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Crisis y Oportunidad: El Futuro del Empleo Juvenil en Santa Marta y el Magdalena

Por: Harold Castañeda Robles
Los datos presentados en este segundo análisis para esta columna de Opinión Caribe, provienen también del Informe sobre el Futuro de los Empleos 2025, publicado por el Foro Económico Mundial, el hallazgo más alarmante es que el desempleo juvenil y la desconexión entre la educación y el mercado laboral continúan siendo desafíos persistentes a nivel global, con impactos particularmente críticos en regiones de ingresos medios y bajos, como Colombia.
En el caso específico de Santa Marta y el Magdalena, estos datos sirven como un insumo clave para contextualizar la realidad local dentro de las tendencias globales, permitiendo a nuestros gobernantes, desarrollar estrategias de empleo más efectivas y alineadas con la evolución del mercado de trabajo.
En Santa Marta y el departamento del Magdalena, el desempleo juvenil es una realidad que afecta profundamente el desarrollo social y económico de la región. Según datos recientes del DANE, el desempleo en jóvenes de 15 a 28 años en Colombia supera el 20%, en santa Marta es el 36%. una cifra alarmante si se compara con el promedio nacional.
Estos números no son solo estadísticas frías; representan vidas en pausa, sueños postergados y una fuerza laboral con alto potencial que no encuentra oportunidades para desarrollarse. Sin embargo, la diferencia radica en que las economías emergentes, como las de la región Caribe colombiana, enfrentan un doble desafío: falta de empleo formal y ausencia de programas educativos adecuados para el mercado laboral actual.
El departamento del Magdalena enfrenta una realidad preocupante en términos de empleo juvenil. En Santa Marta, la combinación de una economía altamente dependiente del turismo, el comercio informal y el sector de servicios, junto con la falta de acceso a educación técnica y superior de calidad, genera un panorama donde los jóvenes encuentran dificultades para incorporarse al mercado laboral.
Factores clave del desempleo juvenil en Santa Marta y el Magdalena:
El panorama laboral juvenil en Santa Marta y el Magdalena está lleno de obstáculos que limitan el crecimiento profesional de los jóvenes. Algunos de los principales desafíos incluyen:
– Poca articulación entre el sector educativo y el productivo: Empresas locales reportan que los jóvenes no están preparados para el mundo laboral, mientras que los egresados afirman que no encuentran oportunidades acordes con su formación.
– Baja cobertura en programas de capacitación técnica: En comparación con ciudades como Barranquilla y Cartagena, Santa Marta ofrece menos oportunidades en educación técnica y tecnológica, lo que reduce las opciones laborales de los jóvenes.
– Limitado acceso a empleo en sectores estratégicos: Mientras en otras ciudades se han consolidado industrias como el comercio internacional, la tecnología y la manufactura, Santa Marta sigue dependiendo del turismo y el comercio informal, sectores con alta volatilidad y bajos salarios.
– Falta de incentivos para la contratación juvenil: Muchas empresas prefieren contratar a personas con experiencia previa, dejando a los jóvenes en un ciclo de exclusión donde no pueden acceder a su primer empleo formal.
La crisis de empleo juvenil en Santa Marta y el Magdalena no es irreversible. Existen soluciones viables que pueden transformar el panorama laboral de la región si se implementan con estrategias claras y en conjunto con actores públicos y privados.
Las instituciones de educación superior y técnica deben actualizar sus programas académicos para alinearlos con las necesidades del mercado laboral. Carreras en tecnología, energías renovables, logística y turismo sostenible pueden convertirse en motores de empleo juvenil si se promueve una mayor oferta educativa en estas áreas.
El emprendimiento es una alternativa viable para muchos jóvenes, pero requiere acompañamiento especializado, acceso a crédito y formación en modelos de negocios sostenibles. Se necesitan incubadoras de empresas y programas que conecten a emprendedores con el sector financiero y mercados internacionales.
El sector público y privado deben desarrollar estrategias para que las empresas tengan incentivos fiscales al contratar jóvenes sin experiencia. Además, las pasantías remuneradas y los contratos de aprendizaje deben convertirse en un puente efectivo entre la educación y el empleo.
El avance de la digitalización y la globalización ha generado una gran demanda de talento con competencias en TIC y manejo de inglés. Santa Marta necesita implementar cursos gratuitos y accesibles en estas áreas para que los jóvenes tengan mayores oportunidades laborales.
Es necesario contar con datos precisos y actualizados sobre las dinámicas del mercado laboral juvenil en Santa Marta y el Magdalena. Un observatorio permitiría diseñar políticas públicas basadas en evidencia, midiendo el impacto de las estrategias implementadas y ajustándolas en función de los resultados obtenidos.
El desempleo juvenil en Santa Marta y el Magdalena representa un desafío urgente que requiere una respuesta coordinada entre gobierno, empresas, instituciones educativas y la sociedad civil. Sin una estrategia clara para fortalecer la formación técnica, el acceso a empleos de calidad y el fomento del emprendimiento, miles de jóvenes seguirán enfrentando barreras para su desarrollo profesional.
Invertir en la juventud no solo es una necesidad económica, sino también una responsabilidad social. La clave está en educar para el futuro, innovar en estrategias de empleo y garantizar oportunidades equitativas. La transformación del mercado laboral en Santa Marta es posible, pero requiere que todos los actores se unan en un esfuerzo conjunto para abrir las puertas de un futuro más próspero, inclusivo y sostenible para nuestra juventud.
