en el país, después de Bogotá, en obtener su propio Plan de Drogas que permitirá reducir el consumo, el control de la oferta y lograr un fortalecimiento institucional.

CARACTERIZACIÓN

El propósito que se tiene con la ejecución del Plan de Drogas en la ciudad es además de disminuir el micro tráfico y fortalecer las instituciones, es también necesario realizar una caracterización del consumo para conocer cuántas personas lo hacen, su respectivo género y los diferentes tipos de droga que existen.

Para esto, el distrito de Santa Marta ha destinado unos recursos y en convenio con la ONU, para la realización de dicha caracterización que será puesta en marcha entre los meses de agosto y septiembre.

Por otra parte, Felipe Benavides, asesor contra las Drogas del Ministerio se refirió a la importancia del esfuerzo territorial que han adelantado los actores, en general, del plan de drogas del Distrito para llevarlo a feliz término, no sólo en su elaboración, sino también en su ejecución a corto plazo y destacó a su vez el acompañamiento que el alcalde Rafael Alejandro Martínez ha brindado a través de las Secretarías de salud y de Gobierno a este plan.

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