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Metrópolis

Pescaíto: entre aguas residuales y malos olores por fallas del alcantarillado

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Por: Suzayny Arrieta

 

La problemática de las aguas residuales en Santa Marta ha surgido molestia y preocupación de los residentes, vecinos y comerciantes del barrio Pescaíto debido a las afectaciones por cuenta de los derrames de agua de alcantarillado en las calles del sector, perjudicando la calidad del aire, el tránsito peatonal y vehicular, que ha padecido históricamente por años. El tema surge de nuevo desde el 7 de abril por la reciente falla de las máquinas de bombeo en la EBAR Norte de la empresa de servicio público de acueducto y alcantarillado ESSMAR.

Habitantes del sector manifestaron ante OPINIÓN CARIBE, su inconformidad con la falta de atención por parte de las autoridades distritales frente a los daños en el sistema de alcantarillado. Denuncian que los olores putrefactos son constantes y han convertido al barrio en un foco de contaminación que compromete la salud de los habitantes.

Eduardo Guillot, morador del sector, expresó que con el pasar de los años, consideran que este problema ha sido de toda la vida y nunca ha sido atendido de manera adecuada por el abandono total de los gobiernos de turno y de las empresas de servicio público.

Para Yeins Sevillano, propietario de una barbería, este constante desbordamiento de aguas y los hedores han perjudicado la llegada de clientela, por lo cual no es cómodo que obtengan una buena experiencia en la atención y prestación de sus servicios.

Los efectos en la salud humana emanados dentro de este problema, no se hacen esperar. Mileidis Cantillo reveló que los diagnósticos como infecciones en la piel, náuseas, diarrea y afecciones pulmonares han tenido impacto en niños y adultos mayores, siendo los más vulnerables.

Los tenderos José Estupiñán y Daniela Rueda han coincidido de que este inconveniente colectivo ha perdurado de forma recurrente, agravándose aún en épocas de lluvia con incremento de nivel de agua en las calles, donde muchos transeúntes y vehículos no circulen, dejando paralizada la movilidad en el barrio.

Sin duda alguna, Pescaito ha vivido en carne propia por muchísimos años el abandono por esta contingencia, tanto de las alcaldías de turno como de quienes han administrado las empresas de servicio público de alcantarillado en la ciudad de Santa Marta. Sus habitantes tienen en gran parte, un escepticismo de que haya acciones concretas que resuelva a largo plazo los desbordamientos de aguas residuales, pero con el pasar del tiempo tienen esperanzas de que esta calamidad pública se acabe.