Columnistas
Infraestructura vial… Integral progreso

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza
La construcción de una carretera trae beneficios muchos, tales como la reducción en los costos de transporte y lo que de ello se deriva, como es, entre otros aspectos, mejorar eficiencia, eficacia, aminorar costos de mantenimiento de los vehículos, efecto positivo en el crecimiento económico, desarrollo de la sociedad, acercarnos más a la prosperidad, mejorar la relación comunitaria; por lo que convendrá y será bienvenido siempre una sólida infraestructura vial, sumar y ajustar vías, carreteables y demás, lo que abunda progreso; más, cuando han sido necesidades sentidas de años, decenios y hasta centurias; pero, más allá de lo cual, debe ser un todo pensado, estudiado, analizado, visionado, estructurado, en el entendido que se trata de construir carreteras que real y verdaderamente, además de ser las mayormente adecuadas, integren nuestros municipios y demás territorios; de ahí que aplauda con efusividad manifiesta todo lo que a este tenor se haga, como la denominada vía de la agricultura del sur del Magdalena, recién inaugurada.
No obstante, y es de tener en cuenta de cara al porvenir, especialmente por cuanto constituyen en la mayoría de los casos, por no decir qué en todos los casos, empresas titánicas hacer realidad carreteras en nuestro departamento que traduzcan las superiores y más sentidas necesidades, apurarnos a adelantar lo que menester sea para que igualmente sea realidad la Carretera Transversal del Magdalena, necesidad importante y urgente para nuestro departamento, al ser esta la que más debe interesarnos, por cuanto une interna y cohesionadamente al departamento, al tiempo que impulsará como nunca antes múltiples beneficios poblacionales y propulsiones socioeconómicas, especialmente para nuestros productores agropecuarios, lo que de suyo aumentará exponencialmente productividad y competitividad.
Expreso lo expuesto, en el entendido que debemos consolidar más nuestro integral progreso, desarrollo social, humano y crecimiento económico que tanto necesitamos y requiere el Magdalena como departamento para satisfacer muchas de las necesidades básicas que requerimos, para así adentrarnos decidida y decisivamente en productividades y ventajas competitivas que nos potenciarán significativamente en lo municipal, departamental, regional, nacional y hasta internacionalmente, si convertimos todo ello en esencial propósito y sustancial objetivo en la búsqueda de generar mayores Impactos sociales y económicos.
Tenemos que entender, hora es ya, que son las carreteras pieza clave en el desarrollo socioeconómico de los territorios, al ser decisión estructurante de los mismos, puesto que su efecto desde el punto de vista de su ordenación determina el sentido del crecimiento que fomenta el desarrollo demográfico y económico, amén de generar beneficios de eficacia, efectos de transferencia y de relocalización de actividad, toda vez que inducen cambios en los patrones de distribución de la población, apoyan directamente las actividades productivas, mejoran la accesibilidad, adicionan positivamente al crecimiento de los sectores productivos, el empleo y, provocan un porvenir económico sustantivo para las zonas beneficiadas.
Las carreteras transforman social y económicamente los territorios independientemente de las diferencias sociales que puedan existir en ellos, siendo lo cierto que ayudan a evolucionar diversos parámetros socioeconómicos con resultados estructurantes y auténticos desarrollos con impactos inmediatos, debiendo detenernos en consecuencia en ser puntuales respecto de la suma importancia y mayores beneficios que alcanzaría el departamento con una carretera transversal, siendo concluyentemente útil determinar y definir los perfiles más convenientes y adecuados a nivel de planeación de esta carretera transversal, decisión que nos ofrecerá una visión del conjunto de impactos socioeconómicos positivos que tendríamos con esta obra de infraestructura.
