Columnistas
Un nuevo despertar para el Magdalena, Por: Rubén Darío Ceballos
Queremos un cambio verdadero, el cual tiene que venir de nosotros mismos y de quienes realmente sepan y puedan representarnos. Para ello está nuestro voto, que debe ser vital y definitivo en estas elecciones que se aproximan. Es tiempo de despertar. Olvidémonos de los aparecidos. De los que ni siquiera ideas aportan y de quienes ya sabemos no son la solución. Necesitamos ser más ciudadanos con todo lo que ello importa y significa. Organizarnos, derrotar las frustraciones, los autoritarismos y los desdenes gubernamentales. No podemos seguirle haciendo el juego a los intereses ocultos, sino pensar distinto, actuar distinto y no perseguir lo que los demás persiguen y que todos sabemos. Participemos limpiamente con nuestro voto y elijamos a los mejores.
Seamos generosos con nuestro departamento y con nuestros municipios. No le hagamos cuna a la injusticia. Procurémonos un departamento lleno de posibilidades y oportunidades. Ayudemos a combatir la pobreza. Apoyemos a nuestras comunidades. Seamos conscientes del momento que vivimos y coadyuvemos a tener el departamento que merecemos, para lo cual el llamado es llegar al poder con personas demostradas en su trasegar político y administrativo para ver si por fin es dable generar el cambio que anhelamos. No queremos seguir votando por la incapacidad, las presiones, el chantaje y el dinero.
Participemos con nuestras propias realidades y deseos de progreso. Apoyemos candidatos congruentes, capaces, que quieran salvar a este departamento y a sus municipios. Nos urge levantarnos para ganar a favor del Magdalena, por lo que tenemos que ser capaces de ser ciudadanos verdaderamente participativos y creer en la necesidad de establecer una agenda común con nuevos cauces políticos y de gobierno de cara a la sociedad. Hacer que la opinión pública aproveche todos los escenarios posibles para hacerle un llamado a la comunidad toda para que no se equivoque más y ayuden a lograr un trato equitativo y democrático para todos.
Votar por unos gobernantes que puedan ayudarnos a combatir todo viso de inequidad, a que no se siga desviando el curso sano de los recursos públicos que sigue prevaleciendo. Que ideas y propuestas se enfrenten, que hablen por sí mismas, que prevalezcan las mejores. Que haya diálogo y debate para que la ciudadanía decida con un voto sano y decente. Con democracia, equidad y justicia. Que la ciudadanía conozca las propuestas y escoja las que mejores les sirvan, informen y eduquen. Sentenció Abraham Lincoln: “Se puede engañar a algunos todo el tiempo. Se puede engañar a todos algún tiempo Pero no se puede engañar a todos, todo el tiempo”. Por favor no nos dejemos engañar más, seamos protagonistas de verdaderos cambios, actuemos en consecuencia.
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