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Advertencia, el 39% de las habilidades actuales serán obsoletas en 5 años

Por: Harold Castañeda Robles
En esta cuarta entrega del análisis que he venido comentando con mis lectores sobre el informe Future of Jobs Report 2025 del Foro Económico Mundial (WEF) quiero destacar cómo las predicciones se han anticipado a predecir un crecimiento neto de 78 millones de empleos para 2030, con una creación de empleo del 14% frente a una pérdida del 8% debido a la automatización y otros factores. Sin embargo, este optimismo viene acompañado de un desafío significativo: el 39% de las habilidades actuales podrían volverse obsoletas en los próximos cinco años. Este escenario plantea una dualidad para el mercado laboral: mientras que nacen empleos emergentes en tecnología, energías renovables y salud, roles tradicionales en tareas manuales y administrativas están en riesgo de desaparecer.
La automatización y la inteligencia artificial (IA), en particular la IA generativa, prometen revolucionar la productividad, pero también amenazan con desplazar 92 millones de empleos. Esto afecta especialmente a trabajadores en roles manuales y administrativos, cuyos trabajos son más fácilmente automatizables. Además, existe una brecha preocupante entre las habilidades actuales y las que se demandarán en el futuro: pensamiento analítico, digitalización y competencias verdes se perfilan como fundamentales.
El Future of Jobs Report 2025 deja claro que la automatización no solo desplazará empleos, sino que también creará nuevos roles, particularmente en sectores tecnológicos y verdes. Actualmente, el 85% de las empresas planea implementar programas de recualificación laboral (reskilling), pero solo el 40% opta por evitar despidos al actualizar las habilidades de sus empleados. Esta disparidad sugiere que muchas organizaciones aún ven la recualificación como un costo y no como una inversión. De otro lado, la mejora de habilidades (upskilling) es un proceso clave en el desarrollo profesional moderno, que se enfoca en mejorar y ampliar las capacidades de los trabajadores para adaptarlas a las nuevas demandas del mercado laboral. A diferencia del reskilling, que implica aprender habilidades completamente nuevas para cambiar de rol o industria, el upskilling busca potenciar las competencias actuales dentro del mismo ámbito profesional.
El Future of Jobs Report 2025 destaca que el 85% de las empresas ya están invirtiendo en programas de upskilling, priorizando habilidades como el pensamiento analítico, la alfabetización digital, la resiliencia y las competencias verdes. Para las organizaciones, el upskilling no solo mejora la productividad y la retención de talento, sino que también ofrece una ventaja competitiva al contar con una fuerza laboral más ágil, flexible y preparada para enfrentar los desafíos futuros.
Para las empresas, adoptar la IA generativa puede ser una herramienta para democratizar el acceso a empleos técnicos, permitiendo que trabajadores con menos especialización realicen tareas complejas. Sin embargo, un enfoque cortoplacista basado en despidos podría ser contraproducente. Por otro lado, las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) se destacan como una ventaja competitiva, ya que el 83% de los empleadores ya las implementan, demostrando que un ambiente inclusivo puede ser un motor de innovación y retención de talento.
En un entorno laboral cambiante, los trabajadores deben entender que un título universitario ya no es suficiente para garantizar la empleabilidad a largo plazo. El aprendizaje permanente se convierte en una herramienta esencial, especialmente en áreas con alta demanda como la IA, la sostenibilidad y la tecnología digital. Certificaciones específicas, cursos en línea y programas de formación continua permiten a los profesionales anticiparse a las demandas del mercado.
El informe destaca que, para finales de 2025, el 60% de los empleos requerirán habilidades digitales avanzadas. Por ello, los trabajadores deben priorizar el pensamiento crítico, la resiliencia y la alfabetización digital. En este contexto, el autoaprendizaje y la capacidad de adaptarse rápidamente son activos invaluables.
El informe del WEF también sugiere que los gobiernos tomen un papel más determinante en la recualificación de la fuerza laboral. Esto implica no solo crear marcos regulatorios que incentiven la capacitación continua, sino también desarrollar programas de empleo verde que permitan una transición justa hacia la economía sostenible. Una de las propuestas más efectivas podría ser ofrecer subsidios a las empresas que inviertan en reskilling, incentivando un enfoque que priorice la retención de talento sobre el despido masivo.
Además, es fundamental regular el uso de la IA para evitar que esta tecnología amplifique las desigualdades laborales. Sin un marco ético y regulatorio adecuado, la automatización podría desplazar a trabajadores de sectores obsoletos, dejándolos sin redes de protección social ni oportunidades de reintegrarse al mercado laboral.
El futuro laboral no debe percibirse como una amenaza, sino como una oportunidad para reinventarse. Tanto las empresas como los trabajadores y los gobiernos tienen la responsabilidad compartida de adaptarse a un entorno donde las habilidades actuales pueden volverse obsoletas rápidamente. Es fundamental que las empresas lideren la recualificación, que los trabajadores apuesten por la educación continua y que los gobiernos garanticen una transición laboral justa e inclusiva.
En 2030, el éxito no será para quien tenga más títulos, sino para quien demuestre una verdadera capacidad de aprendizaje, adaptabilidad y resiliencia. El desafío está en aprender, desaprender y reaprender constantemente, construyendo un mercado laboral más fuerte, equitativo y sostenible para todos.
